T¨ªos buenos

Aqu¨ª donde me leen, tan feministona y LGTBI friendly, me gustan m¨¢s los hombres que ir de rebajas. Mejor cuanto m¨¢s tiarrones, encima, en el sentido literal del t¨¦rmino. En plata, que me ponen los machos alfa, que hay que explic¨¢rselo todo, le?e, A ver: que s¨ª, que ya, que el amor es ciego, la belleza est¨¢ en el interior y cada uno tiene su punto, vale. Pero, no s¨¦, ser¨¢ la llamada de la selva, la selecci¨®n natural, el mandato gen¨¦tico de perpetuar la especie con los m¨¢s id¨®neos. El caso es que se me van los ojos a los t¨ªos buenos. Y ah¨ª quer¨ªa llegar, precisamente.

Cada vez, aleluya, hay m¨¢s t¨ªos buenos. T¨ªos que te valoran y te espolean y te provocan intelectualmente. T¨ªos que no te ayudan a nada, ni falta que te hace, sino que se implican contigo en lo que sea, desde cuadrar un balance hasta limpiarles el orto a los cr¨ªos. T¨ªos que te respetan como mujer ni antes ni despu¨¦s sino a la vez que como persona. Y quien dice t¨ªos, dice jefes, porque, s¨ª, ellos siguen teniendo casi todas las sartenes, menos las sartenes propiamente dichas, por el mango. A lo que iba, que chocheo. Claro que a nosotras tambi¨¦n nos ponen los t¨ªos buenos. Claro que comentamos el polvazo que tienen seg¨²n qu¨¦ se?ores en unos t¨¦rminos que sonrojar¨ªan al m¨¢s cafre de los machirulos. Claro que nos gusta que nos pongan mirando adonde a ellos y nosotras nos d¨¦ la gana en seg¨²n qu¨¦ tesituras. Claro que mujeres y hombres somos distintos, diferentes, diversos. En privado y con consentimiento mutuo. Fuera, exigimos igualdad absoluta. No s¨¦ qu¨¦ parte de ¡°somos iguales¡± no entienden esos otros t¨ªos que van de superigualitarios y nos dejan piar por nuestras cositas de t¨ªas el d¨ªa de marras, mientras siguen junt¨¢ndose a regir el orbe en sus peceras de peces gordos poniendo los pies y los d¨ªdimos encima de la mesa. La igualdad es un poema que solo entienden los aut¨¦nticos t¨ªos buenos. Otra cosa es que lo est¨¦n. No se puede pedir todo.