Hijos de pap¨¢
Cada vez m¨¢s padres se implican por devoci¨®n u obligaci¨®n ¡ªel paro ha convertido a muchos en amos de casa forzosos¡ª en el cuidado del nido
Adem¨¢s de regalarnos unas risas, el v¨ªdeo del profesor Kelly interrumpido por sus ni?os durante una intervenci¨®n sobre geopol¨ªtica en la BBC, ha destapado una primicia. Los se?ores, incluso los m¨¢s superencorbatados y superexpertos en lo suyo, tambi¨¦n son padres. La posterior aparici¨®n de Kelly con sus ?adorables? cachorros saltando en su regazo acab¨® de confirmar la noticia. Los pap¨¢s, adem¨¢s de poner su semillita, tambi¨¦n cr¨ªan a la prole. Kelly no lo sabe, pero ah¨ª hab¨ªa un nuevo padre saliendo del armario. Ahora casi puedo visualizar a la eminencia d¨¢ndole crema en el culito al peque?o y haci¨¦ndole las coletas a la mayor, tarea que, vista la hiperactividad de ambos, no debe de ser f¨¢cil. Lo mejor es que, quiz¨¢, no solo sean fantas¨ªas m¨ªas.
Parece que algo se mueve intramuros. Que los padres cada vez se mojan m¨¢s en la crianza. Durante lustros he visto a jefes, e indios, alargar la jornada para no llegar a ba?ar a sus cr¨ªos. Lo dec¨ªan as¨ª de clarito, inflando el pecho de macho ib¨¦rico. Hoy, no pocos se apuran tanto o m¨¢s que ellas para darles la cena, o, si no lo hacen, no lo dicen. Ya no queda bonito. Cada vez m¨¢s padres se implican por devoci¨®n u obligaci¨®n ¡ªel paro ha convertido a muchos en amos de casa forzosos¡ª en el cuidado del nido. Cada vez m¨¢s no se resignan a verles solo el fin de semana y piden con genuino inter¨¦s por ellos la custodia compartida. Cada vez m¨¢s padres presumen de serlo en su bio de Twitter y hay hasta alguno que consuela a su hija de mal de amores prepar¨¢ndole pizza en un anuncio. Todo muy moderno, muy cuqui, muy interesante. El cambiapa?ales de los bares sigue estando, no obstante, en el aseo de mujeres.
D¨¦mosles tiempo, de acuerdo. Para ellos, tampoco debe de ser sencillo. Muchos no lo han visto en casa. No tienen referentes. A muchos, sus padres no les cambiaron ni un triste pa?al y sus madres se lo dieron todo hecho. Queda camino. El nuevo padre se impondr¨¢, si llega, cuando el permiso de paternidad sea obligatorio y equivalente y no una d¨¢diva para ayudar a nadie a nada. Cuando cueste igual contratar a un hombre que a una mujer en edad f¨¦rtil. Cuando un jefe interrumpa una cumbre para llevar a su hijo al m¨¦dico sin que nadie levante una ceja. Tampoco se trata de ser iguales en todo. Pocas cosas hay m¨¢s cursis que la bobada esa del ¡°estamos embarazados¡±. No, embarazadas est¨¢n ellas, perdonen. Tampoco me los imagino en un grupo de Whatsapp reparti¨¦ndose tareas para preparar el ¨²ltimo disfraz del cole. Igual que hay tantas maternidades como madres, hay tantas paternidades como padres. Se trata de alcanzar la corresponsabilidad real dentro y fuera de casa. Y, ya puestos, convengamos en que igual de sexista es regalarles a ellos un taladro que a ellas una plancha.
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