Los ucases de Trump en tiempos de tuits
Cre¨ªamos que iba a gobernar a golpe de Twitter pero la pluma para firmar decretos es su verdadera arma
Cre¨ªamos que Donald Trump iba a gobernar a golpe de tuits, pero ya estamos comprobando que lo est¨¢ haciendo a golpe de ¨®rdenes ejecutivas. Como un zar ruso con aquellos ucases de obligado cumplimiento, el nuevo presidente ha firmado en pocos d¨ªas media docena de decretos que ponen patas arriba la pol¨ªtica norteamericana y que fijan una nueva era a¨²n incierta. En una cuidada escenograf¨ªa ante las cortinas doradas con las que ha redecorado el Despacho Oval, la pluma presidencial es ya su verdadera arma.
Cuando era solo un candidato, Trump acus¨® a Obama de firmar ¨®rdenes ejecutivas ¡°ilegales y excesivas¡± y prometi¨® revertir las principales cuando ¨¦l llegara al poder. El l¨ªder dem¨®crata autoriz¨® por esta v¨ªa el levantamiento de sanciones a Ir¨¢n, por ejemplo, o permiti¨® a cientos de miles de inmigrantes arraigados quedarse en EE?UU en un contexto de minor¨ªa en las C¨¢maras. Los republicanos, practicando ya esta pol¨ªtica de ¡°hechos alternativos¡± frente a los verdaderos, abrieron incluso una investigaci¨®n en el Congreso sobre un posible abuso de Obama de este tipo de mandatos. ¡°Nunca hemos tenido un presidente con tal nivel de audacia y desprecio a su propio juramento¡±, lleg¨® a decir el republicano Steve King a la CNN, que encabezaba esa investigaci¨®n. Pero la conclusi¨®n no fue escandalosa. Obama ha sido, por el contrario, uno de los presidentes que menos ¨®rdenes ejecutivas ha firmado: 277 en ocho a?os de mandato, por debajo de George W. Bush, Bill Clinton o Ronald Reagan. Los presidentes que m¨¢s ¨®rdenes han firmado han sido los de los tiempos de guerra: Franklin D. Roosevelt, que presidi¨® el pa¨ªs entre 1933 y 1945, firm¨® 3.721, seguido de Woodrow Wilson, que firm¨® 1.803 en su presidencia (1913-1921).
Al desembarcar en la Casa Blanca Trump ha desenfundado su pluma y ha trasladado a decretos las promesas m¨¢s crispantes y emblem¨¢ticas de campa?a: ha retirado a EE?UU del tratado comercial con el Pac¨ªfico; ordenado la construcci¨®n del muro en la frontera con M¨¦xico; bloqueado fondos federales a las ciudades que considera ¡°santuarios¡± de inmigrantes; resucitado dos oleoductos que estaban frenados por razones medioambientales; prohibido financiar el aborto en el extranjero; y eximido a los Estados de cumplir con el Obamacare.
Las ¨®rdenes ejecutivas son una figura legal que en ocasiones afronta una dura carrera judicial. Varias firmadas por Obama sobre el cambio clim¨¢tico o los inmigrantes ilegales est¨¢n a¨²n en discusi¨®n en el Supremo, pero ¨¦l a¨²n no ha visto invalidarse ninguna. Bush s¨ª vio ilegalizar su decreto para autorizar escuchas sin orden judicial, por ejemplo, y es parte de la historia americana la decisi¨®n del Supremo de ilegalizar la que firm¨® Harry Truman para tomar el control de acer¨ªas en huelga en plena guerra de Corea.
Obama lleg¨® a firmar una orden ejecutiva para anular dos de Bush que transformaban una de Clinton que transformaba otra de Reagan que transformaba otra de Carter. Seguir el rastro a las de Trump ser¨¢ un deber proceloso, pero m¨¢s necesario a¨²n que seguir su cuenta de Twitter.
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