Esquimales sin hielo
El desabasto de gasolina en M¨¦xico deja en el aire un tufo a racionamiento cubano o par¨¢lisis venezolana
Esquimales sin hielo, cubanos sin az¨²car, mexicanos sin gasolina. Algo alarmante est¨¢ sucediendo cuando un pa¨ªs petrolero experimenta desabasto de gasolina. Las autoridades afirman que el problema s¨®lo se present¨® en algunas regiones y que ser¨¢ subsanado en los pr¨®ximos d¨ªas. Quiz¨¢ sea un incidente pasajero, como el Gobierno afirma, pero en t¨¦rminos de opini¨®n p¨²blica el da?o ser¨¢ severo y prolongado.
Los miles de conductores y transportistas de San Luis Potos¨ª, Michoac¨¢n, Guanajuato y Zacatecas que deambularon de una estaci¨®n a otra para enfrentar letreros que rezaban ¡°No hay gasolina¡± o hicieron fila durante extensas horas para cargar algunos pocos litros, no olvidar¨¢n la experiencia. Y, por extensi¨®n, buena parte de la opini¨®n p¨²blica nacional, que no atina a comprender qu¨¦ concatenaci¨®n de actos de negligencia, torpeza o corrupci¨®n pudieron provocar tal desaguisado.
Despu¨¦s de todo, se supone que la reforma petrolera y las grandes reservas inexploradas eran la gran esperanza del r¨¦gimen para activar la econom¨ªa nacional. Ahora resulta que no hay gasolina para los autos. Y ya se anuncia que en unos cuantos d¨ªas los precios aumentar¨¢n un 20%.
Los mexicanos estamos acostumbrados, desgraciadamente, a que la desigualdad y la pobreza sean un impedimento para adquirir bienes y satisfactores b¨¢sicos. En la econom¨ªa familiar de los m¨¢s desprotegidos hay un desabasto cr¨®nico y permanente. Pero no por falta de mercanc¨ªas, sino por falta de dinero para adquirirlas.
De hecho, los anaqueles de los grandes supermercados son un fiel reflejo de la sociedad de la opulencia (ficticia, pero siempre disponible) o de la eficiencia del mercado, si as¨ª se prefiere.
El desabasto de gasolina rompe esa premisa y, de alguna forma, violenta un acuerdo t¨¢cito entre los mexicanos y su Gobierno. Hay desigualdad, pero tambi¨¦n hay existencias pr¨¢cticamente de cualquier cosa que ofrezca el hemisferio occidental para el que pueda pagarlo. Lo que acaba de suceder, en cambio, deja en el aire un tufo a racionamiento cubano, par¨¢lisis venezolana o desabasto cr¨®nico de la vieja Europa del Este.
Lo que acaba de suceder deja en el aire un tufo a racionamiento cubano, par¨¢lisis venezolana o desabasto cr¨®nico de la vieja Europa del Este
Desde luego que hay argumentos t¨¦cnicos para explicar que la gasolina haya escaseado en las bombas durante este periodo navide?o. Y tampoco tengo dudas que podr¨¢n subsanarlo cabalmente. El problema de fondo son las razones por las cuales M¨¦xico se convirti¨® en un pa¨ªs importador de gasolinas a pesar de que siempre ha sido exportador de petr¨®leo. Se nos dice que en el corto plazo resulta m¨¢s barato comprar el combustible en el extranjero que invertir en refiner¨ªas para procesarlo nosotros mismos. Las refiner¨ªas que tenemos, incluso, son tan anacr¨®nicas e ineficientes por a?os de desinversi¨®n y negligencia laboral, que la gasolina refinada en nuestras instalaciones sale m¨¢s cara que la importada de EE UU. Y eso no es m¨¢s que el reflejo de la irresponsabilidad de un r¨¦gimen que utiliz¨® a Pemex, y en ¨²ltima instancia al tesoro natural que pertenece a todos, como renta pol¨ªtica y fuente de poder.
Estos d¨ªas se anuncia que a partir de los primeros d¨ªas del pr¨®ximo a?o la gasolina aumentar¨¢ m¨¢s del 20% y lo seguir¨¢ haciendo los siguientes meses de acuerdo a la evoluci¨®n de los precios internacionales. Se afirma que es una medida para sanear las finanzas de Pemex y evitar que subsidie al consumidor con cargo a su enorme deuda.
Parecer¨ªa un argumento v¨¢lido aun si es doloroso. Pero en el fondo, es doloso. Mientras el Gobierno siga aplicando impuestos cercanos al 50% del precio de la gasolina, cualquier intenci¨®n de ¡°sanear¡± la empresa es un enga?o. El erario seguir¨¢ sangrando a Pemex, solo que ahora lo har¨¢ directamente con cargo al consumidor.
Durante a?os, Pemex fue saqueado por la clase pol¨ªtica gracias a los enormes m¨¢rgenes de utilidad que ofrec¨ªa el petr¨®leo. Ahora que esos m¨¢rgenes se han reducido, se pretende seguir saque¨¢ndola con cargo a todos nosotros.
Habr¨¢ que ver el costo pol¨ªtico que tendr¨¢ en la opini¨®n p¨²blica una gasolina cara y escasa. El efecto inflacionario est¨¢ a la vista, el efecto pol¨ªtico lo sabremos en las pr¨®ximas elecciones.
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