Peste negra
La bacteria de la peste lleg¨® en medio de la ignorancia y del fanatismo, caldos de cultivo que todav¨ªa perviven
?La peste bub¨®nica fue una pandemia que asol¨® Europa en el siglo XIV. La trajeron desde Oriente las pulgas de las ratas en los barcos que ven¨ªan de la ruta de la seda. El contagio de la bacteria, la yersinia pestis, se produc¨ªa por picaduras de estas pulgas, que sol¨ªan albergarse en las costuras de los pa?os sin distinguir armi?os de pr¨ªncipes, estame?as de villanos, sagradas vestiduras de cl¨¦rigos o harapos de mendigos. La pandemia acab¨® con la mitad de la poblaci¨®n europea. El l¨¢tigo de los flagelantes bajo el canto de la sibila fue la propuesta de la Iglesia para aplacar la ira divina, que se manifestaba en los ganglios de las ingles, del cuello y las axilas inflamados en forma de bubones y que despu¨¦s de un periodo de fiebre y delirios finalizaban con un v¨®mito negro. Algunos historiadores opinan que la peste bub¨®nica acab¨® con el feudalismo e impuls¨® el Renacimiento, debido a que la extensa mortandad permiti¨® a los supervivientes disponer de carne en abundancia. Sea como sea, parece que aquella bacteria, bajo distintas formas, no ha cesado de mutar desde entonces a trav¨¦s de nuevas ratas, de nuevas pulgas, no necesariamente censadas en medicina, sino en la cultura, en la pol¨ªtica y en la moral. La bacteria de la peste lleg¨® en medio de la ignorancia y del fanatismo, caldos de cultivo que todav¨ªa perviven. La ropa de los apestados la echaban al fuego y poco despu¨¦s la sustituyeron en la hoguera los herejes y cient¨ªficos; aquellos v¨®mitos negros no fueron distintos de los ladridos de Hitler y de otros pol¨ªticos desde las tribunas, pero hoy las pulgas de la peste negra se han refugiado en las costuras de la Red, cuyos enlaces expanden una imbecilidad planetaria con fiebre y delirios en la mayor¨ªa de los usuarios, que no cesan de llenar de v¨®mitos todo el espacio. Nuevas ratas siguen llegando por la nueva ruta de la seda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.