Globalizaci¨®n sin libertad
M¨¦xico lo siente de manera m¨¢s inmediata, pero lo cierto es que anticipa un posible movimiento en cadena de alcance planetario
¡°Cada vez que Trump abre el pico, se cae el peso¡±, se lamentaba un amigo mexicano en el punto m¨¢s bajo del hundimiento de la divisa. No es tanto, razon¨¢bamos, el muro ni los esc¨¢ndalos. Es la incertidumbre, y sobre todo la insistencia del presidente electo en encerrarse, en crear empleo dentro de sus fronteras en obvio detrimento de la industria vecina. M¨¦xico lo siente de manera m¨¢s inmediata, pero lo cierto es que anticipa un posible movimiento en cadena de alcance planetario.
Las maniobras pol¨ªticas en M¨¦xico de cara a sus elecciones de 2018 dejan entrever que el proteccionismo no es un juguete exclusivo de Europa y EE UU. Si los pa¨ªses con intereses exportadores ya no pueden dar por sentado una demanda externa creciente, la necesidad de conseguir mercados (y un chivo expiatorio) abrir¨¢ las puertas a su propio nacionalismo econ¨®mico.
La reacci¨®n ser¨ªa comprensible: un juego de suma cero lo es para todos, no solo para quienes cuentan con una mejor mano. Pero habr¨ªa que ver hasta qu¨¦ punto la amenaza de autarqu¨ªa global resulta cre¨ªble.
Hasta ahora, aquellos pa¨ªses que dicen haberse alejado de la integraci¨®n lo que han hecho m¨¢s bien es buscar otros socios, alternativos al polo de atracci¨®n occidental. Y a medida que el magnetismo del espacio europeo y estadounidense conformado en las ¨²ltimas d¨¦cadas disminuye, tambi¨¦n lo hace el de la democracia liberal como opci¨®n por defecto.
China, seguida de Rusia y otros actores de menor escala, est¨¢n en la l¨ªnea de salida para aprovechar la oportunidad pujando por sus propios modelos, que ofrecen precisamente a los desencantados que no desean limitarse al proteccionismo aut¨¢rquico. Ahora, adem¨¢s, es posible que cuenten con algunos aliados entre quienes antes dirig¨ªan las filas liberales.
De triunfar, el mundo se ver¨ªa abocado a seguir una ruta de globalizaci¨®n sin liberalismo, en la que las corporaciones circular¨ªan por una difusa l¨ªnea divisoria entre lo privado y lo estatal, dejando que cooperaci¨®n y conflicto se turnasen de manera caprichosa. Convirtiendo el supuesto fin del capitalismo en su despliegue m¨¢s crudo, concentrado y desigual. @jorgegalindo
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