Si no puedes con el mosquito, inf¨¦ctalo
Medell¨ªn trata de eliminar el Dengue inoculando una bacteria en los zancudos, algo que ya ha sido exitoso en otros lugares
El mosquito es el animal m¨¢s mortal del planeta para el ser humano. Cinco de las enfermedades que transmiten ¡ªdengue, chikungunya, malaria, fiebre amarilla y zika¡ª causan m¨¢s de medio mill¨®n de muertes anuales y cientos de millones de afectados. La estrategia de acabar con ellos o reducir sus poblaciones ha sido casi siempre fallida, as¨ª que los investigadores han buscado alternativas. Puede que la m¨¢s exitosa hasta la fecha haya sido infectarlos con alguna bacteria que los mermase. Despu¨¦s de cientos de intentos frustrados les transmitireon la wolbachia; cuando lo consiguieron se dieron cuenta de que hab¨ªan conseguido algo mucho m¨¢s revolucionario de lo que buscaban.
Serendipia. El t¨¦rmino, que define un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se est¨¢ buscando otra cosa distinta, es justamente lo que les sucedi¨® a los investigadores de la Universidad Monash de Melbourne cuando por fin inocularon con ¨¦xito la wolbachia en los mosquitos. La idea primigenia era que la bacteria acortase la vida del insecto. Ya que solo es en la ¨²ltima etapa de su existencia cuando pueden transmitir enfermedades como el dengue, reducirla conseguir¨ªa disminuir considerablemente las infecciones. Pero se encontraron con que no solo ocurr¨ªa esto, sino que la bacteria actuaba de una forma inesperada: imposibilitaba a los mosquitos transmitir el dengue, la fiebre amarilla, el zika y la chikungunya.
?Qu¨¦ es el dengue?
Se trata de una enfermedad v¨ªrica transmitida por mosquitos hembra, principalmente de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, de A. albopictus. Son los mismos que de la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y el Zika. El dengue grave (conocido anteriormente como hemorr¨¢gico) afecta a la mayor parte de los pa¨ªses de Asia y Am¨¦rica Latina y se ha convertido en una de las causas principales de hospitalizaci¨®n y muerte en los ni?os y adultos de dichas regiones. Se conocen cuatro serotipos distintos, pero estrechamente emparentados, del virus. Cuando una persona se recupera de la infecci¨®n adquiere inmunidad de por vida contra el serotipo en particular. Sin embargo, la inmunidad cruzada a los otros serotipos es parcial y temporal. Las infecciones posteriores causadas por otros serotipos aumentan el riesgo de padecer el dengue grave.
Tratamiento
No hay tratamiento espec¨ªfico del dengue ni del dengue grave, pero la detecci¨®n oportuna y el acceso a la asistencia m¨¦dica adecuada disminuyen las tasas de mortalidad por debajo del 1%.
Personas afectadas
En las ¨²ltimas d¨¦cadas ha aumentado enormemente la incidencia de dengue en el mundo. Seg¨²n una estimaci¨®n reciente, se producen 390 millones de infecciones por dengue cada a?o, de los cuales 96 millones se manifiestan cl¨ªnicamente.
Muertes anuales
Unas 25.000.
Zonas end¨¦micas
Se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas.
Fuente: OMS
La wolbachia se transmite de madres a hijos: toda la descendencia de una mosquita infectada porta la enfermedad y es, por lo tanto, incapaz de transmitir las antedichas a los humanos. Si es el macho el portador, y la hembra no, los huevos no son f¨¦rtiles. La teor¨ªa dec¨ªa que si en un entorno se liberaban mosquitos infectados de forma sistem¨¢tica, se ir¨ªan mezclando con los sanos, de forma que en unas generaciones todos ser¨ªan portadores de la wolsbaquia y dengue, fiebre amarilla y zika estar¨ªan erradicados de ese lugar. La teor¨ªa se hizo realidad en Australia hace cinco a?os. En este tiempo, no ha habido ning¨²n caso local de estas enfermedades y se ha demostrado que estos zancudos con wolbachia ni pican m¨¢s ni son m¨¢s molestos ni transmiten otras enfermedades.
Desde entonces, los experimentos han comenzado en Indonesia, Brasil y Colombia. En este ¨²ltimo pa¨ªs, el proyecto consiste en eliminar el dengue en el Valle de Aburr¨¢, donde se asienta la ciudad de Medell¨ªn. All¨ª es una enfermedad end¨¦mica que en los ¨²ltimos a?os hab¨ªa pasado a ser epid¨¦mica (m¨¢s de 100 casos por 100.000 habitantes). Ya est¨¢ todo preparado para desplegar casi 30 millones de mosquitos infectados en los pr¨®ximos meses. Pero llegar a este punto ha requerido de a?os de preparaci¨®n y pruebas piloto.
