Cuentos guarros, cosas horribles y haters: una charla de Diana Aller con la escritora Ana Elena Pena

Ana Elena Pena acaba de sacar un nuevo libro. Ella dice que no es poes¨ªa, pero tampoco es prosa. Se llama Como salir ilesa de una misma, y ya en el t¨ªtulo da cuenta de que el peor enemigo est¨¢ dentro del propio ser. Pero Ana Elena lo vive desde una inconsciencia atroz.

Me pidi¨® que prologara el libro, y por supuesto lo hice. Me encontr¨¦ con sus demonios, con su tino macarra y con una singular inocencia que me admira. Ana Elena vive las cosas tan desde dentro, que no se permite levantar la barrera y pasar de ah¨ª. Tal vez por eso es tan cruda y sincera. Y tal vez por eso llega tan lejos y a tanta gente. En breve sale la sexta edici¨®n de su anterior libro Vamos a follar hasta que nos enamoremos, una aut¨¦ntica barbaridad. ?Y sus anteriores t¨ªtulos se siguen reeditando sin parar! Quedamos las dos para charlar en La Central (Madrid), donde se presentar¨¢ su libro.?

Empezaste cantando y haciendo performances, ?no? (aqu¨ª me surge una duda: performance es masculino? El otro d¨ªa me enter¨¦ que wifi y tablet son femeninas)

Empec¨¦ haciendo performances ultra locos ultra gore y ultra ca?¨ªs en Caf¨¦ Deseo, un bar de ambiente que abri¨® cerca de mi casa. Me empezaron a llamar de otros sitios y, como me pagaban, ah¨ª que iba. A la vez curraba de camarera y de maquilladora, de promotora para El Corte Ingl¨¦s y de lo que me iba saliendo.

Yo recuerdo tu nombre en aquella ¨¦poca. Eras un personaje conocido del momento¡­

Es que empec¨¦ muy joven a moverme y hacer cosas, con 19 a?itos. All¨¢ por el 2007, cuando el boom del fotolog, un amigo empez¨® a hablarme del Electroclash, de Putilatex y toda esa movida y me convenci¨® para que hiciera algunos temas. De ah¨ª salieron Ensalada de pepino en colegio femenino, Yo me pongo de caballo y algunos desvar¨ªos m¨¢s. Empec¨¦ a colaborar con otros m¨²sicos, R¨²diguer y Juli Mek¨¢nica de los Gore Gore Gays, y entramos en la escena electropop al tiempo que los festivales de Mira Una Moderna, En plan travesti y el F.E.A. (aunque en este ¨²ltimo nunca actuamos). Autoedit¨¦ un disco con Juli, Cl¨ªnica de mu?ecas. Al principio era muy divertido, estar de aqu¨ª para all¨¢, pero poco a poco me empezaba a cansar el tocar a las tantas de la madrugada, la fiesta non-stop, la precariedad, la tonter¨ªa, la frivolidad¡­ Pero por entonces a¨²n se pod¨ªa malvivir m¨¢s o menos bien tirando de conciertos y de peque?as exposiciones. La gente compraba obra y nos pagaban bien por actuar. Lleg¨® la crisis y todo dio un baj¨®n tremendo. Creo que fue sobre el 2009 cuando la cosa se puso mal.

Ya¡­ En Valencia se debi¨® notar much¨ªsimo.

En cuesti¨®n de uno o dos a?os, muchos de los garitos donde antes pagaban cach¨¦, empezaron a pedir a los artistas que pasaran la gorra. En 2010 me pas¨¦ a la m¨²sica en directo, con mi novio de entonces a la guitarra, y ya la cosa estaba pachuch¨ªsima, pero ah¨ª segu¨ªamos. Dejamos la relaci¨®n y se acab¨® el proyecto, as¨ª que decid¨ª que era mejor separar la vida sentimental de la art¨ªstica. M¨¢s tarde empec¨¦ con el Cabaret Quinqui/White trash junto a Jordi a la guitarra, lo pas¨¢bamos de muerte con nuestras pintacas de redneck, sin los tut¨²s y los cors¨¦s que llevaba al principio. Tambi¨¦n, casi a la vez, empec¨¦ a cantar con Gilbert¨¢stico al piano e hicimos algunos temas propios, aunque lo que m¨¢s me gusta con el show del Cabaret Hist¨¦rico es rescatar viejas canciones de artistas muy potentes y reivindicativas, algunas no muy conocidas aqu¨ª, como por ejemplo: Liliana Felipe, Nacha Guevara o Paquita la del Barrio.

