¡®Chandalismos¡¯
El ch¨¢ndal es a los pr¨®ceres latinoamericanos de ideario marxista lo que el jersey a Marcelino Camacho
Si todav¨ªa se limpia los zapatos con bet¨²n puede que sea el ¨²ltimo mohicano y no se haya dado cuenta, pero estamos en la era del ch¨¢ndal. Este simp¨¢tico conjunto de dos piezas de tejido el¨¢stico, cinturilla regulable y pr¨¢ctica cremallera cuyo uso solo estaba contemplado, y con reparos, en recintos deportivos, ha desplazado de los armarios a las favorecedoras guerreras militares, a las protocolarias faldas rectas e incluso a las confortables y a?oradas pelerinas de abuela. Aqu¨ª va en ch¨¢ndal hasta el apuntador.
El ch¨¢ndal es un b¨¢sico imprescindible en el trullo ¡ª?se imaginan a los ex directores generales, concejales y otros presidiarios de cuello blanco con chaqueta y corbata en el patio de Alcal¨¢-Meco?¡ª, Mario Conde y otros ilustres han hecho mucho por esta prenda. Tanto como Jay-Z.
El chandalerismo es revolucionario y, a la vez, aristocr¨¢tico, obrero y peque?o burgu¨¦s. No entiende de clases. Es m¨¢s, otro que ser¨ªa adepto al ch¨¢ndal si levantara la cabeza de los varios tomos de El Capital, y de su tumba, ser¨ªa Marx. El ch¨¢ndal es a los pr¨®ceres latinoamericanos de ideario marxista lo que el jersey a Marcelino Camacho. Una declaraci¨®n de principios. Hasta la Reina, atenta a las tendencias, ha hecho un gui?o al chandalismo m¨¢s ilustrado con un pantal¨®n de inspiraci¨®n sport. Inspiraci¨®n, no es un ch¨¢ndal de verdad.
Solo queda una rebelde en este mundo chandalero y globalizado en el que nos ha tocado vivir. Reniega de ¨¦l una divertida Chenoa, a cuatro columnas: ¡°Yo en ch¨¢ndal no salgo m¨¢s¡±. En su caso es una met¨¢fora de un pasado que tenemos todos. Pero el ch¨¢ndal no es el pasado, si no el futuro, ay.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.