Quien a tuit delinque, a tuit paga

En 140 caracteres caben ideas brillantes, comentarios ingeniosos, declaraciones impactantes y tambi¨¦n, convenientemente seleccionados, una docena de insultos. No son pocos los deportistas, actores y pol¨ªticos que utilizan Twitter para cualquiera de las cuatro opciones. Atacar al contrincante y aventar viejas rencillas nunca fue tan f¨¢cil como en la era digital. Un tuit tiene alcance incalculable y a menudo una repercusi¨®n en el p¨²blico infinitamente mayor que una entrevista televisiva en horario estelar.

Como toda tecnolog¨ªa destinada a la informaci¨®n y la comunicaci¨®n, Twitter est¨¢ sujeto a normas y quienes lo utilizan deber¨ªan tener en la mesilla de noche el C¨®digo Penal. Algo que el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, parece que olvid¨® cuando comenz¨® a acribillar a insultos al portavoz de la asociaci¨®n de consumidores Facua, Rub¨¦n S¨¢nchez, a trav¨¦s de la red social. Desde su cuenta de Twitter, el abogado Pineda ¡ªque con el tiempo se ha revelado un justiciero impostor oculto bajo la m¨¢scara de la defensa de los usuarios¡ª llam¨® a S¨¢nchez ¡°imb¨¦cil¡±, ¡°corrupto¡± y ¡°golfo¡±, adem¨¢s de acusarle de ¡°emitir facturas falsas¡±, de ¡°llevarse la pasta de los desempleados andaluces ilegalmente¡± y de cobrar ¡°dinero hurtado a los desempleados¡±. Tal sarta de afirmaciones, como el m¨¢s biso?o picapleitos podr¨ªa prever, acabaron en los tribunales.

La demanda cay¨® en manos del juzgado de Primera Instancia n¨²mero 22 de Sevilla, que conden¨® a Pineda por intromisi¨®n ileg¨ªtima en el derecho al honor. Era un caso de libro, pese a que el presidente de Ausbanc ¡ªactualmente en prisi¨®n como supuesto cabecilla de una trama de extorsi¨®n a entidades financieras¡ª invoc¨® en su defensa la libertad de expresi¨®n e informaci¨®n. ?La sentencia del juzgado de Sevilla fue ratificada por la Audiencia Provincial y avalada por el Tribunal Supremo, que la semana pasada decidi¨® no admitir el recurso de Pineda y, por tanto, respald¨® el fallo. Aquellos mensajes vulneraron la ¡°dignidad personal¡± de S¨¢nchez. Dicen los jueces que el honor se estima en un doble aspecto: uno interno de ¨ªntima convicci¨®n (inmanencia) y otro externo de valoraci¨®n social (trascendencia). Y ambos saltaron por los aires.

Lo sorprendente es la pena. El portavoz de Facua propuso que Pineda pagara con la misma moneda y fuera obligado a publicar en su cuenta de Twitter la sentencia. El juez acept¨® la idea y le conden¨® a difundir durante 30 d¨ªas, en horario de ma?ana (de 9.00 a 14.00) o tarde (de 17.00 a 22.00), la transcripci¨®n del fallo. ?S¨¢nchez recibir¨¢ una indemnizaci¨®n de 4.000 euros, cantidad superior a los 1.300 que tuvo que pagar hace dos a?os un tuitero que insult¨® gravemente a la entonces delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes. El acuerdo extrajudicial obligaba al autor, emboscado en la Red bajo el seud¨®nimo Ximicomix, a publicar la sentencia en ¡°todo aquel medio informativo donde hubiese tenido cuenta¡±. Para Ximicomix, que ten¨ªa 26 a?os, fue un alivio. Cifuentes ped¨ªa cuatro a?os de prisi¨®n.