¡°Mam¨¢, ?vengo de tu tripita?¡±
Alejandra y Carlos decidieron recurrir a la gestaci¨®n subrogada tras perder a tres beb¨¦s en embarazos fallidos
En la casa de Mauro y Martina no hay secretos. Los mellizos de cuatro a?os saben que no nacieron ¡°de la tripita¡± de su mam¨¢, sino de la de Amy, una mujer estadounidense que prest¨® su vientre para que Alejandra Mart¨ªnez Campos y Carlos Arias Paniagua, sus pap¨¢s, cumplieran su sue?o de tener hijos. La pareja, que recurri¨® a la gestaci¨®n subrogada tras perder a tres beb¨¦s en embarazos fallidos con riesgo para la vida de Alejandra, pide que se visibilice ¡°como una t¨¦cnica m¨¢s de reproducci¨®n¡±.
¡°Tengo un problema en el cuello del ¨²tero, que es m¨¢s corto de lo normal. Puedo embarazarme sin ning¨²n problema, pero no puedo llevarlo a t¨¦rmino¡±, explica Alejandra sobre la raz¨®n que los llev¨® a buscar una madre subrogada. Mart¨ªnez Campos, de 42 a?os, qued¨® embarazada por primera vez en su luna de miel en agosto de 2008, y en diciembre tuvo un aborto no provocado. En su ¨²ltimo intento en 2010 le practicaron un cerclaje cervical, una intervenci¨®n para coser el cuello del ¨²tero y as¨ª tratar de aguantar el beb¨¦, ¡°pero ni as¨ª sirvi¨®¡±, cuenta con entereza delante de sus hijos. ¡°Mauro y Martina saben su realidad porque es una cosa de la que Carlos y yo estamos orgullosos. Estamos orgullosos de haber luchado¡±, asegura la madre, que comparte muchos rasgos f¨ªsicos con los mellizos.
En enero de 2011 decidieron que la gestaci¨®n subrogada era ¡°la ¨²nica manera¡± de ser padres. Tras ver sus opciones, entre las que estudiaron hacerlo en M¨¦xico e incluso en Espa?a por alg¨²n caso del que hab¨ªan tenido noticia, resolvieron irse ¡°a lo seguro¡±, a Estados Unidos. ¡°Decidimos que no fuera una experiencia traum¨¢tica, sino todo lo contrario, y buscamos un sitio que tuviera respaldo jur¨ªdico. Si hubi¨¦ramos tenido ese respaldo legal en Espa?a?no nos lo hubi¨¦ramos pensado y lo habr¨ªamos hecho aqu¨ª¡±, afirma Carlos, de 41 a?os. ¡°Definitivamente. En Estados Unidos toda la parte legal est¨¢ muy bien cimentada. Es un proceso legal, en el que todas las partes estamos de acuerdo¡±, completa Alejandra.
En Espa?a a¨²n no se ha podido llegar a un acuerdo sobre el tema. En las ¨²ltimas semanas se ha abierto un debate en el seno de partidos?como?Ciudadanos, que quiere impulsar una Ley que ¡°garantice los derechos de todas las personas intervinientes, y de forma muy especial de los menores¡±. ¡°Yo creo que no nos queda otra que abordar esa regulaci¨®n¡±, afirm¨® el presidente del partido Albert Rivera, durante un evento en el que abordaron la cuesti¨®n a principios de febrero.
A pesar de que Alejandra y Carlos no tuvieron ning¨²n problema legal en Estados Unidos, ni al momento de traer a Mauro y a Martina a vivir con ellos a Espa?a, recuerdan el proceso como ¡°largo, angustioso y costoso¡±. Lo primero fue ponerse en contacto con la agencia Family Source Consultants, en Chicago. Despu¨¦s de rellenar un extenso cuestionario, analizaron a las posibles candidatas, y tras descartar varias opciones eligieron a Amy, una madre estadounidense que ahora describen como su ¡°¨¢ngel en la Tierra¡±. ¡°Gracias a ella tengo a mis hijos, ellos lo saben y a su manera lo entienden¡±, se?ala Alejandra, originaria de M¨¦xico.
La distancia fue uno de los factores m¨¢s dif¨ªciles que tuvieron que afrontar durante el procedimiento, pues antes de las 20 semanas de embarazo Amy tuvo una amenaza de aborto. ¡°Despu¨¦s de los tres abortos que vivimos nosotros, ese fue el momento m¨¢s delicado¡±, recuerda Carlos. ¡°El no poderlo vivir de cerca, no saber realmente lo que est¨¢ pasando¡±, completa Alejandra. Y la distancia se traduce en m¨¢s gastos econ¨®micos, otra de las dificultades a la que se enfrentaron, pues desembolsaron alrededor de 100.000 euros para cumplir su sue?o. ¡°Mucha gente cree que esto es de gente millonaria, y no es verdad. Creo que la mayor¨ªa hacemos un esfuerzo econ¨®mico en el que se involucran much¨ªsimas partes¡±, dice la mexicana.
En busca de un proceso nacional
Tras regresar a Espa?a con Mauro y Martina, Alejandra y Carlos se unieron a la asociaci¨®n Son nuestros hijos, desde donde trabajan para que la gestaci¨®n subrogada se regule en el pa¨ªs. ¡°Lo que buscamos como asociaci¨®n es que se visibilice como una t¨¦cnica m¨¢s de reproducci¨®n, que es lo que es¡±, afirma Alejandra.
¡°T¨¦cnicamente tenemos toda la infraestructura ya montada, no habr¨ªa que implementar nada. Har¨ªa falta un control, crear el registro de donantes y una voluntad pol¨ªtica para ayudar a gente que necesita la gestaci¨®n por sustituci¨®n, y a la gente que quiere dar esa ayuda, que la pueda ofrecer¡±, explica Pedro Fuentes, ginec¨®logo y presidente del organismo. Fuentes equipara esta t¨¦cnica a la donaci¨®n de ¨®rganos: ¡°Si hoy en d¨ªa una mujer espa?ola quiere donar un ri?¨®n, va al m¨¦dico, lo dice, se le hacen las pruebas y, si cumple los requisitos que pide la ley, dona ese ri?¨®n. Si hoy en d¨ªa una mujer espa?ola quiere donar su capacidad de gestar para que otra persona tenga un hijo, la ley le dice que no, directamente, es il¨®gico¡±, defiende.
Para Alejandra y para Carlos lo m¨¢s importante es que otras parejas espa?olas puedan optar por la gestaci¨®n subrogada en su propio pa¨ªs. ¡°Ojal¨¢ que en un futuro cercano esto sea legal en Espa?a y muchas personas puedan lograr su sue?o de tener a sus hijos y no irse a otros pa¨ªses y encontrarse con las muchas dificultades que lleva este proceso¡±.
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