6 fotosSiete libros de la semanaJ. M. Coetzee, Joy Williams, Valeria Correa Fiz, Juan Manuel de Prada y Peter Watkins, entre los autores destacados 17 mar 2017 - 15:34CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceA Pearl le tira ¡°m¨¢s el vino que las rosas, como dicen algunos¡±; en no menor medida debido a ello, su vida es rara: vive en una isla frente a la Costa Este estadounidense, rodeada de ni?os sin padre que Thomas cr¨ªa con una mezcla de misticismo y dejadez y de los que se desembaraza cuando se convierten en adolescentes. Thomas es el hermano de Walker, quien sorprendi¨® a Pearl robando en unos grandes almacenes y se la llev¨® con ¨¦l a la isla; Pearl escap¨®, pero Walker dio con ella y Sam, el beb¨¦ de ambos: cuando regresaban, el avi¨®n en el que volaban cay¨® a tierra, y al accidente s¨®lo sobrevivi¨® Pearl y (quiz¨¢) su ni?o. Ahora Sam tiene siete a?os y Pearl teme que se est¨¦ convirtiendo en un animal salvaje o en el inventor de una religi¨®n infantil que tiene su centro en las historias sobre Aaron y Emma, los primeros habitantes de la isla; Sam est¨¢ bajo la influencia de ¡°la anciana¡±, pero a la anciana s¨®lo la ve Pearl: al final, por supuesto, habr¨¢ sangre, durante una tormenta. Por PATRICIO PRONALPHA DECAYCada vez que la bruja le pide a Hansel que meta el dedo entre los barrotes para comprobar si ya se lo puede comer, ¨¦l saca el huesecillo de alguna de las viandas con las que la vieja lo engorda. El pentimento de los Grimm con su perturbador imaginario de las parafilias y el sadismo contra los d¨¦biles sostiene la propuesta de Correa Fiz. Tambi¨¦n los elementos ¡ªtierra, aire¡¡ª de una naturaleza asfixiante. Reconocemos un similar tour de force entre civilizaci¨®n e instinto en los relatos de otras escritoras argentinas: Mariana Enr¨ªquez y Samanta Schweblin. Lo siniestro como l¨ªquido revelador de la historia y la domesticidad. Por MARTA SANZP?GINAS DE ESPUMAPoeta, ensayista, cr¨ªtico de arte y literatura, Enrique Andr¨¦s Ruiz (Soria, 1961) es uno de los m¨¢s originales intelectuales espa?oles. Si en Vida de la pintura (2001) comparec¨ªa como sabio antimoderno con un gran talento para la provocaci¨®n, La carro?a lo descubre inseguro. O ser¨ªa mejor decir: bien armado de saberes, pero cuidadoso en su defensa de la incertidumbre. La carro?a puede considerarse un libro sobre poes¨ªa, si entendemos por ¨¦sta la capacidad de fijar lo perecedero con la palabra, as¨ª como la de acompa?ar al mundo con una sintaxis. Porque tambi¨¦n es una obra pol¨ªtica y religiosa sobre las diferentes temporalidades con las que el hombre ha dado sentido al mundo. Por CARLOS PARDOPRE-TEXTOSo creo que Juan Manuel de Prada (Baracaldo, 1970) requiera de una faja como le han puesto a Mirlo blanco, cisne negro, pues la novela ¡ªinteresante y discutida, que no deja indiferente a nadie¡ª ni es un ajuste de cuentas ¡°conmigo mismo¡± ni tampoco ¡°con el mundo editorial¡±. Esta historia de un joven novelista que, reci¨¦n instalado en Madrid, conoce a un viejo escritor, es algo m¨¢s, o algo menos, que un ajuste de cuentas. Y lo es en el estilo Prada sin alcanzar a Henry James ¡ªtan citado, de ah¨ª el titulillo escogido para esta rese?a¡ª. A cada uno lo suyo. Dejemos a un lado los mandobles que da a diestro ¡ªno s¨¦ si a siniestro¡ª contra escritores caricaturizados, f¨¢cilmente reconocibles, de esta rep¨²blica de las letras en las que ¨¦l brot¨® en los a?os noventa como una de las grandes esperanzas blancas, de las que no se salvan suplementos ¡ªcomo este¡ª y cr¨ªticos miramelindos y eunucos ¡ªliteral¡ª. Por JAVIER GO?IESPASAEn un art¨ªculo reciente, escrito bajo la sugesti¨®n de 'Vindicaci¨®n del arte en la era del artificio', de J. F. Martel, Andr¨¦s Ib¨¢?ez se prodigaba en la defensa de la inutilidad del arte. All¨ª dec¨ªa que el arte es un lenguaje ¡°hecho de sonidos, de im¨¢genes, de historias, de formas, de resonancias, de ritmos, de confluencias, de s¨ªmbolos¡±, que nos pone en contacto con algo inmenso y misterioso. No parece casual que aquel art¨ªculo coincida con la aparici¨®n de 'La duquesa ciervo', una novela de fantas¨ªa medieval, g¨¦nero que no ha de sorprender a los lectores de la obra de Ib¨¢?ez, en general una propuesta que hace valer el encantamiento ante la belleza y se ofrece como un espacio de celebraci¨®n. Escritor de gran cultura, muy sensible a la experiencia art¨ªstica, dotado de excelentes recursos, poseedor de una prosa de exultante nitidez, el mundo medieval de fantas¨ªa deb¨ªa resultarle algo m¨¢s que una tentaci¨®n. Un mundo que contiene elementos ben¨¦ficos para la exclamaci¨®n y el prodigio, poblado de castillos, reyes, h¨¦roes, princesas, estancias misteriosas, magos, animales mitol¨®gicos, sabidur¨ªa oculta, objetos cuya b¨²squeda dan sentido a la existencia, regido por normas que excluyen la raz¨®n y que se provee, con resuelta indemnidad, de las leyes que se concede la conciencia imaginativa para favorecer su propia fascinaci¨®n. Por FRANCISCO SOLANOGALAXIA GUTENBERGHay un episodio de 'Pippi Calzaslargas', la serie televisiva basada en los libros de Astrid Lindgren, en el que la protagonista se tumba a mirar las nubes. La c¨¢mara adopta una perspectiva subjetiva y enfoca al cielo durante unos largu¨ªsimos segundos. El plano es tan prolongado que casi resulta inc¨®modo, como si el director fuera un bergmaniano loco decidido a sabotear la programaci¨®n infantil. No es algo peculiar de 'Pippi Calzaslargas'. Muchos productos audiovisuales dirigidos a ni?os de hace apenas unas d¨¦cadas hoy parecen casi experimentales. La raz¨®n no tiene que ver tanto con los contenidos como con los c¨®digos formales que se han impuesto en el cine y la televisi¨®n actual. Precisamente la lucha contra el empobrecimiento del lenguaje audiovisual ha sido el caballo de batalla de Peter Watkins desde hace d¨¦cadas. Watkins es un m¨ªtico director de cine, pionero del falso documental y creador de obras fascinantes e inclasificables como 'La Commune', una pel¨ªcula de seis horas sobre el alzamiento revolucionario de 1871. Tambi¨¦n es un 'outsider' que siempre se ha negado a someterse a los est¨¢ndares de la industria audiovisual y ha criticado sus sistemas de producci¨®n y distribuci¨®n. La crisis de los medios es un panfleto, en el sentido m¨¢s honorable del t¨¦rmino, que recoge ese trayecto de antagonismo cinematogr¨¢fico. Por C?SAR RENDUELESPEPITAS DE CALABAZA