Eres muy buena cantante y compositora. A veces dar¨ªa la impresi¨®n de que no le das importancia, pero te aseguro que la tiene.

No sab¨ªa cantar al principio, era un horror, creo que lo que m¨¢s gustaba a la gente eran los interludios entre canci¨®n y canci¨®n. Pero tom¨¦ clases de canto y mejor¨¦ poco a poco. Lo suficiente para evitar que a mi estimado p¨²blico no les sangraran los o¨ªdos. Igual retomo las clases de nuevo.

?En qu¨¦ momento empiezas a escribir y a pensar en publicar? Es decir, ?es para ti y ya de paso para los dem¨¢s? ?C¨®mo fue el proceso?

Lo de escribir fue un poco como les pasa a todos, empiezas a hacerlo en el blog, en el Fotolog, en Facebook¡­ Y la gente te va animando ?por qu¨¦ no presentas algo a una editorial y blablabla...? Cuando era peque?a escrib¨ªa cuentos sin parar, luego lo dej¨¦. Lo que me movi¨® a volver escribir fue la ansiedad, los estados depresivos y la resaca constante. En 2011, y a trav¨¦s de Itz¨ªar Ziga contact¨¦ con Melusina y publiqu¨¦ Hago pompas con saliva. Ahora aborrezco ese libro, lo corregir¨ªa de arriba a abajo, pero bueno, eran otros tiempos y una escrib¨ªa as¨ª porque era as¨ª. Sin embargo, pese a publicarse con editorial, no se vendi¨® mucho. Empec¨¦ a vender m¨¢s por mi propia cuenta cuando autoedit¨¦ Sangre en las rodillas. Me lo quitaban de las manos literalmente, porque el primer formato era chiquito y lo robaban de las tiendas donde los dejaba en dep¨®sito. Luego ya llegaron las redes, las tiendas online, los recitales y todo eso. Las redes sociales ayudaron mucho a la autoedici¨®n. Antes no pod¨ªas visibilizar tu trabajo a menos que te fichara una editorial o una discogr¨¢fica, y ahora hay un mont¨®n de autores y m¨²sicos que gracias a las redes se dan a conocer y adem¨¢s con una libertad absoluta a la hora de crear, porque no dependes de la aprobaci¨®n de nadie.

Oye, ?Y qu¨¦ an¨¦cdotas sabrosas recuerdas de todas esas ¨¦pocas? Algo que describa la loca juventud. Yo recuerdo cosas muy locas de mi juventud, pasar media hora sobria en una semana, dormir en una funda de teclado, echar sangre menstrual en una bebida¡­

Yo me beb¨ª las lentillas al despertarme porque no me acordaba que las hab¨ªa dejado en un vaso. Mis borracheras eran m¨ªticas. Recuerdo un concierto en Madrid donde tocaban varios grupos, y hab¨ªamos acordado que Teto (del grupo Les Ol¨¦) me vomitara sangre artificial encima. Despu¨¦s seguimos la fiesta por ah¨ª. Yo iba llena de sangre, con las medias rotas y la peluca desbaratada pero me daba igual. Al llegar a casa, R¨²diguer y su hermano intentaban quitarme la ropa, las medias, la peluca, para acostarme y ponerme una camiseta y que no lo pringara todo. Pero yo, aunque estaba pr¨¢cticamente inconsciente, no me dejaba. Llevaba el piloto autom¨¢tico antiviolaci¨®n, aunque ya ves, los dos son gays y solo intentaban ayudarme. El colorante rojo que usaron era alimenticio y no se me fue de la piel en d¨ªas. ?Has ido al Black & White? No s¨¦ c¨®mo es ahora, pero antes era un infierno delicioso, lleno de chulos y travestis. Putas y viudos maricas con los abrigos de pieles de sus difuntas. El Toni2?tambi¨¦n es digno de menci¨®n¡­

?C¨®mo llevas tu vida de escritora?

