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Kirk Douglas, o el milagro de llegar a los 103 a?os contra viento y marea Una gran ovaci¨®n para ¨¦l no por el hecho biol¨®gico de llegar al siglo de vida, sino por la dignidad, la fiereza y la honestidad con la que ha vivido cada uno de esos d¨ªas "Mi padre s¨®lo ten¨ªa un caballo y una carreta", recuerda Douglas, "as¨ª que se hizo trapero. Viv¨ªamos en el lugar m¨¢s pobre de la ciudad, donde todas las familias sufr¨ªan para sobrevivir, e incluso all¨ª el trapero representaba lo m¨¢s bajo de la escala social. Y yo era el hijo del trapero". Kirk Douglas naci¨® rodeado de miseria. Issur Danielovitch, de padres jud¨ªos inmigrantes rusos, se cri¨® en la marginaci¨®n en el barrio m¨¢s antisemita de Nueva York. Para sacar adelante a sus 6 hermanas encaden¨® desde ni?o m¨¢s de 40 trabajos (repartidor de peri¨®dicos, vendedor de golosinas, combates de lucha libre) hasta que decidi¨® cambiarse el nombre a Kirk Douglas y alistarse en el ej¨¦rcito para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Su hambre voraz por demostrarle al mundo que pod¨ªa ser alguien le convierte en la m¨¢s impetuosa encarnaci¨®n del sue?o americano. Cordon Durante sus d¨ªas como estudiante de interpretaci¨®n, Kirk no ten¨ªa donde caerse muerto, hasta el punto de provocar su propio arresto para pasar una noche en la c¨¢rcel y as¨ª dormir bajo techo. "Llevaba un abrigo muy fino que alguien me hab¨ªa regalado, en pleno invierno. Una compa?era de clase me vio, y debi¨® sentir l¨¢stima, porque convenci¨® a su t¨ªo de que me diese su abrigo. Lo llev¨¦ durante dos a?os", recuerda el actor. Aquella compa?era era Betty Joanne Perske, quien a?os despu¨¦s se inmortalizaba con el nombre art¨ªstico de Lauren Bacall (los dos en la imagen en 'El trompetista', 1950). Ella misma volvi¨® a salvar a Douglas del feroz fr¨ªo (esta vez el del anonimato) cuando le recomend¨® al productor de 'El extra?o amor de Martha Ivers' (Lewis Milestone, 1946) para que se reuniese con el actor y le diese una oportunidad. Aquel ser¨ªa el primer trabajo en el cine de Douglas. Cordon La primera fastuosa invitaci¨®n a la fiesta de Hollywood le lleg¨® cuando le ofrecieron protagonizar la superproducci¨®n 'El gran pecador' (Robert Siodmak, 1949), junto a Ava Gardner y Gregory Peck. El sueldo era astron¨®mico, era la pel¨ªcula del a?o... y Kirk Douglas dijo que no. Su empe?o por interpretar a tipos duros ("los hombres buenos no resultan fotog¨¦nicos", explicar¨ªa a?os despu¨¦s) le llev¨® a apostar por una pel¨ªcula marginal, 'El ¨ªdolo de barro' (en la foto, 1949), la historia de un boxeador que, como Douglas, buscaba ganarse el respeto de los dem¨¢s siguiendo su instinto. Aquel ¨®rdago fue su primer salto mortal, y cay¨® de pie: 'El gran pecador' fracas¨® estrepitosamente, mientras que 'El ¨ªdolo de barro' arras¨® y coron¨® a Douglas como una estrella con una nominaci¨®n al Oscar. Cordon Michael, su hijo mayor (hoy 72 a?os), considera que la fama y el prestigio de Kirk tiene una visceral motivaci¨®n: ganarse el respeto de su padre. Kirk siempre mantuvo una relaci¨®n ¨¢rida con su padre, Harry, un inmigrante ruso que trabajaba como un animal. El actor recuerda su primera visita a casa tras rodar 'El extra?o amor de Martha Ivers'. "Le dije a mi padre: 'He hecho una pel¨ªcula'. ?l respondi¨®: 'Ya lo s¨¦'. Le pregunt¨¦ si le hab¨ªa gustado y me dijo: 'S¨ª'. Esa fue toda nuestra charla". En contraste, su madre, Bryna, le abrig¨® siempre, y Kirk bautiz¨® su productora en su honor. "Me la llev¨¦ en limusina a Times Square, y