Conoce al ¡®supercirujano¡¯ de las manos de acero
Explota la cirug¨ªa rob¨®tica. Nacen los quir¨®fanos inteligentes y los m¨¦dicos megacapacitados por las tecnolog¨ªas digitales
1. Un gigante con cuatro brazos. El reloj del quir¨®fano se acerca al mediod¨ªa. Cuatro inm¨®viles brazos mec¨¢nicos se hunden en un bulto cubierto de pa?os azules y una cascada de tubos. Bajo todos ellos, un hombre de 57 a?os, anestesiado, con un c¨¢ncer de pr¨®stata. A su alrededor, un baile de personas que, durante m¨¢s de una hora, han ido colocando el infinito tejido de cables, luces y torres mec¨¢nicas.
A las 12 en punto se apaga la luz del techo. La que en las salas de operaciones ilumina la herida que abre el bistur¨ª. Todo parece acabarse. En la penumbra, las siluetas enguantadas se sientan. Pero todo comienza. Despiertan los tent¨¢culos de acero. Se mueven a la manera de los macillos de un piano sobre el vientre del paciente.
El robot Da Vinci avanza con un bistur¨ª el¨¦ctrico en cada pinza, abri¨¦ndose camino dentro de la pelvis. Los pitidos (dos diferentes, dependiendo de qu¨¦ pinza coagule) sustituyen a las voces. Un monstruo mec¨¢nico, por su coste (hasta dos millones y medio de d¨®lares, 2,2 millones de euros) y dimensiones (una torre de imagen de la altura de una persona y otra con los brazos rob¨®ticos) que un cirujano, inclinado sobre un visor de imagen tridimensional, maneja desde una esquina. Como un pianista cuyos pedales sirven para hacer zoom con la c¨¢mara hundida en el enfermo.
Da Vinci es el aut¨®mata m¨¢s conocido en los quir¨®fanos del mundo, 24 de ellos espa?oles, 13 en hospitales p¨²blicos. Lleva tres millones de operaciones desde 2000 y su intervenci¨®n estrella es precisamente esta que se magnifica hasta 20 veces en los monitores del quir¨®fano del Hospital Cl¨ªnico de San Carlos, en Madrid: la extracci¨®n de la pr¨®stata.
Jes¨²s Moreno, el jefe de servicio de Urolog¨ªa, ni siquiera se ha puesto mascarilla, bata o guantes. Con dos dedos de cada mano y girando las mu?ecas separa y cauteriza tejidos a trav¨¦s de las varas met¨¢licas que bailan sobre el paciente. ?l manda. Da Vinci obedece amplificando el giro de la mano de su amo y con pulso firme. Mucho m¨¢s firme (en eso la m¨¢quina tambi¨¦n es superior) que el del cirujano que, a la vera de la mesa de operaciones, maneja dos brazos met¨¢licos m¨¢s.
El hombre cuya pr¨®stata est¨¢ siendo disecada padecer¨¢ menos dolores despu¨¦s de la operaci¨®n, se ahorrar¨¢ noches de hospital -¡°a los dos d¨ªas se suelen ir a casa¡±, resalta el cirujano-, y perder¨¢ mucha menos sangre que con la cirug¨ªa abierta. Seg¨²n la estad¨ªstica de Moreno, que lleva operados m¨¢s de 700 casos, la inmensa mayor¨ªa intervenciones como la de hoy, en el 90% de los pacientes se mantiene la continencia de la orina. ¡°Tambi¨¦n se conserva la potencia sexual¡±, a?ade. La visi¨®n mejorada y aumentada y la destreza que gana el m¨¦dico con el robot hace que se puedan preservar, si m¨¦dicamente tiene sentido, los nervios responsables de esas dos funciones.
