Un poquito de herramientas para dar forma al presidente norteamericano. Sierras, eslabones, tijeras, alicates y artefactos alucinantes que suponemos corrientes e inofensivos pero que a simple vista podr¨ªan desfilar en cualquier peli de terror de James Wan. Tranquilos, Donald Trump no ha sufrido da?os durante la creaci¨®n de su figura de cera en Madrid.
Davit Ruiz?C¨®mo concentrarse mientras Trump te mira fijamente? Hasta el amo absoluto del cincel, el rey del pulso y la precisi¨®n, el maestro mundial de las cuchillas, palillos y vaciadores o el campe¨®n ol¨ªmpico de modelar arcilla, se podr¨ªan quedar paralizados ante sus ojos vigilantes. Es como descubrir un payaso de peluche en plena noche en tu dormitorio. Sabes que es un peluche, claro, pero te haces caquita.
Davit RuizMuchos otorgan al nuevo inquilino de la Casa Blanca el papel de villano, de Doctor Maligno, de ser mal¨¦fico venido al mundo para aplastarlo y fum¨¢rselo entre carcajadas. Suponemos que para cumplir con ese clich¨¦ es necesario dotarle de una mano firme y fuerte. Estas manos de cera tienen sus cinco dedos y su mu?eca, es cierto, pero si les das una copa se les escurrir¨ªa como a un Playmobil.
Davit RuizNo es cortinilla, no es cabello de mu?eca¡ es otra cosa. Transformar en un ente s¨®lido el souffle que adorna la cabeza de Donald Trump no es tarea f¨¢cil. Hay que lograr un equilibrio entre ese pelo indomable y la fragilidad de una peluca endeble. La opci¨®n ¡®campo segado¡¯ es resultona a la par que valiente porque, en esta fase preliminar, evoca a los tartazos c¨®micos y el merengue que permanece ah¨ª arriba despu¨¦s de ser recibidos.
Davit RuizAqu¨ª se ha apostado sobre seguro, sin riesgos. Ha ganado la opci¨®n conservadora del zapato de vestir con cordones y picado en la puntera. Un semi-Brogue, un Cromwell o incluso un Grafton para proyectar poder y seriedad. Est¨¢ claro que unas pantuflas o unas Crocs hubiesen sido un exceso pero ?por qu¨¦ no calzarle unas deportivas? Como los ejecutivos que el viernes, con esa licencia del casual friday, van al trabajo sin corbata y con unas New Balance.
Davit RuizCejas pobladas tipo velcro, como las de Groucho o Gallard¨®n, son pan comido. En este caso el trabajo es m¨¢s meticuloso porque son cejas pobladas tipo pelaje equino. Unas cejas que exigen ser cuidadas como las crines del caballo, con su acondicionador y cepillado diario. Unas cejas que se pueden llevar con coleta, con raya al lado o con mullet. Unas cejas, en definitiva, que en verano te protegen del sol y en verano te cobijan de la lluvia.
Davit RuizEn su vida cotidiana, uno de los gestos m¨¢s imprescindibles para Donald Trump es el de ¡°?cu¨¢nto cuesta eso?¡±, un lenguaje gestual cl¨¢sico que seg¨²n el contexto puede significar cambi¨¦n ¡°guarda tu sucio dinero¡± o ¡°esos millones son migajas para m¨ª¡±. Muy pr¨¢ctica esta uni¨®n de los dedos pulgar e ¨ªndice para poder adquirir art¨ªculos tan lujosos que se escapan a nuestra imaginaci¨®n pero que ¨¦l consume a diario como pipas.
Davit RuizEstos ojos sin pupila. Ojos como los de aquel sabio maestro de la prehist¨®rica serie televisiva Kung Fu. Un lienzo en blanco con el que se podr¨ªa jugar al estrabismo, dibujando unos puntitos muy juntos entre s¨ª. Parece balad¨ª, pero el instante en que los ojos que estos inertes cobren vida ser¨¢ definitivo para que la figura de Donald Trump mantenga cierta dignidad. Unos ojos de haber fumado mucho o muestren s¨ªntomas de no haber dormido, por ejemplo, no los queremos.
Davit RuizUna pared llena de instant¨¢neas del presidente. Ah¨ª dispuestas, pis¨¢ndose las unas a las otras, como cuando el psic¨®pata de una pel¨ªcula trama un crimen absurdo. Y en una de ellas un listado de ¡°perfiles¡±: ¡°empresario¡±, ¡°pol¨ªtico republicano¡±, ¡°personalidad televisiva¡±, ¡°escritor estadounidense¡±, ¡°presidente de la Trump Organization¡± y ¡°fundador de Trump Entertainment Resorts¡±. Todo bien, pero deber¨ªamos incluir el perfil ¡°efecto gafas de solarium en sesiones de rayos uva ¡°.
Davit RuizEncuentra la mano real.Davit RuizEl a?o pasado se filtr¨® la falsa noticia de que la mansi¨®n Playboy estaba conectada a trav¨¦s de t¨²neles con las residencias de actores de Hollywood. Una leyenda as¨ª es insuficiente en el caso de Trump. Para que la gente mordiese el anzuelo tendr¨ªan que inventarse que Hugh Hefner no es m¨¢s que un disfraz bajo el que se oculta Trump. Por eso so?amos con que el trapo brillante que rodea su cuello sea el boceto del bat¨ªn de seda de magnate vividor con el que vestir¨¢n su figura.
Davit RuizUna carpeta en la que pone ¡°Figuras Indira Gandhi¡±, un flyer del Congreso Internacional de Ceropl¨¢stica, el imprescindible mapamundi, despojos varios¡ Todo indica que estamos delante de un ejemplo cl¨¢sico de desorden controlado, de esa disposici¨®n aparentemente ca¨®tica que a quien habita en ella le permite encontrar cualquier cosa en tiempo r¨¦cord. Un ¨²nico consejo: rescatemos ese mando de aire acondicionado antes de que acabe enterrado bajo una extremidad de cera y en junio no haya forma de encontrarlo.
Davit Ruiz?Cu¨¢ntas veces os hab¨¦is preguntado como hac¨ªan sus portadas brutas los grupos de grind metal, hardcore o d-beat? Obviamente, no tenemos la respuesta, pero no cabe duda de que los armarios del Museo de Cera de Madrid bien podr¨ªan haber servido de bodeg¨®n para adornar alg¨²n disco de Crass, Nailbomb o Discharge. Monta?as de miembros sin due?o, holocausto fake, el fin del mundo en forma de manitas amontonadas. Y una olla enorme.
Davit RuizNo nos enga?emos, son muchos los que prefieren ver as¨ª al se?or que gobernar¨¢ EEUU los pr¨®ximos a?os.
Davit Ruiz