le recit¨¦ lo que pon¨ªa en el enorme cartel: 'Bryna presenta: 'Los vikingos' [Richard Fleischer, 1958]', porque ella no sab¨ªa leer", recuerda Douglas. Su madre s¨®lo pudo asombrarse ante este homenaje y decir: "Am¨¦rica, qu¨¦ tierra tan maravillosa". En la imagen, Kirk, con sus dos hijos, Michael y Joel, en 1954. Hace falta mucha lujuria por la vida para llegar a los 100 a?os. Pero la mayor lascivia que Kirk Douglas ha sentido es hacia su profesi¨®n. A punto estuvo de costarle su cordura cuando utiliz¨® su cuerpo para adentrarse en los infiernos de Van Gogh en 'El loco del pelo rojo' (Vincente Minelli, 1956). El actor, cuyo m¨¦todo consiste en permitir que sus personajes se apoderen de ¨¦l dentro y fuera del rodaje, reconoce que perdi¨® el control y que durante aquellos meses pudo sentir c¨®mo poco a poco iba perdiendo la cabeza. Su siguiente pel¨ªcula ser¨ªa 'Senderos de gloria', dirigida por un casi debutante Stanley Kubrick, que a punto estuvo de rematarle. Cordon "La mejor forma de conocer a un hombre es fij¨¢ndose en su esposa", garantiza Kirk. ?l ha tenido dos. Tras un matrimonio de ocho a?os con Diana Dill, con quien tuvo dos hijos (Joel y Michael), Kirk Douglas se enamor¨® de Anne Buydens (Hannover, 97 a?os) mientras rodaba 'El loco del pelo rojo' en Francia. Diana, que hab¨ªa huido de la Alemania nazi, trabajaba como relaciones p¨²blicas del estudio gracias a su talento para los idiomas. La pareja se cas¨® en Las Vegas y tuvo dos hijos, Peter y Eric. Reconocen que discuten constantemente, pero una de esas broncas le acab¨® salvando la vida al actor. Cuando su vecino Mike Todd, casado con Liz Taylor, le invit¨® a volar con ¨¦l a Nueva York Anne le insisti¨® a su marido que no fuera. Kirk le hizo caso para evitar una discusi¨®n, y el avi¨®n se estrell¨®. "Siempre he tenido intuiciones", recuerda Anne. En la imagen, la pareja en Cannes, en 1966. Cordon Douglas comparti¨® pantalla con Burt Lancaster en siete pel¨ªculas. Se ha escrito mucho sobre su entra?able amistad, pero en realidad se trat¨® de una estrategia publicitaria: su rivalidad y competitividad por ser el mejor funcionaba como un combustible que hac¨ªa que al compartir pantalla sacasen lo mejor de s¨ª mismos. Se despreciaban como hombres, pero se respetaban como actores. Douglas se sent¨ªa acomplejado por parecer m¨¢s bajo que Lancaster (1,76 frente a 1,88), as¨ª que utilizaba alzas en los zapatos. El d¨ªa que Burt se las escondi¨® para ridiculizarle, Kirk mont¨® en c¨®lera y se neg¨® a salir de su camerino hasta que no le trajesen otro par de alzas. Se las trajeron inmediatamente, pero Lancaster nunca le devolvi¨® las suyas. En la imagen, los dos en 'Duelo de titanes' (1957, John Sturges). Cordon La consolidaci¨®n de Douglas como estrella infalible para la taquilla lleg¨® con un pu?ado de 'westerns'. Pocos cabalgaban como ¨¦l, y su talento para manejar armas sin inmutarse se tradujo en recaudaciones millonarias. El p¨²blico no se cansaba de verle en pantalla, y ¨¦l sigui¨® siendo el mismo testarudo implacable obsesionado por impresionar a los dem¨¢s. "Cuando te conviertes en una estrella, no cambias. Pero todos los dem¨¢s s¨ª", explica el actor. "[La actriz] Hedda Hopper me acus¨® de comportarme como un hijo de puta porque era una estrella, y le contest¨¦: 'Te equivocas: siempre he sido un capullo, lo que pasa es que no te hab¨ªas dado cuenta hasta ahora". Cordon Qui¨¦n les iba a decir a Olivia de Havilland y Kirk Douglas mientras bailaban agarrados durante el Festival de Cannes de 1953 (en la imagen) que 53 a?os m¨¢s tarde cumplir¨ªan 