Theresa May, en ¡®Vogue¡¯: ¡°Creo que Trump estaba siendo un caballero cuando me cogi¨® de la mano¡±

Finalmente ha aparecido en el interior del n¨²mero de abril, y no en la portada, como se hab¨ªa anunciado en un principio (ese papel ha reca¨ªdo en la actriz y estrella de Instagram Selena Gomez), pero Theresa May acaba de convertirse en la primera ministra brit¨¢nica entrevistada en las p¨¢ginas de la edici¨®n americana de Vogue. Fotografiada por Annie Leibovitz en Chequers, la casa de campo oficial del primer ministro, en una de las im¨¢genes May aparece junto a su marido, Philip, con quien confiesa que discute, ¡°como todas las parejas, por qui¨¦n tiene el mando a distancia¡±. Es uno de los pocos atisbos de intimidad que concede a la periodista Gaby Wood, que la entrevist¨® en el 10 de Downing Street a principios de febrero, s¨®lo cinco d¨ªas despu¨¦s de la visita de May a la Casa Blanca. En ese viaje tuvo lugar uno de esos momentos inc¨®modos que se est¨¢n convirtiendo en marca de la casa de Donald Trump; la imagen del presidente agarr¨¢ndola de la mano con torpeza apareci¨® en cada peri¨®dico brit¨¢nico. ¡°Creo que estaba siendo un caballero¡±, le defiende May en Vogue.

Lo cierto es que la impenetrable mandataria no revela nada nuevo en el reportaje, y elude sin contemplaciones casi todas las preguntas inc¨®modas. ?Siente la necesidad de gustar a los dem¨¢s? ¡°Esto no es un concurso de popularidad¡±. ?Se sigue considerando feminista? ¡°Hace mucho que no pienso en ello¡±. Etc¨¦tera. Una de sus respuestas, sin embargo, ha causado un especial revuelo en las redes sociales. En una visita a un colegio, uno de los ni?os le pregunta a May qu¨¦ superpoder le gustar¨ªa tener. ¡°Que todo el mundo tenga acceso a agua limpia y comida, para que nadie se muera de hambre¡±, responde. La periodista Ellie Mae O'Hagan le contestaba as¨ª en Twitter: ¡°Tienes ese superpoder, Theresa May. Eres la pu?etera primera ministra¡±.

La aparici¨®n de May en Vogue (una revista amable que suele retratar bajo una luz favorable a sus entrevistados) unos pocos d¨ªas antes de invocar el art¨ªculo 50 con el que dar¨¢ comienzo el Brexit no es casualidad. Tampoco lo es la elecci¨®n de vestuario del reportaje. En diciembre, May fue fotografiada en The Sunday Times Magazine con unos pantalones de cuero de Amanda Wakeley que costaban casi mil libras. La prensa local lo bautiz¨® como el "Trousergate" y fue criticada, entre otros, por la diputada conservadora Nicky Morgan (que despu¨¦s ser¨ªa atacada tambi¨¦n por poseer un bolso valorado en la misma cantidad).

May posa en una de las im¨¢genes de Vogue con vestido y abrigo de L.K. Bennett (la marca de sus famosos kitten heels de leopardo y una de las firmas fetiche de la duquesa de Cambridge), que se considera de precio medio, y con jersey de cachemir y abrigo de la exclusiva boutique londinense Egg en otra. ¡°Durante mi carrera pol¨ªtica, la gente ha hablado sobre mi vestuario. Es algo que, simplemente, sucede, y yo lo acepto. Eso no har¨¢ que deje de disfrutar de la moda¡±, afirma sobre el Trousergate.

La prensa inglesa se ha hecho eco de la entrevista de May en t¨¦rminos m¨¢s o menos favorables dependiendo de su afiliaci¨®n pol¨ªtica. Para la periodista de The Guardian Anne Perkins, ¡°la ¨²nica revelaci¨®n es lo sosa que es¡±. El m¨¢s entusiasta Daily Mail, sin embargo, considera que ¡°la sesi¨®n de fotos muestra a una mujer que no tiene remordimientos sobre su propio poder, y que no teme mostrarlo a trav¨¦s de la moda¡±.

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