Uber-ficci¨®n

Cuando un intelectual habla de ciencia ficci¨®n, el topicazo suele ser encomiar la clarividencia de Julio Verne. A m¨ª las predicciones de Verne siempre me han parecido una tabarra. Si los coches van ahora por tierra firme, los veh¨ªculos del futuro ir¨¢n bajo el agua (20.000 leguas de viaje submarino) o por el espacio exterior (De la Tierra a la Luna), o incluso seguir¨¢n viajando por tierra pero con una velocidad portentosa (Due?o del mundo). Son meras extrapolaciones de lo que ya exist¨ªa en tiempos de Verne, y la extrapolaci¨®n es la trampa para futuristas por antonomasia.

A finales del siglo XIX, los extrapoladores predijeron que Londres amanecer¨ªa en pocas d¨¦cadas sepultado por estrato sobre estrato de excrementos de caballo. Su c¨¢lculo era t¨¦cnicamente correcto, pero no predijeron la invenci¨®n del autom¨®vil. Cuando yo estaba en aquella edad dif¨ªcil de las hormonas y los granos le¨ªa a Verne con voracidad, pero no por sus predicciones tecnol¨®gicas, sino porque eran maravillosas novelas de aventuras, y porque se met¨ªan con el ge¨®grafo, que no daba ni una a la hora de aterrizar (Cinco semanas en globo).

En El quinto elemento, una pel¨ªcula de Luc Besson estrenada hace 20 a?os, hay una secuencia de 10 minutos donde los coches vuelan en capas, a docenas de altitudes, entre los rascacielos de Manhattan. Bruce Willis borda el papel de su vida: un taxista neoyorquino. Mete el morro para salir del garaje, increpa a los conductores de al lado por in¨²tiles y hace la del taxista, que se dice, para dar la vuelta en la Quinta Avenida de forma ¨¢gil e indebida, solo que a la altura del piso 70, con los coches vol¨¢ndole por todas partes. ?Qu¨¦ hay de esa predicci¨®n 20 a?os despu¨¦s?

Mucho. Uber, la empresa de transporte que encanta a los j¨®venes y cabrea a los taxistas, tiene una divisi¨®n dedicada a desarrollar taxis voladores, llamada Elevate. Acaban de fichar nada menos que a Mark Moore, un destacado ingeniero de la NASA con 30 a?os de experiencia en el dise?o de veh¨ªculos a¨¦reos y espaciales. Fue Moore quien escribi¨® el proyecto t¨¦cnico que Uber public¨® en octubre. Elevate tiene que superar a¨²n un escollo formidable: que las actuales bater¨ªas de los coches el¨¦ctricos no llegan a la potencia necesaria para volar. Pero los optimistas tienden a ver eso como un mero problema t¨¦cnico que alguien acabar¨¢ resolviendo (y quiz¨¢ patentando) m¨¢s pronto que tarde.

Como de costumbre, sin embargo, El quinto elemento se qued¨® corto. En el enjambre de taxis a¨¦reos del futuro no har¨¢ falta ning¨²n Bruce Willis. Los humanos no seremos m¨¢s que un paquete en esa secuencia memorable.