¡°El feminismo isl¨¢mico es una redundancia, el islam es igualitario¡±
La granadina Sirin Adlbi Sibai acaba de publicar 'La c¨¢rcel del feminismo', una reflexi¨®n sobre las mujeres musulmanas y el patriarcado
La escritora Sirin Adlbi Sibai (Granada, 1982) acaba de publicar un libro con el provocativo t¨ªtulo de La c¨¢rcel del feminismo (Akal). El ensayo surgi¨® como respuesta a la pregunta de un profesor de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, que le espet¨® a la granadina: "?Para qu¨¦ una mujer musulmana con hiyab [pa?uelo] hace una tesis doctoral?". La respuesta de Adlbi fueron diez a?os de trabajo investigador sobre el islam, las mujeres y el feminismo (en Espa?a y Marruecos) que se concretan ahora en el volumen. Su tesis es que el feminismo incluye una colonizaci¨®n cultural, por lo que aboga por superar ese concepto para llegar a lo que denomina el pensamiento isl¨¢mico decolonial. La autora, hija de exiliados sirios en Espa?a que llegaron a finales de los a?os 70, ha vivido la mayor parte de su vida en Madrid, donde responde a esta entrevista. El 6 de febrero presenta su libro en la Casa del Libro de Gran V¨ªa (Madrid) y el 7 de febrero lo har¨¢ en Casa ?rabe de la capital.
Pregunta. ?Qu¨¦ es para usted el feminismo?
Respuesta. Un movimiento que aboga por los derechos de las mujeres y lucha contra la situaci¨®n de desigualdad, y por la igualdad de hombres y mujeres, es decir, por la igualdad de todos.
P. ?Por qu¨¦ cree que en el feminismo hay una cierta colonizaci¨®n cultural?
R. Porque el feminismo hegem¨®nico ha estado imponiendo una serie de discursos, ha ido dirigido hacia un sujeto determinado, que son las mujeres blancas, occidentales, burguesas¡ como ya dijo Chandra Talpade Mohanty, este tipo de feminismo ha excluido a todas esas mujeres del llamado tercer mundo, por lo que parte de una exclusi¨®n, es decir, pide la igualdad de los hombres y las mujeres occidentales y nunca ha incluido a las mujeres de otras culturas o civilizaciones.
P. ?En qu¨¦ se traduce esta visi¨®n?
R. Eso se ve claramente en los discursos sobre las mujeres musulmanas, claramente racistas e islam¨®fobos, donde se representa lo que en mi libro denomino ¡°la mujer musulmana con hiyab¡± como un mero objeto de estudio, nunca como un sujeto en s¨ª misma. Se representa a la mujer musulmana como subdesarrollada, analfabeta, pasiva, sexualmente reprimida, etc¨¦tera. La construcci¨®n de esta mujer como objeto pasivo es la que nos conduce a la posibilidad de construir los discursos del oximor¨®n, es decir, la supuesta incompatibilidad entre feminismo e Islam y la negaci¨®n del feminismo isl¨¢mico. Y nos lleva, adem¨¢s, a ver el islam como una religi¨®n opresiva, antidemocr¨¢tica y contraria a los derechos de las mujeres. Esa visi¨®n, en suma, responde a las agendas coloniales. Por ejemplo, cuando EE UU invadi¨® Irak dijo que se dispon¨ªa a liberar a las mujeres iraqu¨ªes. La cuesti¨®n de las mujeres es trasversal a toda esa construcci¨®n del islam que esconde los intereses geopol¨ªticos de Occidente respecto a los pa¨ªses de mayor¨ªa de poblaci¨®n musulmana. Adem¨¢s, esa visi¨®n puede llevar a pensar que ya est¨¢ todo hecho en el campo de la igualdad en Occidente, y eso no es cierto, aqu¨ª tambi¨¦n hay que luchar contra el patriarcado.