M¨¦dico y paciente forman parte de la reducida ¨¦lite mundial con acceso a la cirug¨ªa rob¨®tica. Se usa a¨²n en un escaso n¨²mero de operaciones (entre un 2 y un 5%, seg¨²n varias estimaciones), la mayor¨ªa de urolog¨ªa, ginecolog¨ªa o cirug¨ªa general. Solo un tercio de las intervenciones asistidas con robot tienen lugar fuera de Estados Unidos, el pa¨ªs donde se fabrica y donde se han vendido la mayor¨ªa de los aut¨®matas como este. ?Qu¨¦ detiene su expansi¨®n? El precio de los equipos (tanto del Da Vinci, ideado para operar en tejidos blandos, como de otros m¨¢s limitados, especializados en neurocirug¨ªa o traumatolog¨ªa) y el coste por operaci¨®n (hasta 3.200 d¨®lares en el caso del ingenio de Intuitive Surgical), ya que las pinzas y dem¨¢s instrumental deben ser reemplazados tras un n¨²mero determinado de operaciones.
2. Un mercado que explota. Caro o no, la demanda para ponerse en manos de un cirujano provisto de esta superarmadura rob¨®tica est¨¢ ah¨ª. Tanto las operaciones como las ganancias de la empresa que fabrica Da Vinci crecen a un ritmo de dos d¨ªgitos (16% y 13% respectivamente en la primera mitad de 2016).
Las ventas de sistemas rob¨®ticos, que en 2014 fueron de 3.300 millones de d¨®lares, se van a doblar en seis a?os, hasta llegar a 6.400 millones en 2020, seg¨²n un informe de la empresa de investigaci¨®n de mercados Research and Markets. Otra estimaci¨®n, de la consultora WinterGreen Research, es mucho m¨¢s ambiciosa: el mercado rob¨®tico alcanzar¨¢ los 20.000 millones en 2021. Susan Eustis, la autora principal, asegura que en el periodo de estudio toda la cirug¨ªa abierta ser¨¢ reemplazada por la rob¨®tica. ?Por qu¨¦ ahora? Los expertos mantienen que la demanda de someterse a intervenciones menos invasivas, en muchos casos asistidas con robot, y el que la tecnolog¨ªa sea m¨¢s asequible, est¨¢ detr¨¢s de ello.
"El mercado est¨¢ creciendo muy r¨¢pidamente. Valdr¨¢ 20.000 millones de d¨®lares, quiz¨¢ no en cinco a?os pero si de 10 a 20 porque lo que creemos que va a pasar es que m¨¢s compa?¨ªas se incorporar¨¢n¡±, asegura por tel¨¦fono David Herrmann, vicepresidente de Verb Surgical, la empresa que han creado el pasado a?o Google y el gigante Johnson&Johnson para desarrollar una plataforma quir¨²rgica. ¡°La tecnolog¨ªa se ha hecho mejor, m¨¢s capaz, m¨¢s peque?a, m¨¢s barata. Va a haber una competencia m¨¢s sana y esas tecnolog¨ªas van a capacitar a los cirujanos para practicar m¨¢s variedad de intervenciones. Habr¨¢ m¨¢s hospitales que puedan comprar esa maquinaria avanzada. Todo ello har¨¢ que el mercado sea en 10 a?os 10 veces lo que es ahora".
Con n¨²meros mucho m¨¢s modestos, un pu?ado de compa?¨ªas trabajan ya por su parte del pastel frente al poderoso Da Vinci. Quieren que sus aut¨®matas sean m¨¢s baratos y a¨²n m¨¢s dotados que el gigante
Por ejemplo, Senhance, un robot estadounidense a trav¨¦s del cual el cirujano siente y gobierna lo que ve dentro del paciente moviendo sus ojos. Acaba de ser comercializado. De momento s¨®lo un hospital italiano lo posee. ¡°El m¨¦dico que opera puede controlar la c¨¢mara con la vista, de tal manera que donde sit¨²a el ojo en la pantalla, se mueve la c¨¢mara en el interior del enfermo Eso es un gran avance¡±, explica por tel¨¦fono Todd Pope, el director de Transenterix, la compa?¨ªa que lo comercializa, ¡°y tambi¨¦n los cirujanos aprecian que con este aparato tienen la sensaci¨®n de tacto. Es muy importante en cirug¨ªa poder sentir cuando est¨¢s en contacto con el tejido¡±.
