Copagos milagrosos
Discriminar, entre trabajadores y jubilados en primer lugar, y dentro de los jubilados en segundo lugar, es sembrar la semilla de la discordia
El actual sistema de copago farmac¨¦utico, condicionado a los ingresos de los jubilados, es problem¨¢tico. Su reforma, anunciada con poca claridad por la ministra Dolors Montserrat y que profundizar¨¢ en el car¨¢cter redistributivo del copago, es a¨²n m¨¢s problem¨¢tica.
En un mundo ideal, todo copago seguir¨ªa la mel¨®dica l¨®gica de la ministra de que ¡°quien m¨¢s tiene deber¨ªa pagar m¨¢s¡±. El r¨¦gimen vigente parece injusto, ya que los jubilados que perciben 18.001 euros al a?o pagan lo mismo (un 10% del medicamento, con un l¨ªmite de 18 euros al mes) que quienes ganan 100.000 euros. Por lo que, crear categor¨ªas intermedias ¡ªa los 30.000 o 60.000 euros¡ª ser¨ªa m¨¢s equitativo.
Pero, como indican algunos expertos en el Estado de bienestar, medidas te¨®ricamente redistributivas pueden resultar contraproducentes. Discriminar, entre trabajadores y jubilados en primer lugar, y dentro de los jubilados en segundo lugar, es sembrar la semilla de la discordia. Unos ciudadanos se sienten receptores de primera, otros de segunda y otros de tercera. Los trabajadores se quejan de los privilegios de los jubilados. Y ¨¦stos de que no se tiene en cuenta su dependencia de unos tratamientos m¨¦dicos cada d¨ªa m¨¢s caros. Todo colectivo elabora r¨¢pidamente su cat¨¢logo de quejas.
Adem¨¢s, situar la frontera entre los m¨¢s y menos privilegiados en el acceso a un servicio p¨²blico no es una decisi¨®n t¨¦cnica, as¨¦ptica, permanente y gratuita. Es pol¨ªtica, controvertida, sujeta a pol¨¦micas recurrentes, y costosa, tanto administrativa como pol¨ªticamente.
S¨ª, sigue siendo m¨¢s justo hacer pagar un porcentaje mayor de los medicamentos a quien m¨¢s tiene. Pero si el precio de la justicia es un carrusel de agravios con pocos efectos sustantivos, ?por qu¨¦ no eliminar el componente redistributivo?
Los copagos ayudan a financiar la creciente factura farmac¨¦utica, racionalizan la demanda, y son sensibles a una variable estrictamente m¨¦dica y neutra: los enfermos cr¨®nicos que necesitan tratamientos caros disfrutan de topes mensuales razonables. No pidamos a los copagos que, adem¨¢s, hagan la tarea de los ministros de Econom¨ªa y Hacienda. @VictorLapuente
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