P. El tema del velo ha estado presente en el feminismo ¨¢rabe. Wassyla Tanzali, una feminista argelina, dijo en diciembre que ¡°ser feminista es incompatible con llevar velo¡±.
R. En mi opin¨®n, Wassyla Tanzali es una persona profundamente colonial y sus discursos son islam¨®fobos. Tanzali, como otras feministas, ha mantenido una tesis de que el Cor¨¢n es incompatible con el feminismo. Pero cualquier persona que tenga un conocimiento b¨¢sico del ¨¢rabe y del islam sabe que eso no es cierto. Respecto a la cuesti¨®n del hiyab, hay que decir que se ha utilizado muchas veces en Occidente para esconder agendas sociopol¨ªticas coloniales, mientras que en sectores patriarcarles de las sociedades isl¨¢mica se ha pretendido secuestrar. Tantos unos como otros, los que lo quieren vetar y los que lo quieren imponer, debemos comprender el significado del hiyab: muchas mujeres musulmanas entendemos el hiyab desde una espiritualidad determinada, y le damos un significado liberatorio.
P. Pero las propias feministas ¨¢rabes tambi¨¦n se han rebelado contra la imposici¨®n del velo a las mujeres. Pienso por ejemplo en Huda Saharawi quit¨¢ndose el velo a su llegada a El Cairo, en 1924.
R. Huda Saharawi se quit¨® el velo que cubre la cara por completo, no el hiyab [que solo cubre el pelo], y eso simbolizaba una lectura totalmente nueva. Los musulmanes somos m¨¢s de 1.600 millones de personas, hay diferentes visiones sobre c¨®mo llevarlo a la pr¨¢ctica, diferentes lenguas y culturas. La mayor¨ªa de los discursos sobre el islam, lo primero que hacen es homogeneizar ese pluralismo para convertirlo en algo colonizable. Saharawi estaba en un contexto muy diferente donde surge tambi¨¦n el pensamiento isl¨¢mico reformista, que en mi opini¨®n es tambi¨¦n colonial, porque utiliza las bases epistemol¨®gicas de la modernidad occidentaloc¨¦ntrica. Y utiliza los binarismos de esta tendencia, modernidad/tradici¨®n, islam/secularizaci¨®n¡ lo que yo denomino en mi libro la c¨¢rcel epistemol¨®gica existencial.
P. ?Qu¨¦ peligros entra?a esta ¡°c¨¢rcel¡±?
R. Que invisibilicemos las voces plurales de las mujeres musulmanas, porque qui¨¦n tiene derecho a decir que las mujeres que hablamos de los derechos de las mujeres en el islam no tenemos derecho a hacer nuestras propias lecturas. Esa visi¨®n es profundamente sexista, y da por hecho que los sectores patriarcales del mundo isl¨¢mico son los que tienen el monopolio de la interpretaci¨®n del islam. La c¨¢rcel epistemol¨®gica-existencial nos dice de qu¨¦ temas se puede hablar y qui¨¦n puede hablar. Eso tiene un objetivo, la creaci¨®n de un sujeto: el hombre blanco occidental capitalista y patriarcal. Cualquier expresi¨®n que se salga de esta construcci¨®n de la normalidad foucaultiana es silenciada por el sistema.
P. En cualquier caso, este debate solo se puede plantear en pa¨ªses en los que existe libertad religiosa.
R. Los casos donde se exige una determinada vestimenta a las mujeres son Arabia Saud¨ª e Ir¨¢n. Pero los musulmanes somos 1.600 millones. No se habla de los otros casos. Hasta hace poco, en Turqu¨ªa las mujeres no pod¨ªan ir con hiyab a la universidad, y tampoco en T¨²nez.