Mira, una cosa llamativa es que la primera vez que publiqu¨¦ con editorial Melusina no me hizo nada de ilusi¨®n porque estaba deprimida. Recuerdo que me llegaron los libros a casa y pens¨¦, ¡°vale".

H¨¢blame de tus gustos, cosas que te hayan marcado. Porque hay cosas como Verano azul o V, que son algo muy generacional, creo yo...

?Uy, Verano azul me horrorizaba!, no me han gustado nunca las series donde sal¨ªan ni?os. Era m¨¢s de V, de El coche fant¨¢stico, El guerrero americano, El Halc¨®n Callejero¡­

?En serio? Jajajaja.

Mis primeras lecturas recuerdo que fueron de Jack London, Colmillo blanco pude leerlo por lo menos tres veces. Pero lo que sin duda me marc¨® y para mal, dej¨¢ndome absolutamente traumatizada, fue Justine o los infortunios de la virtud de El marqu¨¦s de Sade. Lo le¨ª a una edad muy temprana y me rompi¨® los esquemas (a escondidas, claro).

?Qu¨¦ precoz! Yo le¨ªa Fray Perico y su borrico y cosas de esas de Barco de Vapor. Te llevar¨ªas una idea muy oscura del sexo¡­

S¨ª, fue espantoso, no entend¨ªa nada. Me deprimi¨® much¨ªsimo.

T¨² eres de ¨¦sas t¨ªmidas que disimulan y se muestran s¨²per extrovertidas, ?no?

Creo que s¨ª, soy t¨ªmida a veces. O m¨¢s bien tengo momentos en que me gusta pasar desapercibida o no tener contacto social. Como si llevara una capa para ser invisible.

Yo creo que tambi¨¦n soy de ¨¦sas¡­ ?C¨®mo sigui¨® esa relaci¨®n entre sexo y literatura?

A?os m¨¢s tarde, ya en el instituto, empec¨¦ a elaborar unos cuentos guarr¨ªsimos con unos compa?eros de clase claramente inspirados en ese libro (Justine) pero con mucho componente de humor, supongo que para sacar el trauma y digerirlo. Aunque mi primer fanzine o libro se titulaba Con verrugas y a lo loco, con 11 a?os, donde todos los cuentos giraban en torno a un maestro de ¨®rgano y su verruga. Mis amigas y yo est¨¢bamos fascinadas por las verrugas gordas con pelos. A¨²n conservo ese librito, con dos grapas y pintado con rotuladores carioca.

?Qu¨¦ maravilla!

Hac¨ªa c¨®mics y cuentos inspirados profesores y en personas que nos ca¨ªan mal o que nos acosaban.

Me da envidia esa juventud tan John Waters.

En uno de ellos, Maese Verruga se declaraba a su novia con un anillo que portaba una verruga en vez de un diamante y ella, al pon¨¦rselo, se llenaba de verrugas. Horrorizada, le persegu¨ªa para matarle. Siempre acababa as¨ª, a lo Mortadelo y Filem¨®n, perseguido y apaleado. Luego, en la facultad, lleg¨® el fanzine de Eggy Crash, pero eso da para un cap¨ªtulo entero.

?Dime tres razones por las que te pillar¨ªas el libro de C¨®mo salir ilesa de una misma... si no lo hubieras escrito t¨².

1.Porque est¨¢ escrito desde el cuore.

2.Porque queda muy bien en la mesita de noche.

3.Porque cuenta cosas sencillas y terribles que nos pasan a todos.