Los mosquitos infectados por una bacteria llamada wolbachia no contagian?dengue, la fiebre amarilla, el zika y la chikungunya. Esto se desubri¨® casi por casualidad
Todo comenz¨® en 2013 en Par¨ªs, una comuna (distrito) humilde en el municipio de Bello, colindante con Medell¨ªn y conurbado con la ciudad; tanto, que entre las empinad¨ªsimas laderas en las que se asienta no se sabe d¨®nde empieza uno termina otro. Iba a ser el barrio piloto para comprobar si eso que hab¨ªa ido tan bien en Australia podr¨ªa funcionar tambi¨¦n en Colombia. Porque soltar cientos de miles de mosquitos no es tarea sencilla: hay que determinar d¨®nde, c¨®mo, cu¨¢ndo hacerlo para que a la vez sea efectivo y no cause demasiadas molestias. Sobre todo, es necesario contar con la complicidad de una poblaci¨®n, la cual ha de comprender qu¨¦ est¨¢ sucediendo junto a su casa y dar su consentimiento para que esto ocurra (como sucede con cualquier experimento).
Para ello, paralelamente al trabajo cient¨ªfico que requer¨ªa estudiar cu¨¢les eran los mejores lugares para soltar a los mosquitos y preparar la infraestructura de cr¨ªa, el equipo del Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales (Pecet) de la Universidad de Antioquia formaba a un grupo de voluntarios sobre todo lo que ten¨ªan que saber ¡ªy contar a sus vecinos¡ª sobre los mosquitos, la wolbachia y el propio dengue.
La elecci¨®n Par¨ªs no fue casual. Adem¨¢s de tener una alta prevalencia de la enfermedad debido a condiciones higi¨¦nicas no siempre adecuadas, all¨ª trabajaba la fundaci¨®n Mi Gente, que se convirti¨® en un enorme facilitador para llegar a la comunidad. Olga Monsalve, una jubilada que ser¨¢ la orgullosa imagen de la campa?a para erradicar el dengue en todo Medell¨ªn, ha colaborado con ella durante m¨¢s de 10 a?os y ha sido una de las almas en la difusi¨®n del proyecto. ¡°Ha servido para educar a los vecinos, que no siempre sab¨ªan conceptos b¨¢sicos, como que el agua de los floreros puede servir de criadero para los mosquitos si no se cambia. Hemos ido puerta a puerta cont¨¢ndo en qu¨¦ consiste esto. Ha sido maravilloso¡±, relata.
Olga forma parte del equipo de voluntarios que el Pecet reclut¨® para que en cada esquina de esta comuna de 60.000 habitantes supieran qu¨¦ quer¨ªa decir aquel extra?o nombre de wolbachia y c¨®mo iba cambiar la percepci¨®n de los mosquitos. En palabras de Adriana del R¨ªo, otra de las 23 voluntarias, consiguieron que los vieran con cari?o: ¡°Antes tra¨ªan la muerte y ahora ven¨ªan a ayudarlos¡±. Para lograr esta metamorfosis, los primeros que ten¨ªan que tomar conciencia eran los propios informadores de la comunidad, que adem¨¢s de formaci¨®n sobre el dengue recibieron cursos de competencias sociales y expresi¨®n. Con estas habilidades, adem¨¢s de recorrer el barrio puerta por puerta, organizaron concursos de cuentos, campa?as en medios locales, obras de teatro en los colegios, c¨®mics y rondas de perifoneo, una t¨¦cnica de comunicaci¨®n muy b¨¢sica pero efectiva que consiste en pasear con coches con meg¨¢fonos anunciando lo que proceda.
Para saber si todo esto hab¨ªa servido de algo, realizaron m¨¢s de 5.000 encuestas en otros tantos hogares de Par¨ªs. Los resultados no dejaron lugar a duda: m¨¢s del 95% estaba a favor de las sueltas de mosquitos. Era hora de pasar a la acci¨®n para neutralizar a unos zancudos que cada vez hab¨ªan desarrollado m¨¢s habilidades para sobrevivir. Iv¨¢n Dar¨ªo V¨¦lez, director del Pecet y l¨ªder del proyecto de eliminaci¨®n del dengue, explica que en los ¨²ltimos a?os estaban evolucionando de forma asombrosa: ¡°Resisten cada vez m¨¢s altura; antes picaban solo por la ma?ana y por la tarde, ¨²ltimamente, tambi¨¦n por por la noche; pon¨ªan todos los huevos en el mismo sitio, y ahora los distribuyen para asegurar que alg¨²n grupo prospere; en lugar de llenarse en una sola picadura, de forma que era m¨¢s probable que la persona se percatase y lo aplastase, desarrollaron la estrategia de la cobra: cinco o seis r¨¢pidas, de forma que tambi¨¦n infectaban a m¨¢s personas¡±.