Transenterix pretende ser m¨¢s competitivo. ¡°La mayor ventaja econ¨®mica de Senhance es la posibilidad de reutilizar los instrumentos, as¨ª que los hospitales van a tener un coste por operaci¨®n mucho menor¡±. Otra de las mejoras, recalca Pope, es que los barras que se introducen a trav¨¦s de incisiones en el paciente son m¨¢s finas a¨²n que los de Da Vinci, de cinco mil¨ªmetros, tres menos de grosor, con lo que los ojales pueden ser m¨¢s peque?os.
Flex es una especie de serpiente articulada que incorpora una c¨¢mara de alta definici¨®n e instrumentos quir¨²rgicos, capaz de seguir las curvas del organismo. Las de la garganta, por ejemplo, a las que accede entrando por la boca. Su flexibilidad es la baza ante los robots r¨ªgidos. Medrobotics, la compa?¨ªa estadounidense que lo fabrica, ya tiene autorizaci¨®n para vender en Europa y acaba de obtener la licencia para que el aparato sea usado en cirug¨ªa de recto y colon. "Adem¨¢s, puede ser transportado de un quir¨®fano a otro f¨¢cilmente y cuesta un mill¨®n de d¨®lares, mucho menos que Da Vinci", explica por correo electr¨®nico un portavoz de la empresa..
3. El ingenio andaluz. Obtener un robot asequible para los hospitales p¨²blicos andaluces fue el motor de un equipo cordob¨¦s bajo el paraguas del Instituto Maim¨®nides de Investigaci¨®n Biom¨¦dica (Imibic) para construir el Broca, un hermano peque?o (en dimensiones y precio) de Da Vinci pero m¨¢s inteligente porque incorpora la sensaci¨®n de tacto, es decir replica las percepciones que tiene el cirujano al enfrentarse a un tejido blando o duro.
¡°Adem¨¢s, utiliza material de cirug¨ªa convencional, con lo que la reducci¨®n de costes es muy alta¡±, observa el catedr¨¢tico de Ciencias de la Computaci¨®n e Inteligencia Artificial de la Universidad de C¨®rdoba Rafael Medina, uno de los l¨ªderes del proyecto, que ha concluido en 2015. Cinco equipos de cirug¨ªa del Hospital Princesa Sof¨ªa de C¨®rdoba idearon el aut¨®mata que quer¨ªan junto a los ingenieros. Cuatro a?os m¨¢s tarde y con el trabajo de m¨¢s de 60 personas el prototipo est¨¢ listo para su fabricaci¨®n y experimentaci¨®n previa a la comercializaci¨®n.
Se maneja con dos joysticks, una pantalla de ordenador convencional y unas gafas 3D de las que se usan para ver pel¨ªculas. ¡°Quer¨ªamos investigar en un prototipo m¨¢s abierto y vers¨¢til, que utilizase uno, dos o tres brazos, dependiendo de la intervenci¨®n. Conseguir una especie de low-cost en cirug¨ªa rob¨®tica¡±, explica Mar¨ªa Jos¨¦ Requena, jefa del servicio de Urolog¨ªa del Hospital Princesa Sof¨ªa de C¨®rdoba y directora del proyecto Broca. La pretensi¨®n es que se use en pediatr¨ªa, cirug¨ªa general, ginecolog¨ªa, aparato digestivo, y, por supuesto, en urolog¨ªa. ¡°El objetivo era crear I+D espa?ol y que el robot se construya en Andaluc¨ªa. El coste (1,8 millones de euros) lo financiamos mediante compra p¨²blica innovadora, con fondos europeos y del ministerio¡±.
