Fontser¨¨

Rafael Azcona es el arquetipo del genio al que nadie reconoce por la calle. ?l contaba con la ventaja de ser guionista, una profesi¨®n que le importa un bledo a la gente. Pero conquistar esa invisibilidad siendo un insigne actor es algo muy extra?o. Eso es lo que ha logrado, con gran ¨¦xito, Ramon Fontser¨¨.

La estrella de los montajes de Els Joglars es una antiestrella que ha dejado la egolatr¨ªa aparcada en alg¨²n lado. Ha convertido en arte su habilidad para diluirse en los poderosos personajes que suele encarnar ¡ªDal¨ª, Pla, Puyol, Franco, S¨¢nchez Mazas, Galileo Galilei¡ª sin dejarse devorar por ellos. Hace casi cinco a?os que est¨¢ al frente de Els Joglars pero a¨²n hay quien cree que el director es Albert Boadella.

Entre sus alardes recientes se encuentra un v¨ªdeo realizado por David Trueba, la persona que le descubri¨® para el cine, en el que recrea textos de Montaigne, Quevedo y Cervantes. Y ahora, cada lunes, en el Teatro Cofidis Alc¨¢zar de Madrid, se le puede no ver, pero s¨ª admirar, detr¨¢s del asombroso Jorge Sanz en Tiempo, de Quim Masferrer. Fontser¨¨ dirige esta funci¨®n en la que Sanz, desde una silla de ruedas, arroja los pensamientos que le asaltan a un enfermo terminal durante los ¨²ltimos 90 minutos de su vida.

Fontser¨¨ naci¨® hace 60 a?os en Torell¨®, Barcelona. De ni?o convivi¨® con los cerdos que criaba su familia y con el helic¨®ptero que ten¨ªan en el garaje, al que se montaba con su padre como si fuera una bicicleta. Muy cerca de ese ambiente hall¨® su lugar en el mundo, una mas¨ªa en la que ¨¦l provoca que los d¨ªas corran de otra manera.