Cierto, son verdades. Muy universales.

S¨ª, pero no me gustan los lugares comunes, prefiero trabajar con sensaciones algo m¨¢s personales, m¨¢s desde dentro. Me quiero sacar el aguij¨®n pero asegur¨¢ndome de que no quede nada de veneno.

Expl¨ªcame eso, porfi.

Supongo que eso nos pasa a todos los que sufrimos ansiedad y estados depresivos, nos analizamos en profundidad y queremos ir a la ra¨ªz del problema. Explicar el desasosiego con la precisi¨®n del cirujano. Y necesitamos autoafirmarnos, empoderarnos. Conozco a psic¨®logas que utilizan mis escritos en clase con chicos con problemas y hacen lo que se llama "lectura consciente" o algo as¨ª. Me doy cuenta tambi¨¦n de que utilizo mucho ciertas palabras como: demonio, batalla, carcoma, monstruo, tripas, barro, tijeras, mu?eca, hambre, est¨®mago, abismo, y, ¨²ltimamente: HOGAR. Escribir sirve de terapia para quien escribe y para quien lee, solo necesitas canalizar correctamente, desde la honestidad, conectar...

Qu¨¦ bien que tus textos sean terap¨¦uticos¡­

?Tambi¨¦n er¨®tico-festivos!

Igual soy una chunga, pero a m¨ª me reconforta saber que no soy la ¨²nica que ha pasado por esos infiernos.

?Hay tantos peque?os infiernos ardiendo por ah¨ª! Hay que ayudar a apagarlos, pobres corazoncitos en llamas.

Quiz¨¢ nos preocupamos demasiado por lo que piensan los dem¨¢s ?no crees? Me refiero en general, no nosotras dos en particular.

Si lo ves as¨ª, es como darle la espalda al monstruo.

?Alguna vez has hecho alg¨²n comentario hater? Yo jam¨¢s.

Pues no sabr¨ªa decirte, as¨ª a mala foll¨¢ yo creo que no. Me provocar¨ªa mucha ansiedad y sentimiento de culpa, aunque cuando era m¨¢s joven seguro que alguno hice. Hay gente que me cae mal, obviamente, o que no me gusta su trabajo, pero lo que no soy capaz de decir a la cara, tampoco lo hago en las redes para que lo lea esa persona. Se dice en petit comit¨¦, con los amigos... Soy incapaz de decirlo en alg¨²n hilo sabiendo que podr¨ªa leerlo y hacerle da?o, me sentir¨ªa una persona horrible. Hablo de gente que no es s¨²per famosa, claro. No creo que Trump, Bustamante o gente en esa onda lea lo que dicen de ellos.

?Te interesa la pol¨ªtica?

No me interesa mucho, tengo demasiados intereses ya. Los nuevos pol¨ªticos se creen superstars y me crispan los debates, la insufrible rivalidad entre las dos Espa?as, etc... No encuentro ninguno que me parezca a la vez honesto y carism¨¢tico. Pero hago pol¨ªtica, todo es pol¨ªtico. Todo arte es pol¨ªtico porque tus ideas te obligan a adoptar una posici¨®n frente al mundo, no hace falta subirse a un estrado.

?Cu¨¢l es lugar m¨¢s bonito en el que has estado?

Me gustan las caba?itas de madera en el bosque o en lo alto de un ¨¢rbol. Solo estuve una vez en una y sue?o con tener la m¨ªa propia y decorarla rollo kitsch americano, con l¨¢mparas de pulpo y cocina en tonos verdes y rosas. Todo muy colorido y luminoso. Hacer tartas de cerezas, escribir cuentos para ni?os, cuidar de los rosales y sentarme en el porche con mi marido en una mecedora, con la brisita en la cara. Tener un peque?o huerto y recibir visitas los fines de semana. S¨¦ que esa no era la pregunta pero es el lugar m¨¢s bonito en el que quiero estar. As¨ª imagino mi vejez. Por supuesto, est¨¢s invitada.