P. No se puede negar que el patriarcado tambi¨¦n existe en los pa¨ªses ¨¢rabes y musulmanes.
R. Yo no niego que existan unas estructura patriarcales brutales en las sociedades de mayor¨ªa ¨¢rabe y musulmana. Pero hay que analizar en profundidad la realidad sociopol¨ªtica: no se puede decir que las situaciones de machismo son intr¨ªnsecas a las sociedades musulmanas, porque eso es racista. En este an¨¢lisis, sostengo que no podemos comprender el patriarcado en las sociedades musulmanas sin comprender antes c¨®mo la colonizaci¨®n ha colonizado el patriarcado. Fatima Mernissi en El har¨¦n en occidente dice que tenemos diferentes tipos de patriarcado en todas las sociedades, que mientras en las sociedades occidentales el patriarcado se mueve en t¨¦rminos temporales, en las sociedades ¨¢rabes se mueve en t¨¦rminos espaciales. Lo que yo digo es que Mernissi no ha tenido en cuenta el proceso de colonizaci¨®n del patriarcado occidental sobre el resto de patriarcados en todo el mundo. Y lo que ha hecho el patriarcado occidental ha sido reforzar las estructuras patriarcales de las sociedades colonizadas.
P. Los medios de comunicaci¨®n pagados por Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª est¨¢n imponiendo una visi¨®n del islam m¨¢s extremista.
R. Por eso necesitamos un pensamiento isl¨¢mico decolonial, como el que yo propongo. Un pensamiento que haga un trabajo m¨²ltiple de desnudar los discursos coloniales, y tambi¨¦n los discursos patriarcales que llegan de Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª, que tienen lecturas reaccionarias del islam. En mi opini¨®n, estas lecturas son la otra cara del capitalismo neoliberal, forman parte del mismo sistema neoliberal que produce fundamentalismos en todos los niveles. (El presidente de EE UU, Donald) Trump no es un antisistema, es el sistema al desnudo.
P. ?Por qu¨¦ no se considera usted feminista isl¨¢mica?
R. Me defino como pensadora musulmana decolonial. Si bien comparto muchas de las producciones de las feministas isl¨¢micas, no utilizo esta denominaci¨®n porque considero que es una redundancia hablar de feminismo isl¨¢mico: el islam es igualitario de todos los seres humanos y defiende los derechos de todos. El islam no es una religi¨®n, la religi¨®n es un concepto colonial a trav¨¦s del cual se ha ido construyendo la realidad. Para m¨ª, es una forma de ser, de estar en el mundo.
P. Algunos pasajes del Cor¨¢n son patriarcales: ¡°los hombres son prominentes sobre las mujeres [...] y de aquellas que tem¨¦is sus extrav¨ªos, rehuilas en el lecho y golpeadlas¡± ?C¨®mo encajan con su visi¨®n igualitaria de esta civilizaci¨®n?
R. En lo referente a estas aleyas (vers¨ªculos), hombres y mujeres han revisado las traducciones que se han hecho y han demostrado c¨®mo estas interpretaciones son falsas, hechas por hombres sexistas. En las ciencias isl¨¢micas se entiende un concepto seg¨²n c¨®mo se emplea en el conjunto del Cor¨¢n, y en todo el Cor¨¢n el verbo ¡°daraba¡± se utiliza como ¡°alejarse¡± o ¡°alejarlas¡± ?Por qu¨¦ espec¨ªficamente aqu¨ª tiene que ser ¡°golpeadlas¡±? Eso es legitimar una lectura patriarcal. Si se hace una lectura seria del Cor¨¢n en ¨¢rabe no se puede extraer que sea un libro patriarcal, sino que es claramente igualitario. No existe ninguna aleya que vaya contra las mujeres.
P. ?Y qu¨¦ me dice de la poligamia, permitida solo para hombres?
R. El Cor¨¢n tiene algunas aleyas que fueron reveladas para todo tiempo y lugar, y otras que tienen una interpretaci¨®n m¨¢s abierta, y hay que interpretarlas en el tiempo que estamos. Obviamente, la sociedad ¨¢rabe del a?o 622 no es la sociedad contempor¨¢nea, ni Espa?a es la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga de entonces.