4. Aprendiendo anatom¨ªa. En las pantallas del quir¨®fano del Cl¨ªnico de Madrid se atisban dos columnas, una roja y otra azul. Son la arteria y la vena il¨ªacas externas, que se ven con el color con el que se dibujan en los tratados anat¨®micos. Tiene raz¨®n Jes¨²s Moreno, el cirujano, cuando dice: ¡°Ahora vemos de verdad, aprendemos anatom¨ªa. Antes solo toc¨¢bamos¡±. Bajo un gorro desechable, el ur¨®logo se aproxima a ellas desde su consola, en la esquina de la estancia. Se hace el silencio. Hemos llegado al momento m¨¢s delicado de la operaci¨®n: liberar de ganglios el paquete vascular, magnificado por la c¨¢mara del robot, que funciona casi como un microscopio. Si la arteria se rompiese, tendr¨ªan que abrir el abdomen del paciente a toda prisa para cortar la hemorragia, que inundar¨ªa el campo quir¨²rgico en unos segundos. Bajo un pa?o, una bandeja de instrumentos est¨¢ preparada.
Pero el binomio cirujano-robot, amo y esclavo (as¨ª se conoce en la jerga quir¨²rgica) arrastran, coagulan, cortan sin temblor alguno. Los ganglios son extra¨ªdos y pitido a pitido, prosigue la tarea de liberar la peque?a y fibrosada pr¨®stata. Da Vinci es un monstruo de movimientos precisos que magnifica y mejora el pulso de Moreno. No toma decisiones ni funciona por s¨ª solo.
¡°S¨ª, este robot es un residente car¨ªsimo¡±, explica de forma gr¨¢fica el neurocirujano Rafael Garc¨ªa de Sola, se?alando otro aut¨®mata, el Rosa. Estamos en el quir¨®fano del Hospital Virgen del Rosario de Madrid, de propiedad privada, el ¨²nico centro de la capital que posee este ingenio destinado a manipular el cerebro. El veterano m¨¦dico a?ade: ¡°Sirve para llegar a tumores muy dif¨ªciles, casi inoperables por su situaci¨®n¡±. Consta de un gran brazo que puede penetrar en el cr¨¢neo armado de un software que permite integrar, antes de operar, todo tipo de im¨¢genes de la lesi¨®n (radiograf¨ªas, scanners y resonancias) y planificar la intervenci¨®n. Luego, ya con el paciente en la mesa de operaciones, funciona como un GPS. ¡°Nos gu¨ªa hacia la lesi¨®n con imagen din¨¢mica y con un margen de error de menos de un mil¨ªmetro¡±.
Rosa, un ingenio franc¨¦s que tiene 70 hermanos distribuidos por el mundo, tambi¨¦n es un gran ayudante en la cirug¨ªa de la base del cr¨¢neo, un ¨¢rea de dificil¨ªsimo acceso: ¡°Al final de la resecci¨®n del tumor el espacio es cada vez m¨¢s angosto y necesitas ir con el microscopio quir¨²rgico a trav¨¦s del endoscopio¡±. Permite entrar por la nariz y crear un t¨²nel de trabajo de 10 cent¨ªmetros de profundidad. Tambi¨¦n ayuda en las frecuent¨ªsimas hemorragias cerebrales, ¡°le gana a la cirug¨ªa convencional¡±. ?Y qu¨¦ ventajas tiene para el paciente?. ¡°La cirug¨ªa es precisa, m¨ªnimamente invasiva. La extirpaci¨®n del tumor es menos agresiva y m¨¢s completa¡±.
5. Hacia el quir¨®fano inteligente. Garc¨ªa de Sola habla con tono muy did¨¢ctico -es catedr¨¢tico de Neurocirug¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid- en esta habitaci¨®n repleta de aparatos y pantallas. A un lado est¨¢ el ordenador que gobierna a Rosa, a otro un microscopio para operar¡ y enfrente un monitor aparentemente convencional. ¡°He pretendido transformar un quir¨®fano tonto en inteligente, de tal manera que durante la operaci¨®n podamos tener agrupada toda la informaci¨®n que necesitamos: las constantes que ve el anestesista, la imagen del robot, la del microscopio, el control del neurofisi¨®logo, la planificaci¨®n previa, el navegador, video, el esc¨¢ner intraoperatorio¡, hasta nueve se?ales distintas¡±. El dispositivo permite grabar las intervenciones para repasarlas o publicarlas. Fue el cirujano quien lo invent¨® junto a una empresa inform¨¢tica, de tal manera que ha convertido este espacio en el ¨²nico de neurocirug¨ªa inteligente de Espa?a.
