Relato de una compradora compulsiva
Este trastorno afecta a entre el 6 y el 7% de la poblaci¨®n, seg¨²n un estudio del Hospital Universitario de Bellvitge
"Cuida de los peque?os gastos, un peque?o agujero hunde un barco". La cita de Benjamin Franklin refleja lo que le pas¨® a Mar¨ªa cuando se encontr¨® ahogada en deudas. Esta barcelonesa de 42 a?os, que prefiere ser identificada con un seud¨®nimo, lleg¨® a gastar 10.000 euros en un solo d¨ªa. Entonces no se daba cuenta de que padec¨ªa un trastorno porque estaba metida en una vor¨¢gine que la cegaba. Era compradora compulsiva. En otras palabras, "alguien que adquiere objetos de forma impulsiva para regular estados emocionales negativos". As¨ª lo define Susana Jim¨¦nez, doctora del departamento de Psiquiatr¨ªa del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB). Mar¨ªa, su paciente, lo ratifica: "Compraba varias cosas al d¨ªa para subir la autoestima". Y le sub¨ªa, pero de forma ef¨ªmera. "Entonces necesitaba volver a hacerlo".
El estudio Tratamiento cognitivo conductual de la compra compulsiva, realizado por la doctora Jim¨¦nez, asegura que este trastorno afecta a entre un 6% y un 7% de la poblaci¨®n. Entre j¨®venes el porcentaje aumenta hasta el 30%. La investigaci¨®n se realiz¨® con una muestra de 3.324 pacientes tratados en el HUB entre 2005 y 2015. La mayor¨ªa de personas tratadas forman parte de tres subgrupos sociales que la doctora identifica como altamente vulnerables: hombres que padecen adicci¨®n al juego, mujeres con estudios activas laboralmente que desarrollan el trastorno en la madurez y mujeres j¨®venes con problemas en los estudios o el trabajo con una personalidad ansiosa o depresiva. "En realidad cualquiera de nosotros puede llegar a tener episodios de compra compulsiva, pero normalmente nos autolimitamos", afirma Jim¨¦nez.
"Un adicto a las compras es similar a un drogodependiente", afirma la psiquiatra. Y una vez m¨¢s, el testimonio de Mar¨ªa le da la raz¨®n: "Despu¨¦s de comprar ten¨ªa un sentimiento de culpabilidad terrible". Aunque ten¨ªa disponibilidad econ¨®mica, lleg¨® a pedir cr¨¦ditos para continuar con su ritmo de consumo. "Tuve un ataque de ansiedad muy fuerte. Estuve internada en el hospital cuatro d¨ªas", recuerda. ¡°Soy madre, y pens¨¦ que ten¨ªa que salir como fuera¡±. Entonces, cuenta, toc¨® fondo y decidi¨® someterse a tratamiento. Un 54% de los pacientes deja de comprar a las 12 semanas de haber iniciado la terapia, aunque un 30% de los que la completan suelen recaer.
La llegada de la campa?a comercial de Navidad es una prueba de fuego para las personas rehabilitadas. Este a?o, los espa?oles gastar¨¢n una media de 682 euros esta Navidad, lo que supone un incremento del 4% respecto al a?o pasado, seg¨²n un informe elaborado por Deloitte. El remedio de Mar¨ªa es no pisar las tiendas que un d¨ªa la llevaron a la perdici¨®n. "Me generan rechazo. Me dan tanto miedo que tengo que salir inmediatamente¡±.
"La influencia de la publicidad, el aumento del materialismo como indicador de ¨¦xito social y las facilidades que cada vez m¨¢s tenemos para comprar cualquier tipo de producto son factores que favorecen el incremento del n¨²mero de pacientes con trastorno de compra compulsiva", asegura la doctora. Entre esas "facilidades" se encuentran las compras a trav¨¦s de internet, un negocio que en Espa?a ya mueve m¨¢s de 20.000 millones al a?o y sigue creciendo. Lo que para la mayor¨ªa es una ventaja, para un comprador compulsivo puede ser un infierno. Las tiendas online nunca cierran y eliminan el riesgo de que nos encontremos con alg¨²n conocido. No se trata de estigmatizar el comercio electr¨®nico, explica Jim¨¦nez, sino de sensibilizar a los colectivos m¨¢s vulnerables. "Algunos pacientes ya solo compran en la red -asegura- probablemente las tasas de compra compulsiva aumenten en los pr¨®ximos a?os¡±.
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