P. En su libro habla de feminismos alternativos. ?A cu¨¢les se refiere?
R. Los feminismos chicanos, los negros, los isl¨¢micos. De todos ellos se aprende que no podemos entender la situaci¨®n de todas las mujeres bas¨¢ndonos tan solo en el g¨¦nero, porque tambi¨¦n influyen la raza, la civilizaci¨®n, la clase social.
P. Llama la atenci¨®n en el debate p¨²blico que muy pocas veces se d¨¦ voz a las mujeres musulmanas.
R. Se habla sobre las mujeres musulmanas, pero no se las deja hablar. Y, si hablan, sus discursos son reinterpretados, es decir, no dejamos que digan lo que quieren decir, sino lo que queremos escuchar.
P. ?Qu¨¦ opina usted sobre la prohibici¨®n del burkini en algunos lugares de Europa?
R. Entra dentro de lo que ?ngeles Ram¨ªrez llama ¡°La trampa del velo¡±, es decir, una excusa para tener el control patriarcal de los cuerpos de las mujeres, tanto para imponer que se vistan como que se desnuden. Lo destacable es que todo esto entra en las agendas sociopol¨ªticas de c¨®mo se est¨¢ tratando con el islam y con los musulmanes en Occidente. Hay una deriva fascista que est¨¢ llegando a su apogeo con Trump que asusta mucho. Nos estamos dirigiendo a un Holocausto musulm¨¢n. Es realmente terrible. Yo abogo por la libertad de las mujeres y hombres de vestirse como les d¨¦ la gana.
P.?Y qu¨¦ deber¨ªamos hacer con pa¨ªses como Arabia Saud¨ª, que imponen esta vestimenta?
R. Deber¨ªamos dejar de apoyar y venderles armas a dictaduras, sin ninguna duda. Tanto a Arabia Saud¨ª como a la dictadura siria. La situaci¨®n de las mujeres empeora en el contexto de dictaduras, donde no hay libertades en general.
P. El t¨ªtulo La c¨¢rcel del feminismo es muy provocador. ?Qu¨¦ busca provocar?
R. El debate, que nos cuestionemos el orden de las cosas, los conceptos que utilizamos, un shock para sacudir estos discursos que parten de una base racista e islam¨®foba y que nos cuestionemos el lugar desde el que hablamos y c¨®mo hablamos.
P. El Orientalismo, esa determinada visi¨®n de ver a Oriente de la que hablaba Edward Said, afecta a las sociedades isl¨¢mica. ?Por qu¨¦ cree que afecta m¨¢s a las mujeres que a los hombres?
R. Porque el sistema es intr¨ªnsecamente patriarcal y sexista. Por eso digo que no hace falta que hablemos de islamofobia de g¨¦nero, con decir islamofobia ya se entiende que es patriarcal. Porque todos los dispositivos del poder que construyen esta islamofobia act¨²an desde estructuras tambi¨¦n machistas y patriarcales: por ejemplo, se construye a esa ¡°mujer musulmana con hiyab¡± para representar a los millones de mujeres musulmanas. Y porque la visibilidad del hiyab afecta m¨¢s a las mujeres que a los hombres.
P. ?Y qu¨¦ piensa sobre la eterna cuesti¨®n de si se puede compatibilizar islam y democracia?
R. Hay que trascender ya estos discursos, porque parten de unos planteamientos de racismo cultural y epistemol¨®gico. Hay que trascender estos discursos para llegar a un pensamiento isl¨¢mico decolonial, tenemos muchas civilizaciones y es racista pensar que solo podemos articular un proyecto progresista o igualitario desde la sociedad occidental. El capitalismo occidental ha destrozado el mundo, se ha cargado la naturaleza y ha sido injusto con las mujeres. Otras tradiciones son respetuosas con la naturaleza y con todos los seres humanos y tienen derecho a pensar desde sus t¨¦rminos, sus conceptos y su visi¨®n del mundo.
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