Sacerdotes implacables
Como nos advirti¨® Arendt, la verdad rompe con el pensamiento y por eso es totalitaria
Impedir que se celebre una conferencia en una universidad no forma parte de la normalidad democr¨¢tica. Por desgracia, s¨ª coincide con una nueva forma de ejercer la democracia que es la que se asocia a los discursos del odio representados por Trump de los que habl¨¢bamos la semana pasada. ?D¨®nde est¨¢ la patolog¨ªa? En confundir el respeto propio del pluralismo con la afirmaci¨®n de una verdad. Al no permitir que fluya el libre intercambio de opiniones, por muy antag¨®nicas e irreconciliables que parezcan, se acaba instituyendo en el espacio p¨²blico un enfrentamiento entre opini¨®n y verdad. Lo sabemos bien por las viejas religiones: quien se cree en posesi¨®n de la verdad no est¨¢ dispuesto a ¡°rebajarse¡± para discutirla.
Denunciar las mentiras no equivale a encarnar la posici¨®n verdadera. La verdad es incompatible con la democracia porque donde hay verdad no puede haber libertad de opiniones. Como nos advirti¨® Arendt, la verdad rompe con el pensamiento y por eso es totalitaria. Esto quiere decir que hay que buscar la conversaci¨®n y el entendimiento aunque sepamos que este al final es casi imposible. Intentar abortar ese proceso en nombre de verdades indiscutidas no solo cercena la libertad, sino que nos impide acceder a una sociedad aut¨¦nticamente pluralista. Por eso Rorty afirmaba: ¡°Cuida la libertad y la verdad se cuidar¨¢ de s¨ª misma¡±.
La disidencia es la se?a distintiva de la sociedad en la que vivimos, necesitamos el efecto terap¨¦utico de la discusi¨®n frente a esta suerte de econom¨ªa reflexiva religiosa que practican los sacerdotes implacables e impecables. Lo explica bien Rafael del ?guila: el sacerdote implacable es el que pretende activar en el pueblo oprimido su conciencia dormida porque est¨¢ equivocado y hay que conducirlo hacia un bien com¨²n que es ¨²nico y puede ser descubierto con certeza. El sacerdote impecable reivindica un rigorismo ¨¦tico que por una suerte de armon¨ªa c¨®smica es posible reconciliar adecuadamente en una soluci¨®n pol¨ªtica. En ese mundo apacible no hay dilemas dolorosos, ni decisiones con costes, ni valores irreconciliables, ni conflictos de intereses. No hay pol¨ªtica: solo trumpismo. @MariamMartinezB
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.