M¨¢s tarde dir¨¢, humildemente: ¡°Toda esta maquinaria la inventaron grandes cirujanos que han llegado hasta la frontera, hasta donde no pod¨ªan avanzar m¨¢s y han tenido que bajar la cabeza e investigar. A los cirujanos normales esta tecnolog¨ªa nos permite posibilidades que est¨¢n m¨¢s all¨¢ de nuestra capacidad¡±.
Precisamente la necesidad de tener toda la informaci¨®n a la vista, incluso m¨¢s de la que puede uno ver, es uno de los caminos m¨¢s claros que dibujan todos los actores en el futuro de la cirug¨ªa.
"Toda esta maquinaria la inventaron grandes cirujanos que han llegado hasta la frontera, hasta donde no pod¨ªan avanzar m¨¢s y han tenido que bajar la cabeza e investigar", dice el neurocirujano Garc¨ªa de Sola
"Creo que lo que tenemos que hacer es darle al cirujano m¨¢s datos durante la operaci¨®n", dice Todd Pope, el director de Transenterix. "Si necesita preguntar al anestesista como est¨¢ yendo el enfermo, podemos darle informaci¨®n en tiempo real de todas las estad¨ªsticas y constantes vitales del paciente, quiz¨¢ imagenes radiogr¨¢ficas, ecograf¨ªas, la perfusi¨®n sangu¨ªnea..., que le permita tener como una hoja de ruta".
"Muchas empresas prev¨¦n un futuro en el que los cirujanos tendr¨¢n m¨¢s acceso a la informaci¨®n para ayudarles a tomar decisiones en tiempo real durante una operaci¨®n. El foco est¨¢ en asistir, no reemplazar, al cirujano", asegura un portavoz de la compa?¨ªa Medtronic. "Los sistemas rob¨®ticos aumentar¨¢n las capacidades de los m¨¦dicos, ser¨¢n m¨¢s la extensi¨®n del cirujano que un ayudante o un sustituto".
Jes¨²s Moreno, el hombre a los mandos de Da Vinci, tambi¨¦n presidente de la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Laparosc¨®pica y Rob¨®tica, pronostica: ¡°En 10 a?os esperamos que los robots formar¨¢n parte del aparataje habitual de los quir¨®fanos y estar¨¢n integrados en ellos, ser¨¢n m¨¢s manejables y posiblemente habr¨¢ m¨¢s robots disponibles. Las incisiones ser¨¢n m¨ªnimas¡±.
Google toma el bistur¨ª
Al tablero se ha incorporado un jugador relevante por la atenci¨®n que est¨¢ suscitando. El omnipresente Google, a trav¨¦s de su divisi¨®n Verily, se ha aliado con el gigante Johnson&Johnson para fundar Verb Surgical a finales de 2015. Lo explica por tel¨¦fono su vicepresidente de Investigaci¨®n y Tecnolog¨ªa, el espa?ol Pablo E. Garc¨ªa Kilroy:: "Estamos en un punto de inflexi¨®n en cirug¨ªa, intentando convertirla de arte en ciencia. Tenemos una compa?¨ªa como J&J (a trav¨¦s de Ethicon) con una larga historia en comercializar instrumentos m¨¦dicos, con una fuerte conexi¨®n con la comunidad medica. Google est¨¢ enfocado en como extraer m¨¢s valor de la informaci¨®n en general, m¨¢s conocimiento de las intervenciones quir¨²rgicas y as¨ª mejorar la calidad de esos procedimientos".
