La depresi¨®n reinicia la parada de los monstruos

Axioma (o casi): el cine de terror florece mal¨¦volamente en periodos de depresi¨®n, crisis social o p¨¢nico colectivo; la sublimaci¨®n es el mejor bar¨®metro del malestar. Hecho: la depresi¨®n econ¨®mica de 2007 ha causado da?os irreparabales en el bienestar p¨²blico y en la cohesi¨®n pol¨ªtica; ha producido esa malformaci¨®n que es el crecimiento sin empleo de calidad y los movimientos mal encuadrados y peor comprendidos bajo el r¨®tulo de populismo (Trump, el m¨¢s grave de todos). Algunos cristalizan en formas alotr¨®picas parafascistas (contra los extranjeros, los emigrantes, otras razas). Conclusi¨®n: en funci¨®n del primer axioma, el cine de terror estar¨ªa construyendo hoy im¨¢genes de miedo y de caos incontenible como met¨¢fora de la desintegraci¨®n colectiva. Y lo est¨¢.

Varias pel¨ªculas recientes recogen ese miedo inespec¨ªfico ¡ªlas guerras o las cat¨¢strofes, males n¨ªtidos, no suelen manifestarse en forma de pesadillas difusas¡ª alimentado por la depresi¨®n. No son originales, su calidad es discutible ¡ªen alg¨²n caso, ¨ªnfima¡ª pero se presentan como par¨¢bolas poco sutiles del desasosiego universal. La Gran Muralla es transparente como el escaparate de una lencer¨ªa. Dos mercenarios occidentales llegan a China para descubrir que la Muralla es en realidad una barrera construida para contener la invasi¨®n de enjambres de criaturas viscosas que quieren devorar la civilizaci¨®n. Porque sabemos que la gran muralla empez¨® a construirse por orden de Huang Ti, el emperador que prohibi¨® los libros, que si no podr¨ªamos suponer que se puso en marcha por una orden ejecutiva de Donald Trump, igual que la de construir un muro en la frontera con M¨¦xico.

Kong. Skull Island es un relato pueril a la mayor gloria del rodaje digital, pero apoyado en met¨¢foras cristalinas: el gran gorila es un guardi¨¢n que protege a una comunidad humana aterrorizada por monstruos procedentes del subsuelo. El superyo combate las deformidades lovecraftianas que afloran desde el subconsciente, frente a las cuales el yo carece de respuesta. Shin Godzilla ironiza sobre los l¨ªmites de esa incapacidad; la maquinaria pol¨ªtica japonesa responde al ataque el monstruo ¡ªcaracterizado al final como una m¨¢quina implacable que se descarga y se recarga al modo de una bater¨ªa alimentada por residuos nucleares (Fukushima)¡ª generando una baba burocr¨¢tica autoprotectora del sistema que, si bien no resuelve el problema, genera la ilusi¨®n de que est¨¢ controlado. Crudo (Grave) es un cuento can¨ªbal extrapolable a la lucha interclasista en las sociedades avanzadas para rehuir la peste de la miseria. El superyo de la educaci¨®n (y de la pr¨¢ctica institucional de la democracia, cabe interpretar) nada puede oponer al gen regresivo de la avidez por la carne humana (el desorden del s¨¢lvese quien pueda).

El cine sublima la zozobra. Pero el malestar no viene de fuera, ni de abajo. Es obligado recurrir a Leibniz: ¡°Nada sucede de lo cual no pueda darse una raz¨®n para que aconteciera as¨ª m¨¢s bien que de otro modo¡±. Los monstruos est¨¢n aqu¨ª debido a d¨¦cadas de frustraciones pol¨ªticas. Asoman la cabeza por entre los desgarrones autoinfligidos del tejido social.