Exoplanetas

El descubrimiento de siete exoplanetas ha sido la mejor noticia del milenio. Confirma el viejo sue?o de la existencia de un mundo m¨¢s all¨¢ del nuestro: el de los profetas, y el de los poetas que buscaron otras dimensiones para solo encontrar para¨ªsos en esta.

Cuando los millonarios de Internet compran refugios por millones de hect¨¢reas en lugares rec¨®nditos y poco estrat¨¦gicos por si esto explota, es que, glups, el s¨¢lvese quien pueda no es una posibilidad tan remota. Tendr¨ªamos adonde marcharnos en caso de que saltaran todas las alarmas, porque hasta ahora, seamos realistas, no hab¨ªa ad¨®nde ir. La vida en Marte sin David Bowie, se hace poco atractiva. Y, por mucho que gobierne nuestros d¨ªas y nuestras noches, la luna no es habitable m¨¢s que para aquel viejecito al que se trag¨® una noche y que carga con su haz de le?a para la eternidad.

Si estamos a punto de acabar con este planeta, ser¨ªa obligatorio empezar de cero y crear una sociedad distinta y mejor: llam¨¦mosla ut¨®pica, falansterio, comuna o urbanizaci¨®n, pero sin vigilancia 24 horas ni ba?os alicatados ni gases contaminantes ni desigualdades extremas ni racismo ni tantas cosas que habr¨ªa que dejar atr¨¢s. Todo el mundo ser¨ªa bienvenido, independientemente de su raza, etnia o color; quiz¨¢s a alg¨²n elemento tirando a naranja le pedir¨ªamos visado, no se nos fueran a colar aliens que desbarataran nuestra reci¨¦n nacida sociedad.

Es una pena que todav¨ªa no sepamos si esos exoplanetas podr¨ªan ser un lugar en el que vivir mejor. Pero a veces hay que arriesgarse. Yo, por si acaso, ya estoy haciendo las maletas. Me pido el primer billete. Agur.