100 a?os (ella el pasado 1 de julio) convertidos en los ¨²ltimos supervivientes del Hollywood cl¨¢sico. Ambos tienen mucho m¨¢s en com¨²n que sus a?os de nacimiento: los dos pusieron de rodillas a Hollywood y destruyeron los cimientos de una industria esclavista con sus estrellas. Tras dar su primer pelotazo como actor, Douglas se neg¨® a firmar el contrato est¨¢ndar de siete a?os seg¨²n el cual los actores estaban obligados a aceptar todos los proyectos que el estudio quisiera. ?l valoraba su libertad por encima de todo, y revolucion¨® la industria convirti¨¦ndose en la primera estrella en fundar su propia productora. Olivia De Havilland tambi¨¦n se rebel¨® contra el sistema cuando llev¨® a la Warner a juicio, cuya resoluci¨®n engendr¨® la 'Ley De Havilland', que puso fin definitivamente a la esclavitud de las estrellas. Cordon Su olfato como productor le llev¨® a apostar por directores desconocidos en su momento como Billy Wilder (en 'El gran carnaval', 1951) o Stanley Kubrick. Durante el rodaje de 'Senderos de gloria' (en la imagen), el perfeccionismo del actor choc¨® a diario con la tozudez de Kubrick. Incluso llegaron a las manos cuando Kubrick reescribi¨® el guion de arriba a abajo sin el consentimiento de Douglas. "Me reun¨ª con ¨¦l en mi camerino", recuerda el actor, "y le insult¨¦ con todas las palabras que se me ocurrieron. Le expliqu¨¦ que yo hab¨ªa conseguido financiaci¨®n gracias al guion original, no a aquella mierda, y le tir¨¦ su nuevo gui¨®n a la cara. Stanley ni siquiera pesta?e¨®. Acabamos rodando la versi¨®n original". Hoy la pel¨ªcula es un cl¨¢sico, y Douglas, a pesar de sus diferencias, sab¨ªa que Kubrick era un genio y volvi¨® a contratarle para dirigir la ambiciosa 'Espartaco'. Cordon "He hecho m¨¢s de 85 pel¨ªculas, pero 'Espartaco' es de la que me siento m¨¢s orgulloso". Douglas utiliz¨® su poder como productor para que Dalton Trumbo, el guionista perseguido por la caza de brujas anticomunista del senador McCarthy, pudiera poner su nombre en los cr¨¦ditos sin utilizar pseud¨®nimo. Tras una d¨¦cada apestado y escribiendo en la sombra, Douglas luch¨® por devolverle a Trumbo su cr¨¦dito y su dignidad. Simb¨®lica y legalmente, aquel regreso a la luz de Trumbo puso fin a la infame lista negra de Hollywood, y el m¨ªtico final de 'Espartaco' (1960), con todos los esclavos gritando "yo tambi¨¦n soy Espartaco" conmovi¨® a millones de espectadores por su ¨¦pica solidaridad y humanidad, la misma que Douglas tuvo con Trumbo. Cordon Douglas no ha tenido problemas en reconocer sus infidelidades con medio Hollywood, siempre con el consentimiento de su pareja, porque seg¨²n ¨¦l, "las europeas [su mujer, Anne Buydens, es alemana] se lo toman de otra forma". Marlene Dietrich, Joan Crawford, Rita Hayworth y Lana Turner (en la foto, en 'Cautivos del mal', 1952) son algunas de sus amantes, cuyos escarceos Douglas describi¨® en su biograf¨ªa amorosa 'Let's face it. 90 years of living, loving and learning'. En el libro tambi¨¦n recuerda c¨®mo perdi¨® la virginidad a los 15 a?os con su profesora, y lo bien que se lo pas¨® con una azafata de vuelo a la que le gustaba que le abofeteasen mientras gritaba: "?Soy nazi!". Por su 90 cumplea?os, su hijo Michael organiz¨® una fiesta por todo lo alto en honor a su padre. Kirk se mostr¨® tan emocionado como jocoso: "Esta fiesta s¨®lo demuestra que si tienes mucho dinero puedes conseguir que Michael Douglas d¨¦ un discurso en tu cumplea?os". Michael le debe a su padre mucho m¨¢s que su educaci¨®n, su integridad y su profesionalidad. En 1974 Kirk compr¨® los derechos