Tiempos de cambio para la biblia de la moda

Cuando la semana pasada se anunci¨® que la editora jefa de la Vogue brit¨¢nica dejaba el cargo tras 25 a?os al frente de la revista, resultaba imposible no relacionarlo con la abrupta salida de Yolanda Sacrist¨¢n como directora de Vogue Espa?a. Y es que aunque la marcha de Alexandra?Shulman se ha comunicado como una baja voluntaria, bien podr¨ªa tratarse de un despido maquillado, algo que seg¨²n la rumorolog¨ªa ofrecieron tambi¨¦n a Sacrist¨¢n, aunque ella declin¨®. El cese de estas dos veteranas editoras de moda no son hechos aislados, sino que tienen que ver con los profundos cambios que experimenta Cond¨¦ Nast, el grupo propietario de Vogue, y que desde Manhattan ejecuta Jim Norton, la persona elegida para la ¡°consolidaci¨®n del negocio¡±, l¨¦ase entre l¨ªneas, hacer el trabajo sucio: despedir, simplificar y reestructurar.

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Una de las prioridades es la de transformar la compa?¨ªa en una empresa digital capaz de hacer frente a los grandes desaf¨ªos del mercado actual, mucho m¨¢s polarizado y en el que la prensa impresa tiene cada vez menos peso. Como muestra, el cargo editor dejar¨¢ de ser utilizado con el fin de desligar a la compa?¨ªa del mundo impreso. ¡°Nuestra nueva estructura, como un equipo a la una, nos permitir¨¢ ser m¨¢s reactivos y din¨¢micos en nuestra estrategia mientras llevamos nuestras marcas con contenido a nuevas plataformas y audiencias¡±, explicaba Norton en un documento interno que citaba WWD.

Probablemente la publicaci¨®n que mejor explique estos cambios sea Teen Vogue. La cabecera m¨¢s joven del grupo, con la mirada ya puesta a la generaci¨®n Z, hac¨ªa un anuncio sin precedentes en mayo. La editora en jefe Amy Astley era sustituida por un equipo de tres personas: Elaine Welteroth como editora, Phillip Picardi como director editorial digital y Marie Suter como directora creativa. Adem¨¢s, la publicaci¨®n dejaba de ser mensual para convertirse en trimestral.

Uni¨®n de fuerzas

Y es que gran parte de los movimientos de Norton han tenido que ver con la puesta en com¨²n de departamentos que hasta la fecha funcionaban por separado: los creativos, los copies y los equipos de foto. Esta actualizaci¨®n se ha llevado por el camino a las revistas Details y Lucky, que cerraron en 2015, y ha afectado tambi¨¦n a Self, Allure y Glamour. Parece que el grupo se reserv¨® la joya de la corona para el final. Eugenia de la Torriente en Vogue Espa?a, Emanuele Farneti en la edici¨®n italiana, Karla Mart¨ªnez, como editora jefe de Vogue M¨¦xico y Latinoam¨¦rica, y Deena Aljuhani Abdulaziz como responsable de Vogue Arabia, han sido nombrados para dar nuevos aires a la m¨ªtica cabecera.

Para algunos medios toda esta operativa huele a venta. Y aunque hace unos d¨ªas desde arriba se negaba que la compa?¨ªa pudiera pasar a manos de Hearst Magazines, Apple, Google e incluso Vice Media, The Times segu¨ªa alimentando esta semana los rumores.