Verb pretende, lo ha anunciado repetidamente, ¡°democratizar la cirug¨ªa¡±, digitalizar los quir¨®fanos m¨¢s humildes e ir m¨¢s all¨¢ de la rob¨®tica. "Estamos desarrollando una plataforma con cinco pilares tecnol¨®gicos. Tiene rob¨®tica, visualizaci¨®n mejorada, instrumental avanzado, anal¨ªtica de datos y conectividad", puntualiza David Herrmann, vicepresidente de Marketing y Desarrollo de Negocio. "No nos consideramos una empresa rob¨®tica, la rob¨®tica es un instrumento m¨¢s en la caja de herramientas, estamos teniendo en cuenta toda la intervenci¨®n quir¨²rgica, desde el principio al fin", prosigue Garc¨ªa Kilroy, "de tal manera que el cirujano puede escoger la herramienta que en ese momento sea la que m¨¢s le conviene al paciente, rob¨®tica unas veces o abordaje manual, otras. El dispositivo de visi¨®n avanzada, o la conexi¨®n a una base de datos para obtener consejo siempre estar¨¢n disponibles cuando el cirujano lo necesite".
A finales de 2016, explican, prev¨¦n haber completado ya un prototipo con cierto nivel de funcionabilidad, pero no dan detalles sobre una fecha en la que su sistema quir¨²rgico pueda salir al mercado. Buscan cambiar el paradigma. ¡°La rob¨®tica quir¨²rgica actual es los grandes ordenadores centralizados del pasado, muy capaz, pero muy grande y car\o, algo que la mayor¨ªa no puede usar¡±, observa Herrmann, ¡°y nosotros queremos desarrollar un ordenador personal, que es accesible y disponible en cualquier momento, que est¨¢ ah¨ª, y siempre encendido, como decimos y los cirujanos pueden usarlo para fases aisladas de la operaci¨®n o para la operaci¨®n completa, pero ser¨¢ un sistema m¨¢s peque?o y flexible¡±.
Entonces, ?c¨®mo explicarle a un futuro paciente que se encontrar¨ªa en una sala de operaciones equipada con esa nueva tecnolog¨ªa?
¡°Tendr¨¢s en el quir¨®fano una m¨¢quina que siempre est¨¢ ah¨ª, que siempre est¨¢ encendida, que siempre estar¨¢ disponible como un ordenador, que dispone de una herramienta rob¨®tica, siempre preparada cuando tenga sentido dentro de la operaci¨®n¡±, sugiere Garc¨ªa Kilroy. ¡°El cirujano estar¨¢ mirando no solamente la imagen en video, observar¨¢ con visi¨®n mejorada con informaci¨®n para que pueda evitar da?ar estructuras vitales, tendr¨¢ mucha mejor visi¨®n de cu¨¢les son los m¨¢rgenes de los tumores,integraci¨®nn de las im¨¢genes de resonancia magn¨¦tica de tal manera que las decisiones que se tomen, estrat¨¦gicas o puntuales est¨¦n guiadas por la m¨¢xima cantidad de informaci¨®n posible que sea relevante para el caso. Podr¨¢ acceder en cualquier momento a informacion de c¨®mo hacen esas intervenciones otros cirujanos que han demostrado buenos resultados, y la ¨²ltima informaci¨®n de la que se disponga en la comunidad medica. Se trata de nivelar el terreno de juego de tal manera que como paciente, tengas la confianza de que el cirujano va a usar todo el conocimiento que se sabe que es efectivo en ese tipo de operaci¨®n¡±
6. La autonom¨ªa del aut¨®mata. Que los ingenios quir¨²rgicos realicen tareas hasta ahora reservadas a los cirujanos ya no es una quimera. Un equipo de la universidad de Berkeley est¨¢ entrenando a Da Vincis para localizar un tumor superficial (en realidad, un trozo de tubo) abrir la piel (un trozo de pl¨¢stico color rosa), sacarlo y suturar. Intuitive Surgical ha donado robots usados a varias universidades para la investigaci¨®n. Ken Goldberg, jefe del Laboratorio para la Automatizaci¨®n de la Ciencia e Ingenier¨ªa de ese centro estadounidense acaba de publicar un trabajo en el que Da Vinci obtiene datos de ocho cirujanos mientras cosen la piel con cuatro puntos. Un nuevo algoritmo de aprendizaje de m¨¢quinas utiliz¨® los datos visuales y cin¨¦ticos para dividir la tarea y repetirla aut¨®nomamente.
