Si es pobre, no engorde
El mayor problema de salud de la sociedad actual no es el sobrepeso o el alcoholismo: es la pobreza, est¨²pido
Cae la noche en Gotham City, hacia finales de noviembre de 2024. Un clochard se acerca ¨¢vido a un contenedor de basura donde espera hallar su cena entre los despojos de los afortunados. De pronto, al ir a levantar la tapa del cubo, algo detiene su mano nudosa. Un cartel pegado a la tapadera dice: ¡°La pobreza mata tras una obtusa y penosa vida¡±. El clochard cierra el contenedor y se encamina hacia el cart¨®n en la acera que tiene reservado como lugar para caerse muerto. S¨ª, eso solo una peque?a escena de medicina-ficci¨®n, pero no hay ning¨²n problema de principio que la haga imposible. Lee en Materia c¨®mo la pobreza acorta la vida m¨¢s que la obesidad, el alcohol y la hipertensi¨®n. Y luego reeval¨²a la verosimilitud del relato anterior. Imagina incluso las fotos gore que podr¨ªan acompa?ar al cartel que ley¨® el clochard. Dar¨ªan para un ¨¢lbum, ?no es cierto?
La investigaci¨®n se presenta en una de las revistas m¨¦dicas de referencia, The Lancet, y analiza los datos de m¨¢s de un mill¨®n y medio de personas. Vistos los resultados, los autores se preguntan por qu¨¦ la OMS (Organizaci¨®n Mundial de la Salud), y por tanto los ministerios de sanidad de medio mundo que siguen los criterios de esa agencia de la ONU, no dirige sus dardos contra la desigualdad y la pobreza, al menos tanto como los dirige contra el sedentarismo, la obesidad, la hipertensi¨®n y el alcoholismo. Tal vez las recomendaciones de las autoridades m¨¦dicas internacionales debieran concentrarse en la desigualdad y, como en el relato de medicina-ficci¨®n, poner etiquetas y fotos gore en las tapas del cubo de basura.
Un clich¨¦ centenario sostiene que la ciencia es neutral en pol¨ªtica. Aunque resulta ¨²til para eludir discusiones fatigosas, el eslogan no resiste un soplo de escrutinio cr¨ªtico. La investigaci¨®n del clima tiene mucho que decir de pol¨ªtica, como lo tienen la embriolog¨ªa, la biotecnolog¨ªa y la pura y simple racionalidad cient¨ªfica. La discusi¨®n sobre la sostenibilidad de los sistemas de salud deber¨ªa centrarse cada vez m¨¢s en los efectos perversos de la pobreza y de la desigualdad de nuestras sociedades. Si eso no es pol¨ªtica, que venga un clochard y lo vea.
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