Creacionismo clim¨¢tico
La Administraci¨®n Trump convierte en papel mojado su adhesi¨®n al Acuerdo de Par¨ªs
Y al sexag¨¦simo s¨¦ptimo d¨ªa, se carg¨® el clima. A golpe de Orden Ejecutiva Trump firm¨® ayer el desmantelamiento del Clean Power Plan, el paquete regulatorio legado por la administraci¨®n Obama para reducir las emisiones contaminantes de la industria del carb¨®n en Estados Unidos y respaldar el pacto clim¨¢tico global. En claro: de facto el gobierno estadounidense acaba de convertir en papel mojado su adhesi¨®n al Acuerdo de Par¨ªs, ese andamio legal con el que la comunidad internacional busca contener el cambio clim¨¢tico. Entre todo lo que emana de Washington estos d¨ªas -el angustioso acoso a la poblaci¨®n inmigrante, el destape de las intrigas palaciegas en la embajada rusa- es f¨¢cil que la noticia de ayer pase a un segundo plano.
Pero marquemos la fecha, el creacionismo clim¨¢tico ha entrado en acci¨®n.
Ya hubo un primer amago el 24 de Enero, con el relanzamiento de los pol¨¦micos oleoductos de Keystone y Dakota del Norte. Y un segundo el 16 de Marzo, con la presentaci¨®n del nuevo presupuesto federal que incluye recortes del treinta por ciento al Departamento de Estado y a la Agencia de Protecci¨®n Ambiental. A cargo de estas dos instituciones, la agenda clim¨¢tica de Estados Unidos en lo internacional y dom¨¦stico tiene ahora un presupuesto igual a cero.
El negacionismo de la nueva Orden Ejecutiva de Trump va m¨¢s all¨¢. Esquiva la palabra ¡°clima¡± pero anula el plan federal sobre el que reposaba el compromiso de Estados Unidos con el Acuerdo de Par¨ªs (un recorte de emisiones del 26% al 2025 sostenido por el est¨ªmulo a la energ¨ªa renovable y la limitaci¨®n de gases procedentes de la combusti¨®n de carb¨®n para generaci¨®n el¨¦ctrica). Todo con el pretexto de impulsar la ¡°independencia energ¨¦tica¡± y la ¡°creaci¨®n de empleo¡±.
Sostienen Trump y su ap¨®stol Pruitt (disc¨ªpulo destacado, encamado con la ¨¦lite de la energ¨ªa f¨®sil y hoy responsable de la pol¨ªtica ambiental) que los estadounidenses van a asistir ahora a la primera multiplicaci¨®n de los puestos de trabajo en las minas de carb¨®n. Al margen de otras consideraciones, la l¨®gica econ¨®mica no sostiene el argumento. Estados Unidos no importa carb¨®n, as¨ª que poco tiene que ver la nueva orden con la independencia energ¨¦tica. Las minas que quedan operativas est¨¢n muy mecanizadas; evitar su cierre significar¨¢ sostener la extracci¨®n pero no incrementar el empleo. Adem¨¢s de altamente contaminante, el carb¨®n es cada vez menos competitivo en comparaci¨®n con otras fuentes de energ¨ªa como el gas, el sol o el viento. No es hacia la oscuridad de las minas de Wyoming o Kentucky hacia donde miran los inversores y mercados de futuro. Pero, suponiendo que Trump y sus fieles crean realmente lo que predican, ?desde cu¨¢ndo los actos de fe est¨¢n sujetos al debate de argumentos?
Lo que seguro no est¨¢ sujeto a mucho debate son los datos. Las temperaturas globales rompieron r¨¦cords en 2016 por tercer a?o consecutivo. El ritmo de cambio clim¨¢tico que la Organizaci¨®n Mundial de la Meteorolog¨ªa est¨¢ observando como resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero ¡°no tiene precedentes en los registros modernos". Lo m¨¢s grave no son estos hechos en s¨ª mismos, sino en lo que se traducen. Inundaciones, tormentas y ciclones, sequ¨ªas prolongadas y otros desastres naturales acrecentados por el cambio clim¨¢tico y que conllevan p¨¦rdidas evitables de vidas humanas, hambrunas (Sud¨¢n del Sur, Yemen, Somalia, Nigeria), expansi¨®n de enfermedades, desplazamientos forzosos y exacerbaci¨®n de tensiones sociales por la presi¨®n sobre los recursos. El cambio clim¨¢tico agudiza la vulnerabilidad y la pobreza, alimenta las desigualdades y los conflictos.
Una cepa virulenta de seres humanos resistentes a los hechos nos amenaza. Trump, la mayor¨ªa involucionista del Congreso estadounidense y la ¨¦lite corporativa que les impulsa ponen en jaque el equilibrio del ecosistema que nos sustenta a todos. Por si acaso No¨¦ no aparece con su Arca, deber¨ªamos construir otras respuestas. No todo depende de Trump. Casi todo depende de las reacciones a Trump.
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