Visiones pasadas de la ciudad futura. La influencia del cine en la arquitectura.

La arquitectura que aparece como marco de la ficci¨®n cinematogr¨¢fica influye en ciertos casos en la futura configuraci¨®n de la ciudad. Esta arquitectura de cine puede ser la existente m¨¢s o menos manipulada o una recreaci¨®n mim¨¦tica de arquitecturas actuales o pret¨¦ritas. Tambi¨¦n puede consistir en una aut¨¦ntica invenci¨®n o en una interpretaci¨®n de arquitecturas descritas en la literatura.

En cualquiera de los casos anteriores la aparici¨®n en la pantalla de estas arquitecturas orienta la percepci¨®n del espectador y nutre la memoria colectiva de los espacios y los estilos arquitect¨®nicos. A trav¨¦s de este proceso se crea un circuito de retroalimentaci¨®n por el cual la arquitectura aparecida en el cine influye en la arquitectura futura de la ciudad. Esto se traduce en una especie de ¡°contaminaci¨®n figurativa¡± de esta por aquella. Podemos encontrar ejemplos en el g¨¦nero de ciencia-ficci¨®n donde pretendiendo anticipar la arquitectura del futuro se ha generado una influencia real en la configuraci¨®n de la misma a trav¨¦s de una inspiraci¨®n m¨¢s o menos consciente en los proyectos de los arquitectos.

Determinadas visiones cient¨ªficas, pl¨¢sticas o literarias han podido influir de modo directo en la arquitectura construida, pero a menudo esta influencia ha llegado a trav¨¦s del filtro cinematogr¨¢fico, al proporcionar una representaci¨®n visual mucho m¨¢s cercana y asimilable y facilitar su sedimentaci¨®n en nuestra memoria. Con frecuencia el circuito seguido por una idea o imagen arquitect¨®nica habr¨¢ transitado de la ciencia a la literatura, de esta al dibujo o la pintura e incluso al c¨®mic y finalmente al cine para de all¨ª acabar materializ¨¢ndose en obras de arquitectura.

Siguiendo un recorrido cronol¨®gico podemos encontrarnos con visiones ilustradas como las de Moses King de 1908, titulada Sue?o de New York o poco despu¨¦s, en 1913, La ciudad futura de Harvey Willey Corbet. En 1914 aparece el proyecto de La citt¨¤ nuova del arquitecto italiano Antonio Sant¡¯ Ellia, de est¨¦tica futurista. Estas obras guardan grandes similitudes con las ambientaciones cinematogr¨¢ficas posteriormente aparecidas en Metr¨®polis, de Fritz Lang en 1927 y Just Imagine, de David Butler en 1930. En la misma ¨¦poca, el arte de vanguardia ofrece sus propias versiones de la ciudad moderna, que coinciden con ciertas exaltaciones literarias coet¨¢neas de la belleza del caos. Sendos collage de Paul Citro?n y Kazimierz Podsadecki, titulados Metr¨®polis y la Ciudad-crisol de vida, respectivamente y fechados en los a?os 1923 y 1929 son representativos de esas aportaciones art¨ªsticas a la imagen de ciudad. Tambi¨¦n en 1929 aparecen visiones urban¨ªsticas en la misma l¨ªnea, como Futuro eje industrial de Nicolau M? Rubi¨® i Tudur¨ª o Centro de negocios del futuro, de Hugh Ferris. Las v¨ªas de circulaci¨®n a distintos niveles entre los altos edificios son una caracter¨ªstica com¨²n de estas propuestas y de las ya citadas.

Un film paradigma de todas estas influencias y contaminaciones est¨¦ticas es La vida futura, de William Cameron Menzies, estrenada en 1936. Despu¨¦s de la casi total destrucci¨®n de la civilizaci¨®n a consecuencia de las guerras del siglo XX, en 2036 se construye Everytown, la ciudad subterr¨¢nea que proporcionar¨¢ a los supervivientes un habitat tecnol¨®gico, ordenado y eficiente. Este modelo de ciudad contrasta con el mucho m¨¢s ca¨®tico y conocido de Metr¨®polis. Se basa en una novela de H.G. Wells: The Shape of Things to Come. No en vano este autor es conocido por su visiones ut¨®picas a partir de la capacidad transformadora de la ciencia y sus aplicaciones tecn¨®logicas. La ambientaci¨®n arquitect¨®nica de esta pel¨ªcula cont¨® con aportaciones de personajes como Le Corbusier, L¨¦ger y Lazlo Moholy-Nagy. Tambi¨¦n se le atribuyen influencias est¨¦ticas de los c¨®mics de Flash Gordon. A su vez la arquitectura de esta ciudad futura parece haber inspirado el modelo actual de edificio comercial, hotelero o de oficinas desarrollado en torno a un inmenso atrio, con profusi¨®n de galer¨ªas, pasos elevados y ascensores transparentes. Estas semenjanzas son evidentes por ejemplo en los hoteles de John Portman en los EE UU.

Un ejemplo que podr¨ªa cerrar el c¨ªrculo de las relaciones mencionadas entre arquitectura y ficci¨®n, en continuo proceso de retroalimentaci¨®n, es el de la aparici¨®n en el cine de la ciudad de Seaside. Obra representativa del New Urbanism construida en Florida de nueva planta con cierto estilo nost¨¢lgico, fue elegida para el rodaje en 1998 de la pel¨ªcula de Peter Weir titulada el Show de Truman, donde lo que se pretend¨ªa es que fuera un decorado de plat¨® para una serie tipo reality show. Es decir la arquitectura real como ¡°actriz que interpretaba el papel de decorado¡±. Se trata de un caso inverso al habitual en los estudios de Hollywood cuyos complejas recreaciones llegaron a simular ciudades de todas las ¨¦pocas y continentes de modo m¨¢s o menos realista, idealizado o incluso delirante. A menudo alguna urbanizaci¨®n o complejo tur¨ªstico nos recuerda a los decorados de esta ¨²ltima tendencia.