El D¨ªa del Padre, pero ?qu¨¦ clase de padre?

Muchas personas de la generaci¨®n del desarrollismo espa?ol, la de los ¨²ltimos cincuenta y los sesenta, crecieron pensando que la celebraci¨®n del D¨ªa del Padre era un invento de unos grandes almacenes con el fin de aumentar sus ventas. Que, por otra parte, coincidiera con la fiesta de San Jos¨¦, el 19 de marzo, y no en junio como en otros pa¨ªses, parec¨ªa muy coherente en esa Espa?a franquista en la que la Iglesia, en connivencia con el poder pol¨ªtico, aprovechaba cualquier ocasi¨®n para arrimar el ascua a su sardina aunque fuera con una versi¨®n manipulada de la historia.

Porque resulta que fue la estadounidense Sonora Smart Dodd ¡ªbendito Google¡ª la que invent¨® tal celebraci¨®n en reconocimiento a su padre, Henry Jackson Smart, quien enviud¨® al fallecer su mujer en el alumbramiento de su sexto hijo. Era a comienzos del siglo XX y el granjero a?adi¨® a su tradicional rol masculino las labores entonces propias de la condici¨®n de madre, lo que le convirti¨® en un progenitor seguramente singular y, sin duda ninguna, muy completo.

Todo eso ocurri¨® hace ya m¨¢s de 100 a?os y parece que ha pervivido dada la inmovilidad de la estructura familiar durante largo tiempo. Pero el nuevo, y afortunado, concepto de unidad familiar deber¨ªa llevar a plantear una reflexi¨®n de la susodicha fiesta, al menos en este pa¨ªs, donde durante d¨¦cadas, y asumiendo que cualquier generalizaci¨®n es injusta, la figura paterna se asoci¨® principalmente al ejercicio de la autoridad y el bienestar econ¨®mico y dej¨® a la madre el papel de cari?osa cuidadora y organizadora del hogar.

Hoy, adem¨¢s de las familias consideradas tradicionales, hay familias con padre y madre del mismo sexo y familias monoparentales. Y sus cabezas, todas ellas, comparten el mismo amor por los hijos y las mismas responsabilidades. ?No deber¨ªamos revisar esa fiesta ¡ªy la de la madre¡ª y hacerla m¨¢s integradora?

En 1993 la ONU proclam¨® el 15 de mayo como el D¨ªa Internacional de las Familias, una celebraci¨®n que en Espa?a pasa completamente desapercibida. Ello pese a que su conmemoraci¨®n ¡ªy no el D¨ªa del Padre o de la Madre¡ª significar¨ªa un nuevo mensaje de gratitud a quienes cr¨ªan, educan y aman a sus hijos al margen de roles y sexos.

Seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Encuesta de Hogares Familiares difundidos por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, el n¨²mero de hogares monoparentales, los que est¨¢n formados por uno solo de los progenitores con hijos, era ya de casi 1,9 millones en el a?o 2015, lo que supone el 10% del total, y va en aumento. Un d¨ªa como el que propone Naciones Unidas fomentar¨ªa la tolerancia, eliminar¨ªa barreras de g¨¦nero... y de paso no har¨ªa que algunos ni?os con padres ¡°diferentes¡±, o simplemente sin ellos por las razones que fuera, se sintieran desplazados estos d¨ªas cuando en el colegio hacen sus trabajos manuales para un tipo de padre predeterminado y no para su entorno familiar, sea cual sea su composici¨®n.