Causas justas sin fronteras

Se cumplen tres a?os del llamado que hiciera mi esposo Leopoldo L¨®pez para salir de forma pac¨ªfica y constitucional de la grave crisis que atravesaba ya en aquel entonces Venezuela. Leopoldo, junto al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, la diputada Mar¨ªa Corina Machado, otros l¨ªderes de la oposici¨®n y miles de estudiantes entendieron, ya en 2014, la necesidad de ejercer nuestro derecho a la protesta como forma de presi¨®n para hacer retroceder las pretensiones autoritarias de un r¨¦gimen que ven¨ªa violando la Constituci¨®n y los derechos humanos de los venezolanos.

Venezuela ha cambiado desde ese 2014, pero lo ha hecho para peor, reafirm¨¢ndose como una dictadura en la que los derechos son violados sistem¨¢ticamente y en la que las condiciones sociales han sido denunciadas por organismos internacionales. Miles de venezolanos comen de la basura, los ni?os reci¨¦n nacidos son recibidos en cajas de cart¨®n en las salas de parto, las medicinas escasean, nuestros enfermos terminales viven verdaderas agon¨ªas inhumanas y la violencia se ha apoderado de nuestras ciudades, haciendo de nuestras comunidades unas desoladoras c¨¢rceles donde los ciudadanos buscamos refugiarnos para evitar la criminalidad. La situaci¨®n es inaguantable. No se le puede pedir tiempo y paciencia a la muerte, a la enfermedad ni al hambre.

Pero el cambio de Venezuela en estos tres a?os no es solo en negativo. La oposici¨®n organizada ha logrado conquistar el poder legislativo con una abrumadora mayor¨ªa, dando una demostraci¨®n concreta de que los venezolanos ya no apoyan un sistema que los ha sometido a la peor crisis de su historia. Los venezolanos ¡ªtal como hiciera mi esposo Leopoldo el 18 de febrero de 2014, cuando decidi¨® darle la cara a la justicia injusta de la dictadura que lo persegu¨ªa¡ª han despertado y lo han hecho con fuerza; hoy, m¨¢s del 90% de nuestro pueblo rechaza la gesti¨®n de Nicol¨¢s Maduro y exige su cambio inmediato.

?Ha valido la pena tanto sacrificio? ?Han sido estos a?os de sufrimiento y angustias suficientes para, como dijera Leopoldo, ¡°el despertar de un pueblo¡±? La respuesta en mi coraz¨®n es inequ¨ªvoca: un rotundo s¨ª. Lo ha dicho mi esposo desde la c¨¢rcel militar donde lo mantienen aislado: lo har¨ªa mil veces m¨¢s con tal de contribuir a la liberaci¨®n de su pueblo y a la reconquista de la democracia venezolana.

Es necesario entender que los dem¨®cratas debemos movilizarnos sin descanso para no darle tregua a esta peligrosa dictadura. Su participaci¨®n en actividades de narcotr¨¢fico y terrorismo, tal como el mismo Leopoldo denunciara hace tres a?os, debe ser un aliciente m¨¢s que suficiente para que toda la comunidad internacional genere acciones concretas y reales para el rescate de la democracia venezolana. Es en ese sentido que esperamos de los Gobiernos europeos y de los Gobiernos de la regi¨®n americana que tomen acciones que exijan la liberaci¨®n de Leopoldo L¨®pez y de todos los presos pol¨ªticos as¨ª como la celebraci¨®n de elecciones presidenciales y regionales para que seamos los venezolanos quienes decidamos pac¨ªficamente nuestro destino.

No se le puede pedir tiempo y paciencia a la muerte, a la enfermedad ni al hambre

El r¨¦gimen, en los meses finales del a?o 2016, plante¨® un falso di¨¢logo en el que enga?¨® a todo el pa¨ªs y a toda la comunidad internacional. Ya en aquellos meses mi esposo Leopoldo advirti¨® que no exist¨ªan condiciones para que se generara un di¨¢logo cre¨ªble y sincero, pues el r¨¦gimen no daba ninguna muestra de voluntad de que as¨ª fuera. Si para ese entonces no exist¨ªan las condiciones, hoy son peores. Y para reafirmar la condici¨®n dictatorial, el r¨¦gimen ha impedido de forma inconstitucional la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum revocatorio del mandato de Nicol¨¢s Maduro.

Los venezolanos somos quienes debemos rescatar a Venezuela. Es nuestra responsabilidad y estoy convencida de que as¨ª lo haremos y muy pronto. Este 18 de febrero y los d¨ªas, semanas y meses a seguir estaremos conquistando nuestra democracia en todas las calles y rincones del pa¨ªs.

A nuestros hermanos espa?oles y europeos pedimos nos respalden en esta gesta heroica. S¨¦ que los venezolanos no estamos solos y que contamos con ustedes. De coraz¨®n se lo agradecemos y as¨ª me ha pedido se los haga saber mi esposo Leopoldo L¨®pez.

El amor es m¨¢s grande que la dificultad de salir de esta dictadura. ?Fuerza y fe! Las causas justas no tienen fronteras¡­

Lilian Tintori es activista de derechos humanos.