Son capaces de paralizar el mundo durante noventa minutos. Son imitados por ni?os de todo el planeta. Cada vez que abren la boca se les escucha. Ellos pueden dar ejemplo. Y sin embargo la heterosexualidad parece ser la ¨²nica sexualidad posible en el f¨²tbol.
14 de julio de 1996, imag¨ªnense la Bombonera a reventar. Cl¨¢sico Boca-River. Diego Armando Maradona y Claudio Caniggia han estado a?os jugando en diferentes equipos de Europa pero hoy defienden la franja amarilla frente a sus eternos rivales, Los gallinas.? El Pelusa se la pasa al P¨¢jaro y este asiste a Basualdo de zurda, quien marca de cabeza. Maradona lo dijo en una rueda de prensa anterior: si Cani marcaba, lo besar¨ªa. Su amigo dio el pase del primero y marc¨® los tres siguientes consagr¨¢ndose para siempre en el templo bostero. Lo m¨ªnimo que pod¨ªa hacer el Pelusa era cumplir su promesa. El beso del alma, como lo denomin¨® la prestigiosa revista El Gr¨¢fico fue tambi¨¦n una escandalera. La propia esposa de Caniggia dijo sentir asco de aquel beso.
Poco a poco y lentamente, estamos consiguiendo que el racismo no juegue al f¨²tbol. En noviembre de 2015, la UNESCO present¨® el primer informe internacional sobre medidas para combatirlo con el lema"Colour? What Colour?" (?Color? ?Qu¨¦ color?) Falta que seamos igual de contundentes con la homofobia y la transfobia. Como con el racismo, combatir el odio hacia el que no es heterosexual tambi¨¦n es labor de todos. En los estadios se escuchan improperios hom¨®fobos y machistas y, en nuestro pa¨ªs, las consecuencias brillan por su ausencia. Ni se cierra un estadio ni se niega el paso a los que insultan. Esto de ser la mejor Liga del mundo en la que juegan los mejores jugadores deber¨ªa ser motivo m¨¢s que suficiente para que fu¨¦ramos tambi¨¦n en este sentido ejemplares y ejemplarizantes. ?Ja!?
Basta con que mire a mi alrededor para que reconozca diversidad sexual. Amigos homosexuales y bisexuales, conocidos transexuales y datos de alg¨²n que otro intersexual, aunque solo sea por haberlos escuchado en Contigo Dentro de Cadena SER. Sin embargo, en el f¨²tbol todos son heterosexuales. Aj¨¢.
Maradona no solo bes¨® en los labios a Caniggia. Tambi¨¦n bes¨® a Carlos T¨¦vez en otro momento de exaltaci¨®n futbolera. Y volvi¨® a liarse parda. Cada vez que un futbolista es cari?oso, o se le supone no haber demostrado su hombr¨ªa (?sac¨¢ndose la chorra y meando?), se genera la hecatombe. A ello contribuye desde el propio club hasta los medios de comunicaci¨®n. Qu¨¦ escuchar¨ªa y leer¨ªa T¨¦vez para, despu¨¦s de aquel beso con Maradona, negarle el saludo haci¨¦ndole la cobra despu¨¦s de ganar un partido en el Mundial de Sud¨¢frica siendo uno delantero y el otro entrenador.
Patricia Ram¨ªrez, psic¨®loga del deporte y la salud, mantiene que la responsabilidad es de todos: "Har¨ªa falta much¨ªsimos a?os de cambio educacional y de respeto por parte de la afici¨®n. ?C¨®mo quieres que salga un profesional del armario y se tire al ruedo si unos simples padres en un torneo de ni?os son capaces de insultar e increpar a los ni?os del equipo rival?" Esta falta de honestidad se traduce en lo tramposo que competimos: "La presi¨®n que ejerce la afici¨®n viene m¨¢s por incomodar e impedir que un rival pueda competir en plenas condiciones. Creo que cualquier aficionado tendr¨¢ en su entorno alguien LGTB, y no le supondr¨¢ ning¨²n problema si una gran estrella sale del armario. M¨¢s que una fobia creo que es una manera absurda e irrespetuosa de competir."
Un equipo de la liga f¨²tbol municipal de Madrid, parece ser el ¨²nico con jugadores homosexuales.? La uni¨®n hace la fuerza, est¨¢ claro. El insulto de "maric¨®n" se escucha cada domingo en cualquier estadio. Lo gritan hasta los m¨¢s grandes.? La lucha contra el racismo promovida por la UNESCO es cada vez es m¨¢s contundente. Prueba de ello fue la presencia de ilustres invitados a la presentaci¨®n del reto de Cadena SER por erradicarla materializado en? #SinRespetoNoHayJuego; empe?o que se mantendr¨¢ hasta la ¨²ltima jornada de Liga. Ahora ya solo falta que adem¨¢s de combatir? el racismo, plantemos cara a la homofobia y la transfobia. Con la misma contundencia y apoyo por parte de clubes, afici¨®n y medios de comunicaci¨®n. Cerrando estadios cuando se lancen los consabidos "?Fulanito, maric¨®n!" Ese fulanito, ya ha tenido muchos nombres. Los futbolistas que salen del armario lo hacen cuando se retiran. Se teme a las gradas y al propio vestuario. Y a¨²n as¨ª, ninguno se ha declarado ni bisexual ni transexual. Mientras en otros deportes cada vez hay m¨¢s diversidad sexual, en el f¨²tbol en activo, y espec¨ªficamente en nuestro pa¨ªs, nada de eso existe.
El ¨²nico equipo de f¨²tbol que ha hecho campa?a abierta contra la LGTBfobia es el Rayo Vallecano. Su camiseta suplente ha cambiado el rayo por la bandera arco¨ªris. Las botas de sus jugadores tambi¨¦n suelen ir atadas por lazos arco¨ªris. Ninguno de los grandes ha copiado a los de Vallecas. Jes¨²s Tomillero fue el ¨²nico ¨¢rbitro que reconoci¨® abiertamente su homosexualidad. Pero tambi¨¦n se hizo muy famoso. Tanto que las amenazas se intensificaron y hasta que finalmente ha desistido.?
La mujer de Caniggia fue la primera en insultar a dos hombres simplemente porque se besaron. Y a uno de ellos, presuponemos que hasta lo amaba. Ese es el nivel. Ese. Ella y sus hijos representan? valores muy concretos.
Acord¨¦monos de Charlotte Caniggia cuando decidamos el tipo de sociedad que queremos ser.
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