Malditas princesas
Da igual lo que les ense?es en casa. La invasi¨®n de personajes infantiles en todo tipo de objetos deja bien claro lo que es "de ni?os" y "de ni?as"
?No ten¨¦is la impresi¨®n de que toda la infancia de esta generaci¨®n est¨¢ tematizada? Me refiero a que todo, desde juguetes a ropa, pasando por mochilas, toallas y cualquier otro objeto que pueda usar un ni?o o ni?a, tiene estampados a una serie de personajes de los que es imposible huir. Aunque ni siquiera hayan visto la serie o pel¨ªcula de turno.
Hay una edad en la que todo es Mickey, Peppa y, desde hace un par de a?os, la Patrulla Canina. Despu¨¦s llegan Hello Kitty, los ponys demenciales, las princesas Disney, los superh¨¦roes y los Minions. Y luego, Soy Luna (antes Violetta) y el universo Star Wars, antes de que dejen de lado todo lo que les parezca infantil y se vistan de g¨®ticos y se hagan piercings a escondidas.
Aparte de que nos saquen los cuartos y de que se acaba imponiendo una uniformidad que hace que te encuentres a Elsa y Anna tanto en El Corte Ingl¨¦s como en el Primark como en el bazar de la esquina, el problema que le veo a esta eclosi¨®n del merchandising es que acent¨²a a¨²n m¨¢s los roles de g¨¦nero que asumen los ni?os en cuanto pisan la guarder¨ªa. Porque hay personajes "de ni?os" y personajes "de ni?as". Da igual que en casa tengas coches y mu?ecas indistintamente, que machaques con que no hay juguetes ni colores de ni?os ni de ni?as sino que cada uno puede usar lo que quiera.
Ya he contado alguna vez c¨®mo mi hijo mayor ha sido objeto de escarnio desde peque?o porque quer¨ªa pintarse las u?as de colores, al igual que sus hermanas. Ahora le ha tocado el turno a la peque?a. A sus cinco a?os, le gustan las princesas y el maquillaje, pero tambi¨¦n, no me pregunt¨¦is por qu¨¦ porque nunca hemos visto ning¨²n dibujo del personaje, el incre¨ªble Hulk. Pero cuando lleg¨® este curso a su cole nuevo con su vaso de Hulk, volvi¨® triste porque algunas ni?as se hab¨ªan re¨ªdo de ella. Lo mismo que le pas¨® otro d¨ªa que llev¨® su camiseta de Tortugas Ninja.
Con esa capacidad de adaptaci¨®n de los ni?os, ha entendido que eso son personajes "de chicos". As¨ª que para no volver a sufrir burla, el d¨ªa que le toc¨® ser ayudante de la profesora de ingl¨¦s, eligi¨® para ponerse al cuello un medall¨®n con una princesa, en vez de con Darth Vader, que era lo que le apetec¨ªa. "No quiero que se r¨ªan de m¨ª, mam¨¢", me cont¨® por la tarde. El siguiente paso ser¨¢, si su padre y yo no conseguimos convencerla de lo contrario y hacerle entender la importancia del respeto a los dem¨¢s, que ella, para no desentonar, tambi¨¦n se r¨ªa del que tenga gustos diferentes a lo socialmente esperado.?
Para nosotros es m¨¢s bien anecd¨®tico, pero no quiero ni imaginar lo que deben sufrir los ni?os y ni?as transexuales, cuyas primeras manifestaciones suelen ser mostrar preferencia por juegos y ropa normalmente asociados al g¨¦nero opuesto al biol¨®gico. El 90% de los ni?os y adolescentes LGTB en Espa?a han sufrido acoso escolar, seg¨²n un estudio de Cogam de 2013.
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