La Universidad de Antioquia reclut¨® a 23 voluntarios para un plan piloto en la comuna de Par¨ªs. La idea era que sus 60.000 habitantes supieran qu¨¦ quer¨ªa decir aquel extra?o nombre de wolbachia
Comandado por Jovany Barajas, el equipo de entomolog¨ªa ten¨ªa el reto de soltar entre dos y cuatro mosquitos por hogar. 21.000 insectos semanales durante 21 semanas. Para ello, siete de las voluntarias pasaron a ser trabajadoras del Pecet y hoy d¨ªa siguen como empleadas prepar¨¢ndose para la nueva suelta masiva. ¡°La idea no era dejarlos dentro de las casas, sino a sus alrededores. Ellos mismos ir¨ªan buscando esconderse en ellas y reproduci¨¦ndose con los mosquitos no infectados. El plan tambi¨¦n era molestar lo menos posible, por eso esta suelta tan paulatina; y siempre evitando lugares muy concurridos, como comercios o colegios¡±, relata Barajas.
La liberaci¨®n de zancudos termin¨® en diciembre de 2015. Los monitoreos que se realizan peri¨®dicamente muestran que fue un ¨¦xito: m¨¢s del 90% de los mosquitos est¨¢n infectados, con lo que no pueden transmitir fiebre amarilla, dengue, chikungunya ni dengue.
Pero no todo fueron aciertos. Como en todo plan piloto se detectaron errores que servir¨¢n de ense?anza para la suelta masiva en toda la ciudad. Una fue la distribuci¨®n de Wolbicasas. Eran cajitas de cart¨®n con huevos de mosquitos infectados que se entregaban en los colegios a los chavales para que los criasen. ¡°Hubo dos inconvenientes: por un lado, se mandaba un mensaje contradictorio a la comunidad; les dec¨ªamos que ten¨ªan que evitar el agua estancada en sus casas para que no se convirtieran en criaderos y, por otro, les proporcion¨¢bamos una forma de hacerlos crecer. El otro problema es que el monitoreo era mucho m¨¢s complicado, porque no sab¨ªamos realmente si los ni?os hab¨ªan seguido todos los pasos para que los huevos finalmente eclosionasen. Estaba todo m¨¢s descontrolado¡±, cuenta Barajas.
Si se adopt¨® en un principio fue porque este m¨¦todo es mucho m¨¢s barato que la crianza. Hacer crecer a mosquitos para su liberaci¨®n es costoso. En el insectario que tiene el Pecet en la ¨²ltima planta de la Sede de Investigaciones de la Universidad de Antioquia, su coordinadora, Sandra ?ngel, muestra las cajas de 800 mosquitos cada una donde aguardan a su liberaci¨®n. ¡°Es necesario mantenerlos con una alta temperatura y humedad y alimentarlos: a los machos con agua y az¨²car, pero a las hembras, adem¨¢s es necesario aportarles sangre, que sacamos del banco de la ciudad¡±, explica. Existen lugares donde es una persona la encargada de meter su brazo en la jaula para que sean las propias zancudas las que extraigan la sangre. En Medell¨ªn decidieron usar otro sistema: unos aparatos que se empapan con la sangre y mantienen el calor para atraer a los insectos. Las instalaciones de la universidad son capaces de criar a 850.000 mosquitos a la semana.
Ya est¨¢ todo preparado para desplegar casi 30 millones de mosquitos infectados. Pero llegar a este punto ha requerido de a?os de preparaci¨®n?
En el proyecto piloto tambi¨¦n detectaron problemas de comunicaci¨®n. Ana Luc¨ªa V¨¦lez, l¨ªder del ¨¢rea de comunicaci¨®n del Pecet, explica que se dieron cuenta de que daban demasiado protagonismo al mosquito. ¡°Es una parte importante, pero no hay que enfocarse tanto en ¨¦l porque genera confusi¨®n¡±, reflexiona. Un ejemplo es que se afanaron en explicar de forma did¨¢ctica que el mosquito estaba vacunado contra las enfermedades que se quer¨ªan evitar entre la poblaci¨®n. ¡°Esto llev¨® a pensar a mucha gente que si les picaba, ellos ser¨ªan inmunes¡±, a?ade.
Con todas estas ense?anzas, su equipo se prepara para un reto mucho mayor. Hacer todo lo que consiguieron en Par¨ªs, pero en una poblaci¨®n casi 50 veces mayor en un proyecto de 15 millones de euros que subvenciona la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates. Para esto seguir¨¢n usando estrategias parecidas, pero reforzar¨¢n los medios masivos, las vallas, carteles y campa?as para que la poblaci¨®n est¨¦ informada de la suelta de mosquitos.
Si todo sale bien, a principios del a?o que viene Medell¨ªn ser¨¢ una ciudad libre de dengue, chikungunya y fiebre amarilla. V¨¦lez, el director del Pecet, hace inventario de todas las implicaciones que esto puede tener: ¡°Por un lado est¨¢ la m¨¢s directa, de salud p¨²blica y de todas las enfermedades y muertes que se evitan. Esto, indirectamente, brinda al sistema sanitario la oportunidad de ofrecer mejor atenci¨®n, porque pueden dedicar recursos a otros asuntos. Pero, por otro, tambi¨¦n est¨¢ el impacto econ¨®mico: estamos perdiendo inversiones y visitantes por temor a estas enfermedades¡±.
Este reportaje ha sido posible gracias a la financiaci¨®n del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).