El mundo de Trump y Putin
S¨®lo una Europa unida y cr¨ªtica puede ser respetada en el nuevo orden mundial
Hace unas semanas, una noticia no confirmada afirmaba que Rusia dispone de un v¨ªdeo de Donald Trump divirti¨¦ndose con unas prostitutas en Mosc¨². Con raz¨®n, no se hizo caso a la novedad. En cambio, hay otras revelaciones que s¨ª pueden tener un amplio alcance. Hace poco, las expuso la bisnieta de Nikita Jruschov.
Nina Khrushcheva, profesora ruso-americana en la New School de Nueva York, ha declarado en entrevistas y por escrito que, con seguridad, Vlad¨ªmir Putin dispone de informaci¨®n altamente comprometedora sobre Trump. ¡°Lo m¨¢s seguro¡±, afirma Khrushcheva, ¡°es que Putin tenga en su poder informaci¨®n sobre los datos fiscales de Trump que el presidente estadounidense se esfuerza por ocultar¡±.
?Cu¨¢l es la relaci¨®n entre Trump y Putin? A Trump le atrae el estilo forzudo de Putin, y no es el ¨²nico; desde el turco Erdogan hasta el indio Modi los l¨ªderes autoritarios le profesan admiraci¨®n. Trump y Putin, dos pol¨ªticos con tendencias dictatoriales, se inclinan hacia la ultraderecha ¡ªla llamada derecha alternativa¡ª islam¨®foba, nacionalista y partidaria de la supremac¨ªa blanca y masculina; el m¨¢ximo asesor de Trump, Stephen Bannon, admirador de Lenin, fue director de Breitbart News, plataforma de tendencia supremacista. Si Putin se ha rodeado en el Gobierno con semig¨¢nsteres como Igor Sechin, Trump ha elegido para su Gabinete algunos de los tipos m¨¢s oscuros que ha podido encontrar.
Trump persevera en que nunca le han molestado las conversaciones sobre las sanciones a Rusia del dimitido general Flynn, ¡°hombre maravilloso¡± seg¨²n ¨¦l, con el embajador ruso Kisliak. Adem¨¢s justifica cualquier acci¨®n b¨¦lica de Mosc¨² e insiste en no tener intereses comerciales en Rusia. Sin embargo los tiene ya desde los a?os ochenta, al igual que su secretario de Estado, Rex Tillerson, tiene miles de millones en juego en este pa¨ªs. Pero si hasta hace poco Rusia ve¨ªa a Trump con buenos ojos ¡ª¡°la manera de pensar de un hombre de negocios es beneficiosa en la pol¨ªtica¡±, afirmaba el diario ruso Nezav¨ªsimaya Gazeta¡ª, algo est¨¢ empezando a cambiar: el Kremlin acaba de dar ¨®rdenes a los medios de no tratar a Trump especialmente bien. Si las afirmaciones de Khrushcheva son fundadas, ?qu¨¦ requerir¨¢ el presidente ruso de Trump a cambio de guardar su secreto? Sus intenciones est¨¢n claras como el agua. En primer lugar pedir¨¢ la lealtad del presidente estadounidense. Adem¨¢s exigir¨¢ que Occidente elimine las sanciones, deseo que EE?UU indudablemente cumplir¨¢. Mosc¨² reclamar¨¢ que Occidente d¨¦ su visto bueno a su anexi¨®n ilegal de Crimea y a las operaciones b¨¦licas en Ucrania. No es una casualidad que la guerra en este pa¨ªs se reanudara con fuerza poco despu¨¦s de que el Senado aprobara el nombramiento de Tillerson. Mosc¨² sabe que este es su momento para apoderarse de Ucrania.
Otro punto en la agenda de Putin ser¨¢ conseguir el benepl¨¢cito de Occidente sobre su despiadado bombardeo de civiles en Siria y en retener a este pa¨ªs bajo la influencia rusa sacando provecho de la reconstrucci¨®n de las ciudades bombardeadas. Pero las cosas no se quedar¨¢n ah¨ª. Rusia desea tener en su esfera tambi¨¦n a cuantos se independizaron del imperio sovi¨¦tico tras la ca¨ªda del comunismo, entre ellos a Georgia y Asia Central, que considera suyos, al igual que Ucrania.
Cuando en el a?o 2000 Putin lleg¨® a la presidencia se esforz¨® por atraer bajo su influencia a los pa¨ªses de la Europa central y del Este que durante el comunismo hab¨ªan sido sat¨¦lites de la URSS. Su af¨¢n est¨¢ dando frutos en la Hungr¨ªa de Orban y la Chequia de Zeman, entre otros Estados. Sin embargo, desde que Trump declar¨® que prescindir¨ªa de la OTAN, entre la poblaci¨®n de esta regi¨®n se nota cierto nerviosismo. Los Estados b¨¢lticos empezaron a entrenar sus peque?os Ej¨¦rcitos con gran ¨ªmpetu. Ante el posible debilitamiento de la OTAN, la UE debe establecer un Ej¨¦rcito propio.
Europa, junto con Canad¨¢, se ha convertido en un basti¨®n de la democracia en el mundo y por ello est¨¢ mal vista tanto en Washington como en Mosc¨². Solo una Europa unida, cr¨ªtica y que ejerza la r¨¦plica puede ser respetada en el nuevo orden mundial.
Las declaraciones que provienen de Washington y de Mosc¨² est¨¢n llenas de mentiras que, repetidas muchas veces, seg¨²n la receta de Goebbels, se convierten en verdades. Pero lo m¨¢s preocupante no es que salgan pol¨ªticos como Trump y Putin, sino que cada vez haya m¨¢s personas que apoyan su pol¨ªtica. Eso significa que una parte de la poblaci¨®n no conf¨ªa en que la democracia pueda solucionar sus problemas.
Monika Zgustova es escritora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.