Princess, v¨ªctima de trata, en un caf¨¦ en Asti (Italia). Aterriz¨® en Tur¨ªn en 1999, enga?ada con la promesa de un empleo de cocinera en Italia. A su llegada, los traficantes le pidieron 45.000 euros de deuda por su viaje, forz¨¢ndola a la prostituci¨®n. Tras ocho meses de trabajo en las calles de Tur¨ªn consigui¨® pagar su deuda con la ayuda de un cura y de Alberto Messino, un italiano que se convertir¨ªa en su socio y marido. Princess denunci¨® a su 'madame' y decidi¨® ayudar a otras chicas que llegaban procedentes de Nigeria. Alberto Messino cre¨® en 1999 la ONG PIAM Onlus (http://www.piamonlus.org/), con el objetivo de ayudar a migrantes v¨ªctimas de trata. Princess y Alberto han logrado ayudar a alrededor de 200 mujeres a salir de la explotaci¨®n sexual y la prostituci¨®n desde entonces. Se estima que unas 30.000 mujeres nigerianas han sido v¨ªctimas de trata en el pa¨ªs desde los a?os ochenta.Quintina ValeroLoveth, de 21 a?os de edad, en un albergue para v¨ªctimas de trata en Italia. Fue forzada a prostituirse durante cuatro a?os en Libia despu¨¦s de haber sido violada. Tan solo ten¨ªa 17 a?os cuando se march¨® de Nigeria, pues le hab¨ªan ofrecido un trabajo para cuidar ni?os en Europa. ¡°Antes de llegar a Libia dos chicos me forzaron para quitarme la virginidad y una vez all¨ª, en Libia, me llevaron a una casa donde me obligaron a tener sexo con muchos hombres¡±, cuenta.Quintina ValeroEse, v¨ªctima de trata, mira las fotos de la familia que dej¨® atr¨¢s, en Nigeria. Estas mujeres tienen que pagar deudas a los mafiosos que oscilan entre 45.000 y 60.000 euros por organizarles el viaje a Europa. A ellas les dicen que ser¨¢n unos 15.000 euros. Antes de dejar su pa¨ªs son sometidas a un ritual de vud¨² llamado yuyu donde les hacen jurar que pagar¨¢n lo acordado. Esta t¨¦cnica se utiliza como forma de coacci¨®n para asegurar el silencio por parte de las chicas, que temen que algo grave les suceder¨¢ a ellas o a su familia si los delatan a la polic¨ªa. Las ceremonias son organizadas por un pastor y la 'madame', que es una mujer conocida por la familia o los amigos y que en muchos casos ha sido tambi¨¦n v¨ªctima. Todos las enga?an con falsas promesas de trabajo en Europa. El informe 'La trata de mujeres y ni?as nigerianas: esclavitud entre fronteras y prejuicios', de la ONG Women's Link Worldwide, de 2014, detalla esta realidad.Quintina ValeroSuccess ha denunciado a sus traficantes ante las autoridades italianas despu¨¦s de ser obligada a ejercer la prostituci¨®n durante tres a?os en este pa¨ªs. Cada mes ten¨ªa que pagar 200 euros a su 'madame' por asegurarle un lugar en la carretera, 250 euros por el alquiler de una habitaci¨®n en una casa compartida, y 50 euros por la comida. Por otros gastos como electricidad, gas y agua, otros 300 euros. El resto de sus ingresos los destinaba a devolver su deuda de 50.000 euros. Cuando denunci¨® hab¨ªa pagado 45.000 en tres a?os y medio. En diciembre de 2013 enferm¨® y despu¨¦s de llamar a una ambulancia que la llev¨® al hospital, le comunicaron que estaba embarazada de cuatro meses. En ese momento decidi¨® que no quer¨ªa estar en la calle nunca m¨¢s. Fue entonces cuando supo por primera vez de Princess y de PIAM Onlus, la organizaci¨®n que la ha incluido en un programa de protecci¨®n.Quintina ValeroPrincess entrega condones a una nigeriana que trabaja en la carretera. Aunque la prostituci¨®n es legal en Italia, la explotaci¨®n sexual organizada no. Las chicas tienen que pagar entre 200 y 250 euros a los criminales para asegurarse un espacio en la calle. Para Princess es importante que conozcan sus derechos y tengan acceso a otras oportunidades laborales. Ella les informa de los programas de protecci¨®n que ofrece PIAM Onlus en el caso de decidir abandonar la prostituci¨®n. Se estima que un 85% de las v¨ªctimas proceden de la ciudad de Benin, en el Estado de Edo, al sur de Nigeria, uno de los m¨¢s pobres del pa¨ªs. En la mayor¨ªa de los casos estas mujeres no conocen el trabajo que les espera en Europa y piensan que estar¨¢n dedicadas a labores dom¨¦sticas o en restaurantes. El crimen organizado ha sabido explotar muy bien esta regi¨®n conocida por su pobreza, discriminaci¨®n y la falta de oportunidades para la gente joven.Quintina ValeroGift, nigeriana, es acompa?ada por Princess y su hija Mar¨ªa al refugio de v¨ªctimas de trata. Compartir¨¢ apartamento con Patience y otras tres chicas entre las que se encuentra el mediador social, que suele ser otra mujer explotada pero que ha sido formada por PIAM Onlus para cuidarlas y asegurarse de que no contactar¨¢n con los traficantes. El lazo psicol¨®gico que mantienen con ellas es muy fuerte, ya que muchas terminan consider¨¢ndolos como su ¨²nica familia. Una vez que las mujeres llegan a su destino, el lugar donde ser¨¢n explotadas, realizan una