Paralelamente, un grupo de cirujanos americanos ha ideado un robot que ha operado a un cerdo. En concreto, ha realizado la sutura entre dos fragmentos de intestino, lo que se conoce como anastomosis. Intervenir en tejidos blandos es un aut¨¦ntico reto ¡°por causa de la limitaciones tecnol¨®gicas, incluyendo la falta de sistemas de visi¨®n que puedan distinguir y seguir los tejidos que hay que operar en entornos quir¨²rgicos din¨¢micos¡±, explican en los autores del experimento en el art¨ªculo, publicado este a?o en Science Transational Medicine. El aparato se denomina STAR, e incluye dos sistemas de visi¨®n (en 3D y con fluorescencia) y lo m¨¢s importante, un algoritmo de sutura que ha aprendido de los mejores cirujanos. Cuando se compar¨® c¨®mo realizaba su operaci¨®n STAR frente a la completada por los m¨¦dicos por laparoscopia y con robot, el nuevo aut¨®mata lo hizo mejor.
?Significan estos primeros pasos que las m¨¢quinas sustituir¨¢n a los cirujanos? Responde el ur¨®logo del Cl¨ªnico de Madrid Jes¨²s Moreno: ¡°A medio plazo no creo que haya robots aut¨®nomos¡±. ¡°Eso est¨¢ quiz¨¢ muy lejos. Tareas espec¨ªficas pueden llegar a ser aut¨®nomas, como las suturas¡±, opina Todd Pope, director de Transenterix. "Yo creo que se puede llegar a planificar una operaci¨®n mediante un sistema virtual antes de hacerla, de tal manera que aunque el cirujano est¨¦ presente y supervisando en todo momento, el aparato pueda funcionar de forma aut¨®noma", apunta el catedr¨¢tico Rafael Medina.
¡°La automatizaci¨®n no es algo que veamos en las generaciones m¨¢s pr¨®ximas¡±, cree por su parte el vicepresidente de Investigaci¨®n de Verb Surgical, Pablo E. Garc¨ªa Kilroy, ¡°mucha de la investigaci¨®n que se ha hecho en suturas automatizadas, se ha visto que funcionan en unas condiciones de laboratorio muy controladas. Es muy dif¨ªcil de ver como se pueden generalizar estas tecnolog¨ªas en el futuro pr¨®ximo. Eso no es lo que realmente lo que va a cambiar la manera en que se opera. Lo que si lo har¨¢ en nuestra opini¨®n es la integracion de las tecnolog¨ªas de visualizaci¨®n avanzada, an¨¢lisis de datos y de la informaci¨®n para que los cirujanos puedan acceder a ella en tiempo real¡±.
7. Se enciende la luz. Han pasado tres horas en el quir¨®fano del hospital Cl¨ªnico de Madrid. En las pantallas se v¨¦ una gran aguja que cose la uretra al cuello de la vejiga. "El robot permite suturar con mayor precisi¨®n y curva", explica Francisco Parra, residente de 5? a?o, que est¨¢ sentado mirando a los monitores. El metal pasa, tras atravesar el tejido, de una pinza a otra del Da Vinci. El esclavo y su cirujano, Jes¨²s Moreno, se han empleado a fondo para liberar la pr¨®stata, que una bolsa ha recogido y que todav¨ªa est¨¢ dentro del vientre del enfermo. Han conservado el paquete nervioso izquierdo. Eso significa que el hombre dormido controlar¨¢ su orina y recuperar¨¢ sus erecciones. "Pasar¨¢ una semana o dos con la sonda", a?ade el residente, "si le operas abri¨¦ndole, estar¨ªa con ella un mes".
Un nudo. ?ltimo pitido. Se enciende la luz. Todo parece empezar. Pero todo termina, Da Vinci y el cirujano dentro de ¨¦l se detienen. Un hombre, 57 a?os, a¨²n dormido, es el aut¨¦ntico protagonista.
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