de la obra de teatro 'Alguien vol¨® sobre el nido del cuco', que ¨¦l mismo hab¨ªa protagonizado en Broadway. Su intenci¨®n era que Michael la produjese. La pel¨ªcula, con Jack Nicholson (en la foto con Kirk y Michael) a la cabeza, gan¨® cinco Oscars, entre ellos el de mejor pel¨ªcula. Michael subi¨® a recoger la estatuilla con sus 31 a?os y arrancando su exuberante carrera desde la cima: su padre le coloc¨® en lo m¨¢s alto, ¨¦l s¨®lo tuvo que mantenerse. Cordon Los problemas de su hijo Eric Douglas (en la foto) con el alcohol, las drogas y la justicia se convirtieron en la base de su carrera como c¨®mico. En sus mon¨®logos, Eric explicaba c¨®mo era su d¨ªa a d¨ªa ostentando el t¨ªtulo de oveja negra oficial del clan Douglas. En 1999, durante un desayuno con su padre, Eric ingiri¨® tantos ansiol¨ªticos que no fue capaz de tragar y Kirk le salv¨® la vida sac¨¢ndole la comida de la garganta. Tras pasarse ocho d¨ªas en coma, Eric sigui¨® entrando y saliendo de centros de rehabilitaci¨®n hasta que en 2004 muri¨® de una sobredosis accidental de tranquilizantes, analg¨¦sicos y alcohol. Ten¨ªa 46 a?os. Su padre declar¨®: "Uno nunca se recupera de algo as¨ª, pero sigues adelante. Todo forma parte de la vida". Cordon "Me enamor¨¦ de una chica guap¨ªsima, y 60 a?os despu¨¦s sigo enamorado de ella". As¨ª de claro. El matrimonio entre Kirk Douglas y Anne Buydens (Hannover, Alemania, 97 a?os) ha cumplido 62 a?os en 2016. "Mi vida es como un mal guion de serie B. Es una cursilada. Si me ofrecieran protagonizarla en una pel¨ªcula, la rechazar¨ªa", bromea. Kirk y Anne van a todas partes juntos, siempre agarrados de la mano, y les encanta recordar batallitas: el accidente a¨¦reo que en 1991 le cost¨® la vida a dos pasajeros, pero del que el actor sali¨® ileso; el infarto que en 1996 le dej¨® sin habla, y su posterior recuperaci¨®n. "Cuando est¨¢s cerca de la muerte, se supone que tu familia ha de tenerte entre algodones", explica Douglas, "pero el d¨ªa que le ped¨ª a mi mujer que me trajese el desayuno a la cama me respondi¨® que para eso tendr¨ªa que dormir en la cocina". Douglas recuper¨® el habla y pudo agradecer el Oscar honor¨ªfico que le concedieron ese mismo a?o. E incluso volvi¨® al cine. Cordon Kirk Douglas tiene siete nietos. En la foto, posa disfrazado de payaso con los dos m¨¢s j¨®venes: Carys y Dylan, los hijos de Michael con la actriz Catherine Zeta-Jones. El tercer nieto que le ha dado Michael, Cameron (38 a?os, su madre es Diandra Luker), acaba de salir de la c¨¢rcel tras 7 a?os por posesi¨®n de drogas. Cameron lleva una vida err¨¢tica, que alterna con trabajos espor¨¢dicos en el cine: apareci¨® en la comedia familiar 'Herencia de familia' (Fred Schepisi, 2003), junto a su abuelo, su padre y su abuela Diana, la primera esposa de Kirk, con quien sigue guardando una afectuosa y respetuosa amistad 55 a?os despu¨¦s de su divorcio. Cordon Cuando cumpli¨® 99 a?os en 2015, Kirk (y su mujer Anne, sus manos entrelazadas en la foto) prefiri¨® hacerle un regalo a la profesi¨®n que le ha dado todo lo que tiene. Su donaci¨®n de 14 millones de euros a una casa de acogida para actores con alzheimer permiti¨® la construcci¨®n de un nuevo edificio, que Kirk rechaz¨® bautizar con su propio nombre: la residencia se llama "el asilo de Harry", en honor al padre del actor. Kirk y su esposa Anne Douglas han donado un total de 37 millones de euros a causas ben¨¦ficas, la mitad de su fortuna. Pero ¨¦l no tiene ning¨²n inter¨¦s en regodearse en su filantrop¨ªa y generosidad. ?l es, simplemente Kirk, el hijo de un trapero. Cordon