9 fotosCampesinos contra el monocultivoEn la regi¨®n de los Montes de Mar¨ªa, en Colombia, los agricultores levantan la voz ante la masiva presencia de la palma aceitera Montes de Mar¨ªa - 17 feb 2017 - 08:38CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceAntes de la llegada de los espa?oles, los Montes de Mar¨ªa estuvieron habitados por los ind¨ªgenas zen¨²es. Aunque la mayor¨ªa fueron abandonando la zona, a¨²n quedan numerosas comunidades que mantienen su cultura ancestral, aunque han perdido su idioma. En la imagen, petroglifos zen¨²es precolombinos ubicados en los alrededores de San Jacinto.Mar¨ªa RadoCon los espa?oles, llegaron tambi¨¦n miles de esclavos negros secuestrados en ?frica. Pronto comenzaron las rebeliones y los africanos se dirigieron a los Montes de Mar¨ªa buscando refugio y fundando comunidades propias. Hoy en d¨ªa existe una importante comunidad afrocolombiana en la regi¨®n con formas organizativas propias y que, junto con ind¨ªgenas y campesinos mestizos, conforman el crisol cultural montemariano. En la imagen, una joven afrocolombiana con vestido tradicional durante un festival por la paz en El Carmen de Bol¨ªvar.Mar¨ªa RadoLa reserva de Arroyo Grande fue construida en el marco de la reforma rural de 1960 e hizo de Mar¨ªa la Baja una zona tremendamente f¨¦rtil gracias a su distrito de riego. La agricultura entonces estaba dominada por el arroz y los peque?os cultivos de alimentos locales como el ?ame o la yuca.Mar¨ªa RadoA partir de los a?os 90, la guerra interna de Colombia alcanz¨® los Montes de Mar¨ªa con toda su dureza y cerca de un tercio de la poblaci¨®n abandon¨® la regi¨®n. Cuando el conflicto armado comenz¨® a remitir hace una d¨¦cada, muchos regresaron, pero las formas de cultivo tradicional hab¨ªan sido sustituidas por el monocultivo industrial de palma aceitera. En la imagen, una vereda de Mar¨ªa la Baja y el inicio del monocultivo de palma al fondo.Mar¨ªa RadoGrandes empresas de palma africana aprovecharon el bajo precio del terreno durante la guerra para hacer compras masivas y terminaron de convencer a muchas comunidades que no quer¨ªan vender a trav¨¦s de la construcci¨®n de escuelas e infraestructuras en una zona que, a¨²n hoy, sigue estando muy abandonada por el Estado. En la imagen, una calle de San Juan de Nepomuceno.Mar¨ªa RadoA comienzos de 2016, los peces de la represa de Arroyo Grande, una de las formas tradicionales de alimentaci¨®n de la poblaci¨®n local, comenzaron a aparecer muertos a flote. Los habitantes de las veredas circundantes acusaron a los qu¨ªmicos utilizados en los monocultivos de palma. Adem¨¢s de los problemas de contaminaci¨®n y acceso al agua, el monocultivo de palma est¨¢ afectando a la autonom¨ªa alimentaria de la regi¨®n. Mar¨ªa RadoEn otros puntos de los Montes de Mar¨ªa, los campesinos locales han logrado frenar la venta de tierras y la expansi¨®n del monocultivo organiz¨¢ndose en cooperativas agrarias y cultivando en comunidad sus tierras. En la imagen, una cooperativa agraria en el municipio de San Juan de Nepomuceno.Mar¨ªa RadoPara campesinos locales como Steven, la p¨¦rdida de las tierras y las formas tradicionales de agricultura podr¨ªan causar un segundo desplazamiento despu¨¦s del padecido durante la guerra. En la imagen, un campesino montemariano.Mar¨ªa RadoEn general, las zonas de mayor organizaci¨®n campesina son las que han conseguido evitar el avance de monocultivos como la palma africana o la teca maderera. En la cooperativa Asoagro, en San Juan de Nepomuceno, cada campesino es due?o de su tierra, pero para venderla a un tercer comprador, la operaci¨®n debe ser aprobada por el resto de cooperativistas. Mar¨ªa Rado