La sonrisa de Bonnie
Que nadie muera nunca en un tiroteo sin Faye Dunaway sonri¨¦ndole a su lado
Bonnie y Clyde no eran tan guapos ni las traiciones que les condenaron tan oscuras. ?l cojeaba porque se amput¨® un dedo del pie para no hacer trabajos forzados y conduc¨ªa en calcetines; ella cojeaba porque se quem¨® una pierna en un accidente mientras conduc¨ªa Clyde. Fueron bandidos j¨®venes que se hicieron c¨¦lebres porque un d¨ªa, aburridos, posaron para la c¨¢mara empu?ando las armas. Las im¨¢genes son un icono hoy, pero cuando las descubri¨® la polic¨ªa en una de sus huidas (fueron los mejores fugitivos del siglo XX) les obligaron a vivir debajo de ropas, sombreros y gafas.
Fueron queridos hasta los ¨²ltimos cr¨ªmenes, cuando les achacaron masacres que no hab¨ªan cometido; cayeron en desgracia de tal forma que se consider¨® normal acribillarlos en una emboscada, tanto al asesino Clyde Barrow, de 25 a?os, como a su enamorada Bonnie Clarke, de 24, que nunca hab¨ªa empu?ado un arma. Fue despu¨¦s de una traici¨®n en una carretera perdida: el padre de un viejo socio les par¨® a las nueve de la ma?ana de un d¨ªa de mayo. A un lado de la carretera estaban agazapados agentes que ten¨ªan orden de vaciar los cargadores de fusiles y pistolas. Solo en el coche se encontraron 167 agujeros de bala; Clyde muri¨® reventado de un disparo en la cabeza y Bonnie tard¨® en morir lo suficiente como para no soltar el s¨¢ndwich que estaba comiendo.
Arthur Penn, en una pel¨ªcula rodada hace medio siglo, cambi¨® el s¨¢ndwich de Bonnie por la manzana de Clyde, que interpretaba Warren Beatty, mientras ella, Faye Dunaway, se apoyaba en su hombro cuando ¨¦l conduc¨ªa. Es uno de los mejores finales de siempre; lo m¨¢s parecido a lo que pudo ser el final de Bonnie?& Clyde. El traidor les hace parar el coche y se tira debajo de su cami¨®n al ver llegar a otro veh¨ªculo. Rompen a volar varios p¨¢jaros. Y Beatty, con solo un cristal en sus gafas, mira a Dunaway. Acaban de saber que los van a matar, que dentro de cinco segundos ya no estar¨¢n vivos.
Es una secuencia magn¨ªfica; se miran asustados, porque est¨¢n comprendiendo, y luego relajados, porque han comprendido. Entonces Dunaway sonr¨ªe a Beatty. Que nadie muera nunca en un tiroteo sin Faye Dunaway sonri¨¦ndole a su lado. Alguien que se vaya contigo y que te diga que todo est¨¢ bien, que os vais juntos, que ha merecido la pena. No quisieron enterrarlos juntos, pero en el Crown Hill Memorial Park de Dallas, donde Bonnie est¨¢ enterrada, se lee un verso suyo para Clyde: ¡°Este viejo mundo brilla m¨¢s por la vida de gente como t¨²¡±.
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