Es la hora de la ley de la Dependencia
Casi 400.000 personas se encuentran a la espera de entrar en el sistema
Nos hubiera gustado celebrar este d¨¦cimo aniversario de la aprobaci¨®n de la ley de Dependencia (su nombre oficial es Ley de Promoci¨®n de la Autonom¨ªa Personal y Atenci¨®n a las Personas en situaci¨®n de Dependencia) diciendo que los objetivos que los socialistas nos marcamos con el impulso de la norma se han cumplido. No ha sido as¨ª porque en el ¨²ltimo lustro, con el Gobierno del Partido Popular, la dependencia no escap¨® a la pol¨ªtica antisocial que antepuso la austeridad a la inversi¨®n social como protecci¨®n ante los efectos de la crisis y como activo econ¨®mico. Un tercio de las personas dependientes no recibe ninguna prestaci¨®n o servicio, mientras que las desigualdades entre territorios en la aplicaci¨®n de la norma se debe no solo a aspectos ideol¨®gicos, sino a que el Estado ha dejado en los hombros de las autonom¨ªas el peso de su financiaci¨®n: las comunidades afrontan un 77,4% del presupuesto, cuando no deber¨ªa superar el 50%.
El Gobierno no solo traslad¨® a las comunidades el cumplimiento del d¨¦ficit, siendo estas las grandes prestadoras de los servicios b¨¢sicos como la educaci¨®n y la sanidad, que exigen grandes recursos (solo en Andaluc¨ªa, la m¨¢s poblada, ambos sistemas p¨²blicos representan 83 de cada 100 euros del presupuesto), sino que adem¨¢s las abandon¨® en materia de dependencia. Las mujeres son las grandes perjudicadas por este frenazo, ya que el cuidado de las personas que han quedado al margen del sistema ha reca¨ªdo sin opci¨®n en ellas, ahora sin cotizaciones sociales, dej¨¢ndolas sin pensiones contributivas en el futuro. El recorte social en dependencia, que se sit¨²a en 2.865 millones de euros con Rajoy en La Moncloa, ha recortado oportunidades futuras.
Como ponente en el tr¨¢mite parlamentario, expliqu¨¦ siempre que la norma consagraba en nuestro Estado del bienestar un derecho que hasta la fecha era subjetivo y con ¨¦l se forjaba un cuarto pilar de nuestro modelo social, pero sin olvidar que se trataba de una iniciativa de gran alcance estrat¨¦gico para nuestro pa¨ªs. Respond¨ªa al doble reto del envejecimiento y al cuidado de las personas que, por diferentes razones, necesitaban la ayuda de otras personas, la m¨¢s de las veces familiares. As¨ª, lo que hasta entonces era asistencialismo o voluntarismo familiar se convert¨ªa en un derecho, y con ¨¦l el Estado asum¨ªa una responsabilidad con la ciudadan¨ªa, atend¨ªa a un reto de futuro y, un aspecto que olvidamos con frecuencia, se potenciaba un sector econ¨®mico, a la vez que reconoc¨ªamos la protecci¨®n social de decenas de miles de cuidadoras.
Para los socialistas, esta ley resum¨ªa nuestro proyecto social y cimentaba una idea que la crisis y las medidas adoptadas por la derecha han combatido con denuedo: la inversi¨®n social como fuente de igualdad y riqueza. Existe una econom¨ªa de la igualdad, que emana de la resoluci¨®n de las desigualdades principales ¡ªentre hombres y mujeres, sobre todo¡ª y que articula un modelo econ¨®mico que solo es eficaz y eficiente si genera equidad, si cierra brechas sociales, con poderes p¨²blicos que atienden a las personas en sus momentos vitales m¨¢s vulnerables, no sin antes haber evitado que lleguen esos episodios de debilidad. La crisis nos ha ense?ado que la vulnerabilidad alcanza a la mayor¨ªa de los hogares.
La inversi¨®n social es una fuente de igualdad, empleos y riqueza
Es la hora de la Ley de la Dependencia. Tenemos la oportunidad pol¨ªtica, con un Gobierno en minor¨ªa y una pluralidad de grupos en el Congreso capaces de alcanzar un gran acuerdo. Los socialistas defendimos esta ley que ha sido reiteradamente maltratada por el Partido Popular. A este los argumentos sociales le parecer¨¢n d¨¦biles o sencillamente se conformar¨¢n con un sistema asistencialista de cobertura, sin ver el alcance estrat¨¦gico que tendr¨ªa impulsar esta ley ante el gran reto del envejecimiento y su impacto en las cuentas p¨²blicas: el CSIC sostiene que para 2050 las personas mayores de 65 a?os superar¨¢n el 30% de la poblaci¨®n espa?ola. La reedici¨®n de un gran pacto social por las pensiones exige otro similar con las comunidades aut¨®nomas (es fundamental en la negociaci¨®n sobre financiaci¨®n) para blindar el sistema p¨²blico de autonom¨ªa personal, lo cual se consigue con m¨¢s inversi¨®n que retorne mediante la creaci¨®n de empleos. Un sistema p¨²blico fuerte contribuye a la conciliaci¨®n familiar (sobre todo a la incorporaci¨®n de la mujer al trabajo y a desarrollar sus carreras profesionales), crea puestos de trabajo y retorno mediante impuestos.
Seg¨²n la Asociaci¨®n Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, en su dictamen de febrero de 2016 sobre la ley, la ratio de empleos directos por mill¨®n de inversi¨®n p¨²blica es de 35 y la tasa de retorno es del 38,3%. Casi 400.000 personas est¨¢n a la espera de entrar en el sistema ¡ªactualmente 1.180.435 personas son atendidas¡ª, lo que representar¨ªa 90.000 nuevos empleos. No se vea a la dependencia como una carga social, es una oportunidad de econom¨ªa por la igualdad. Y no se pretenda su reforma a la baja, porque los socialistas estaremos liderando lo contrario. Es la hora de la ley de Dependencia, por justicia social e igualdad, porque un Estado que protege es un Estado fuerte y unido.
Cumple diez a?os una de las leyes m¨¢s avanzadas en materia social de Europa, que nos hizo un pa¨ªs m¨¢s decente, otra vez de la mano de un Gobierno del PSOE. Hoy trabajaremos para un gran acuerdo pol¨ªtico y social en su defensa, cuyos puntos de partida para el PSOE son la recuperaci¨®n de la cotizaci¨®n para los cuidadores familiares, la modificaci¨®n del actual sistema de financiaci¨®n para garantizar el cumplimiento del compromiso inicial de financiaci¨®n a partes iguales entre el Estado (50%) y las comunidades aut¨®nomas (50%), la reposici¨®n del nivel acordado y el 13% del nivel m¨ªnimo de financiaci¨®n, as¨ª como devolver a las familias el 15% de p¨¦rdida de las prestaciones econ¨®micas por cuidado familiar de los ejercicios 2012 a 2016, entre otras cuestiones.
Miremos al futuro. Imaginemos los pr¨®ximos diez a?os, con un sistema p¨²blico de autonom¨ªa personal que cohesione a las familias, no recluya a la mujer en el cuidado de nuestros mayores y dependientes, con igualdad de protecci¨®n con independencia de donde vivamos. Porque si algo une de verdad un pa¨ªs es la leg¨ªtima aspiraci¨®n a la igualdad.
Miguel ?ngel Heredia es secretario general del Grupo Parlamentario Socialista. Fue ponente de la Ley de Promoci¨®n de la Autonom¨ªa Personal y de atenci¨®n a las Personas en Situaci¨®n de Dependencia.
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