llamada a los miembros de PIAM Onlus, que se encargan de sacarlas de all¨ª inmediatamente y ofrecerles alojamiento. Este fue el caso de Gift una vez que lleg¨® a Sicilia. En cuanto fue informada de su trabajo como prostituta consigui¨® escaparse, denunciando a su 'madame' y a varios traficantes. Todav¨ªa hoy recibe amenazas, al igual que su familia en Nigeria. Gift comparte casa con Patience (con traje rojo) y con otra nigeriana de 30 a?os que fue vendida por un amigo.Quintina ValeroBlessing, de 20 a?os, en el hospital de Asti (Italia). En abril de 2015, la polic¨ªa italiana intercept¨® el barco de migrantes en el que ella viajaba procedente de Libia. Despu¨¦s de ser rescatados, la Cruz Roja la traslad¨® al campo de refugiados de Villa Qualina, en Asti. La primera asistencia que reciben los refugiados es comida y alojamiento. Despu¨¦s son atendidos en el hospital, donde les hacen una revisi¨®n m¨¦dica y pruebas para detectar enfermedades de transmisi¨®n sexual. Despu¨¦s se les facilita un psic¨®logo y un abogado. Blessing, de familia humilde en Benin, lleg¨® a Libia en 2013. Una amiga de su hermano le ofreci¨® un puesto de trabajo en Europa y le financi¨® su viaje desde Kano a Libia atravesando el peligroso desierto de Agadez. Una vez en Libia, Blessing fue forzada a la prostituci¨®n durante dos a?os, durante los cuales fue duramente golpeada cuando se resist¨ªa o si volv¨ªa sin haber recaudado el dinero necesario.Quintina ValeroSandra, nigeriana de 21 a?os, ba?a a su hijo Destiny, de tres, en el apartamento que comparte con otras chicas de su pa¨ªs e igualmente v¨ªctimas de trata. Sandra dej¨® su ciudad natal Benin cuando ten¨ªa 18 a?os y estaba embarazada de dos meses. De origen muy pobre, una se?ora le prometi¨® trabajo como dependienta de supermercado en una ciudad europea. A su llegada a Italia, esta se?ora la llev¨® a un bosque donde le dio ropa nueva y le inform¨® que ten¨ªa que ejercer como prostituta para pagar su deuda. Sandra se opuso y afortunadamente encontr¨® a una persona que la ayud¨® a escapar y contactar con la polic¨ªa.Quintina ValeroPrecious, Gift y Loveth reciben formaci¨®n en un restaurante italiano. Las tres chicas han entrado en el programa de SPRAR (Sistema de Protecci¨®n para Refugiados), implantado por el gobierno italiano en 2002 para apoyar la integraci¨®n de migrantes. Estos servicios ofrecen alojamiento, comida, educaci¨®n y formaci¨®n para el empleo. Finalizados los cursos, optan a un contrato de seis meses en una empresa cuyo salario ser¨¢ pagado por PIAM Onlus. Adem¨¢s, en Italia el art¨ªculo 18 de la Ley de Inmigraci¨®n ofrece un permiso de residencia temporal para aquellas v¨ªctimas de trata que delatan a los delincuentes organizados.Quintina ValeroFatou, v¨ªctima de trata y procedente de Gambia, lleg¨® a Italia en el verano de 2014 tras cruzar en barco desde Libia. Muchas de estas mujeres se embarcan en un viaje peligroso, cruzando el desierto y pa¨ªses en guerra, como Libia en ese momento, o a¨²n peor, enfrent¨¢ndose a la posibilidad de morir en el Mediterr¨¢neo. El 90% de traficadas que llegan a Italia proceden de Nigeria, pero en el ¨²ltimo a?o ha habido un incremento de gambianas. En mayo de 2014, Fatou embarc¨® junto a 93 personas rumbo a Italia en dos barcas. Una de ellas se hundi¨® y murieron todos los ocupantes. Rescatada del mar por la polic¨ªa italiana, permaneci¨® en un campo de refugiados en Palermo antes de trasladarse a Asti, donde conocer¨ªa a Princess y Alberto.Quintina ValeroPrincess, junto a su familia y amigos nigerianos en la misa de Pentecost¨¦s. La mayor¨ªa de nigerianos son cristianos, aunque todav¨ªa se practican rituales de magia negra o vud¨² que son utilizados por los traficantes como arma de presi¨®n. Todos los domingos se re¨²nen en una habitaci¨®n adyacente a la iglesia para celebrar sus ceremonias y rezar. Princess ha ayudado a crear una fuerte comunidad nigeriana en Italia, donde las mujeres se ayudan mutuamente a superar su traum¨¢tica experiencia. Las ceremonias del domingo son un lugar de encuentro para ellas y su familia con el resto de la comunidad.
Quintina ValeroGift, Loveth y Precious celebran la Navidad en Asti (Italia). Loveth, de 21 a?os, fue forzada a prostituirse durante cuatro a?os en Libia antes de que sus traficantes la enviaran a Italia. Acaba de conseguir una visa de permanencia en Italia de cinco a?os. Ahora contin¨²a su trabajo de cocinera con unas monjas y sigue sus estudios de italiano. Gift, de 20 a?os, est¨¢ en tr¨¢mites de conseguir su visa y realiza cursos de formaci¨®n. Vive con su novio y est¨¢ esperando un ni?o. Precious huy¨® de Nigeria, donde estaba siendo interrogada por militantes que la atacaron con machetes. Ha conseguido una visa humanitaria de dos a?os de residencia en Italia y est¨¢ trabajando en una pasteler¨ªa. Quintina Valero