Si crees en la igualdad, t¨² eres feminista
Solo desde una visi¨®n liberadora e igualitaria acabaremos con la violencia machista
Conmemoramos hoy el D¨ªa Internacional de la Eliminaci¨®n de la Violencia contra la Mujer porque, desgraciadamente, al menos una vez al a?o debemos dar este aldabonazo contra lo que sigue siendo una aut¨¦ntica pandemia global. Naciones Unidas considera que el 70% de las mujeres sufren violencia en su vida. Ejercida de muchas maneras: f¨ªsica (con un insoportable corolario de muertes que no cesa), ps¨ªquica (con no menos insoportables vejaciones hasta la destrucci¨®n de la mujer), social (imponiendo falaces estereotipos), laboral (impactando en los salarios y las oportunidades), educativa (ahogando la futura igualdad real). Todo lo que discrimina es violento, porque desconfigura el proyecto vital de una persona. Y la violencia de g¨¦nero puede ser tan sutil¡
Otros art¨ªculos de la autora
Cuando una ni?a tiene car¨¢cter es mandona; cuando el ni?o tiene car¨¢cter apunta relato de futuro. Cuando un hombre destaca, es triunfo; cuando una mujer es competente, se la presupone agresividad y ambici¨®n. Tanto tiempo atribuyendo a los hombres mayor capacidad de liderazgo y a las mujeres m¨¢s sensibilidad, que no es de extra?ar que las mujeres interioricen los mensajes negativos que reciben durante a?os. Y que la vida, luego, les evidencia. Por eso, tampoco es de extra?ar que muchas mujeres abandonen en mitad de la carrera¡
La actriz Emma Watson, flamante embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres, alert¨® hace dos a?os sobre los nocivos estereotipos con los que convivimos cotidianamente. Sin percatarnos. En su legendario discurso en Naciones Unidas dijo: ¡°A los 14 a?os la prensa comenz¨® a sexualizarme¡ a los 18, mis amigos varones no expresaban sus sentimientos¡±. Emma presentaba la campa?a mundial HeForShe, que ha delineado la visi¨®n del feminismo de nuestros d¨ªas: el g¨¦nero no han de ser dos conjuntos opuestos. Ella lo expres¨® as¨ª: ¡°Si apoyas la igualdad puedes ser uno de esos feministas involuntarios¡±. Hombre o mujer. De inmediato, Emma comenz¨® a recibir amenazas crueles. La violencia volv¨ªa a estar ah¨ª.
Tras la liberaci¨®n que nos legaron las hoy madres y abuelas, con su lucha en los sesenta, los hombres y mujeres de nuestros d¨ªas sabemos que para erradicar la violencia machista primero debemos cambiar las mentes. De todos. Porque la equidad supera al g¨¦nero, alcanza los derechos humanos. Y se impone abandonar la idea de que la mujer es un hecho diferencial, cuando representa la mitad de la poblaci¨®n. Sherill Sandberg, la exitosa directora de operaciones de Facebook, afirma en su revelador libro Lean in (Vayamos adelante) que ¡°si las mujeres tuvieran el 50% de los puestos de mayor responsabilidad, ser¨ªa pr¨¢cticamente imposible sentir antipat¨ªa hacia tantas personas¡±. Cierto. Necesitamos un liderazgo femenino contundente.
Falta educaci¨®n en las escuelas para acometer la decisiva tarea de educar por la igualdad a ni?as y ni?os
Aupado en tacones si es nuestro gusto. Sin tener que aparentar masculinidad para demostrar liderazgo. Sin tener que acudir al trabajo con el beb¨¦ bajo el brazo para reivindicar derechos. Sin pretender sostener al ni?o con una mano y al trabajo con la otra. Los hombres no lo hacen. Las mujeres debemos renunciar a ser perfectas y aprender a compartir tambi¨¦n las renuncias.
Solo desde esa visi¨®n liberadora e igualitaria acabaremos entre todos con la violencia machista. En nuestra cultura occidental. Fuera de nuestro c¨ªrculo, la lucha ha de ser espeluznantemente m¨¢s primaria: que las ni?as no sean secuestradas, violadas, embarazadas y obligadas a matrimonios forzosos. ?Qui¨¦n se acuerda de las 200 ni?as nigerianas secuestradas como esclavas sexuales?
Michelle Obama las record¨® cuando lleg¨® a Espa?a para explicar su campa?a Lets girls learn y la espolearon porque ven¨ªa de visitar ?frica. Cierto que en Espa?a no estamos igual. Pero en Espa?a nos hemos tapado los o¨ªdos ante latrocinios muy cercanos, y no abrimos los ojos ante la educaci¨®n que nos falta en las escuelas para acometer la decisiva tarea de educar por la igualdad a ni?as y ni?os.
Ante la Embajada de Nigeria se habr¨ªa manifestado, quiz¨¢s sola, Soledad Cazorla, primera fiscal contra la Violencia sobre la Mujer, que ejerci¨® hasta que la enfermedad se la llev¨® a la tumba. Sin ver en Espa?a su sue?o cumplido: ¡°Esto tan terrible de la mat¨¦ porque era m¨ªa se va a acabar de una vez¡±. Pues no se ha acabado, Soledad. Nigeria es el infierno, s¨ª, pero aqu¨ª las mujeres asesinadas siguen siendo un escarnio social. Y las mujeres maltratadas siguen temiendo denunciar al agresor.
Contra el maltrato machista, pintemos todos y todas, en los pr¨®ximos d¨ªas, ¡°el mundo de naranja¡±, como nos invita a hacer Naciones Unidas. Para un futuro m¨¢s brillante, sin violencia. El naranja era para el rey del color, Kandinsky, s¨ªmbolo de alegr¨ªa y triunfo. Buen presagio.
Gloria Lomana es periodista, analista pol¨ªtica y premio Fedepe 2016 (Federaci¨®n de Mujeres Directivas y Ejecutivas).
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