Subsidios a la poluci¨®n
Est¨¢ bien que los mun¨ªcipes se ocupen de que no nos asfixiemos en el aire emponzo?ado
Gracias al cielo que Manuela Carmena y sus chavales pusieron la ideolog¨ªa de la salud por encima de la miseria de la comodidad, esos d¨ªas finales del a?o pasado.
Y limitaron de ra¨ªz el tr¨¢fico rodado en una, digamos, conocida ciudad espa?ola. Si acaso pecaron de informar con cuentagotas, de convencer lo justo, de pedagogos aficionados, y de no orquestar salidas para los casos urgentes que lo requer¨ªan. Y t¨², querida Espe, tranqui, toma el coche par el d¨ªa de los pares, y el impar el de los impares. ?Nos van a fastidiar estos de las rastas!
Est¨¢ bien que los mun¨ªcipes se ocupen de que no nos asfixiemos en el aire emponzo?ado. Mejor que de ahogarnos. Pero al cabo, las ¨²ltimas responsabilidades no son solo suyas, ata?en tambi¨¦n, y principalmente, al Gobierno.
La reforma energ¨¦tica de nuestro Mariano rebaj¨® las excesivas primas de premio a las energ¨ªas renovables ¡ªlas que no contaminan¡ª, pero con tanta torpeza que no evit¨® una secuela de pleitos de los perjudicados. Y casi acab¨® con esas energ¨ªas: del utopismo amish de Sebasti¨¢n a la racaner¨ªa carbon¨ªfera de Soria medi¨® un segundo. Mientras la Alemania de la canciller constru¨ªa el corredor renovable del B¨¢ltico a D¨¹sseldorf, que abastecer¨¢ de energ¨ªa e¨®lica a las f¨¢bricas de autom¨®viles: inversi¨®n fara¨®nica, limpieza absoluta, autosuficiencia energ¨¦tica.
La disparatada pol¨ªtica de infraestructuras duplicaba aeropuertos fashion hoy vac¨ªos y trazaba AVE al desierto, mientras las Cercan¨ªas de Renfe estornudaban. Se descubre estos d¨ªas que las madrile?as recientes y rutilantes son insuficientes: imaginen las paup¨¦rrimas de Barcelona, y otros andurriales, donde el Estado no invierte ni para pipas: ni un vag¨®n apto para sillas de ruedas. M¨¢s trenes metropolitanos, aunque sea a costa de menos trenes supers¨®nicos e infraeficientes a Quintanilla de On¨¦simo, un decir.
?ltimo y b¨¢sico: ?ning¨²n nuevo plan Renove o Pive de subsidio a la compra de autom¨®viles que subvencione coches ¡°convencionales¡±! Solo para el¨¦ctricos o h¨ªbridos. Cuando los escandinavos entraron en la UE, nos trajeron la defensa medioambiental (y la creaci¨®n de empleo) como exigencia transversal en cualquier ley europea. La espa?ola sigue apoyando a los contaminadores.
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