Nepotismo (con y sin rubor) en la m¨¢s alta pol¨ªtica
Ivanka Trump va a instalarse en un despacho del Ala Oeste de la Casa Blanca, sin t¨ªtulo ni cargo definido
La actualidad trae a veces extra?as concatenaciones cargadas de significado. La ¨²ltima es la coincidencia de varios casos de nepotismo en la alta pol¨ªtica. Que hayan estallado casi al mismo tiempo no debe ser visto como una casualidad, sino como la surgencia de un tipo de pr¨¢cticas pol¨ªticas mucho m¨¢s extendidas de lo que se cre¨ªa, al menos en Francia. Por lo visto, es muy frecuente que los parlamentarios contraten a sus esposas e hijos para realizar labores de asesor¨ªa con cargo al erario p¨²blico.
Primero fue Fillon quien, en plena carrera por la presidencia francesa, tuvo que afrontar la inc¨®moda revelaci¨®n de que su esposa Penelope y dos de sus hijos hab¨ªan cobrado m¨¢s de 800.000 euros por labores de asesor¨ªa que no consta que se hayan realizado. La revelaci¨®n de Le Canard Ench?in¨¦ le ha valido el procesamiento por desv¨ªo de fondos p¨²blicos y apropiaci¨®n indebida. Pero su caso ha destapado que no es el ¨²nico que practica el nepotismo. Nada menos que 95 de los 577 parlamentarios franceses han contratado a parientes como asesores. Y no se sabe cu¨¢ntos otros cargos p¨²blicos. No es ilegal, pero es nepotismo. Y si, como en el caso de Fillon, el empleo es adem¨¢s ficticio, entonces es delito.
Ahora se ha sabido que tambi¨¦n el ministro socialista de Interior, Bruno Le Roux, hab¨ªa contratado a sus hijas como asesoras siendo adolescentes, sin experiencia alguna y cuando incluso una de ellas figuraba como becaria de una empresa extranjera. Asesoras ¡°no presenciales¡±, dice ahora el ministro. ?C¨®mo puede alguien con aspiraciones pol¨ªticas pensar que esas pr¨¢cticas pasar¨¢n desapercibidas? Al menos Le Roux ha dimitido. Fillon en cambio se muestra desafiante y no solo se proclama v¨ªctima de un intento de ¡°asesinato pol¨ªtico¡±, sino que ya ha ca¨ªdo en la peligrosa deriva de decir que ¡°sean las urnas¡± las que le juzguen.
No es el ¨²nico que se salta el sem¨¢foro y luego dice desafiante: ¡°Bueno, s¨ª, ?Y qu¨¦?¡±. Ah¨ª est¨¢ tambi¨¦n Ivanka Trump para personificar un nepotismo exquisito y desacomplejado que desaf¨ªa sin rubor la tradici¨®n y hasta la legislaci¨®n norteamericana que proh¨ªbe esta pr¨¢ctica. La confusi¨®n de intereses entre los negocios de la familia y el Gobierno del pa¨ªs resulta cada vez m¨¢s sonrojante, pero los Trump siguen adelante sin inmutarse. Ahora Ivanka Trump va a instalarse en un despacho del Ala Oeste de la Casa Blanca, sin t¨ªtulo ni cargo definido, en una permanente mutaci¨®n de roles que le permite pasar de mujer de negocios a primera dama, a consejera ¨¢ulica o a community manager de su padre sin despeinarse.
Hay otros casos de hijas que ejercen un gran poder a la sombra de un padre todopoderoso, como Sumeyye Erdogan, la hija menor y favorita del presidente turco; Maryam Nawaz Sharif, hija y consejera pol¨ªtica del presidente de Pakist¨¢n; Katerina Tikhonova, hija menor de Putin que ejerce tan en la sombra que ni siquiera se presenta con su verdadero nombre, o la poderos¨ªsima Isabel Dos Santos, hija del presidente de Angola, que ha amasado una gran fortuna bajo el paraguas de su padre. Ivanka Trump es la ¨²ltima estrella rutilante de la saga de las hij¨ªsimas.
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