La esperanza no es verde, es naranja

Despu¨¦s de ser testigos de c¨®mo las doctrinas ultraderechistas han ido cobrando fuerza en los ¨²ltimos meses, resulta muy esperanzador comprobar que todav¨ªa no hemos descartado rescatar los valores y principios que nos hacen m¨¢s humanos. Con la holgada victoria electoral del l¨ªder holand¨¦s Mark Rutte queda patente la disconformidad de una amplia mayor¨ªa de personas con las pol¨ªticas xen¨®fobas que ¨²ltimamente caracterizan a los partidos nacionalistas. Si la ideolog¨ªa progresista que ha manifestado el pueblo holand¨¦s es extrapolable al resto de pa¨ªses europeos, podemos afrontar las pr¨®ximas elecciones de Francia y Alemania con la confianza de que vuelva a triunfar un rechazo categ¨®rico a los planteamientos extremistas y radicales que buscan mimetizar los logros de Trump. Ser¨ªa parad¨®jico que fuera la propia democracia la que vehiculizara, a trav¨¦s de las urnas, un regreso a esos reg¨ªmenes fascistas y totalitarios que la historia nos insta a evitar.¡ª Mar¨ªa Luna del Castillo. Marratx¨ª (Islas Baleares).