Vida y ense?anzas del periodista m¨¢s r¨¢pido del mundo (casi)

La an¨¦cdota verdadera (hay muchas falsas) que mejor retrata la eficacia profesional de Miguel ?ngel Bastenier, quiz¨¢ el periodista m¨¢s r¨¢pido del mundo, es la que se cuenta de su paso fruct¨ªfero por El Peri¨®dico Catalunya, donde estuvo antes de venirse a EL PA?S.

Se dice que le encargaron muy tarde un editorial urgente; ¨¦l se dispuso ante la m¨¢quina de escribir, y cuando ya mediaba el folio se vir¨® hacia su director, Antonio Franco, e inquiri¨®:

¡ª?A favor o en contra?

Nunca he visto a nadie ¡ªa nadie, con alguna excepci¨®n¡ª que tuviera m¨¢s pulsaciones a la m¨¢quina que Miguel ?ngel Bastenier; pocas veces he visto (dir¨ªa que ninguna) a nadie hacer crucigramas con la velocidad que tiene Bastenier en esa tarea de alta precisi¨®n; de nada he visto a hablar a nadie con tanta rapidez, y con tanto conocimiento de causa, como a este hombre que, adem¨¢s, puede hablar como un nativo franc¨¦s, franc¨¦s con acento belga, ingl¨¦s, ingl¨¦s con acento norteamericano.

Nunca he visto a nadie, tampoco, hablar (con conocimiento de causa tambi¨¦n) de tantos deportes; de ciclismo sabe realmente, dicen, y de tenis, y de atletismo, y de tantas otras especialidades; el f¨²tbol es tambi¨¦n especialidad suya, pero quiz¨¢ desbarra un poco, en asuntos delicados como el debate Bar?a-Madrid porque ah¨ª tal vez le falle un poco el conocimiento de causa.

Ha sido mi jefe y mi maestro; me ha despertado a deshoras (que para ¨¦l son horas) para que arregle una coma mal puesta o para que aprende a discernir sobre una cuesti¨®n en la que ¨¦l resulta sabio; me ha ense?ado a preguntar y a resumir, y, sobre todo, me ha puesto sobre la pista de una virtud: en toda informaci¨®n hay algo que se te escapa, y eso que se te escapa es lo importante. Hasta que no des con ello no entregues el folio.

Su trabajo como maestro, en la Escuela de Periodismo de EL PA?S, en la que cre¨® Garc¨ªa M¨¢rquez en Cartagena de Indias, le ha granjeado el respeto (¡°granjeado el respeto¡­: menuda cursiler¨ªa has puesto, Juanito¡±, me dir¨ªa si ¨¦l estuviera editando este blog) y la admiraci¨®n de miles de estudiantes sobre todo del ¨¢mbito iberoamericano que ahora son periodistas y jefes de periodistas en medio mundo. Adem¨¢s, su afecto por Colombia ha a?adido la nacionalidad colombiana a su innumerable cat¨¢logo de pertenencias, oficiales o no: Catalu?a, Espa?a, B¨¦lgica, Congo (por razones que forman parte de las leyendas no escritas de Bastenier), Francia¡­, y todo aquel pa¨ªs o regi¨®n en la que haya pisado y de la que haya aprendido el idioma o el periodismo, que para ¨¦l son sin¨®nimos. Aunque estoy por creer que para ¨¦l el periodismo es, casi exclusivamente, en ingl¨¦s.

Lo he visto trabajar a mi lado, mientras era mi jefe; por tanto, s¨¦ c¨®mo toma las decisiones, y ese es un factor relevante para decir que es un buen periodista, un periodista grande. Tendemos a creer que buen periodista es el que escribe bien; ¨¦l escribe bien, muy bien, pues tiene lecturas (muchas lecturas, vete a decirle contrario) y por tanto met¨¢fora. Pero un periodista no es bueno, aunque haga malabares con la lengua, hasta que es capaz de mandar bien a los que tiene a su cargo. Y Bastenier mand¨® bien hasta a los desmandados, categor¨ªa en la que quiz¨¢ estuve en alg¨²n momento, ¨¦l sabr¨¢.

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Un d¨ªa me pidieron de Podium Podcast que les buscara a alguien para hablar del ¨²ltimo libro de Gay Talese, un maestro de otro estilo. Suger¨ª que fuera Bastenier quien hablara de ello. Cuando lo escuch¨¦ hablar all¨ª de periodismo, con la pasi¨®n de siempre, con el conocimiento de siempre, y con el humor de siempre, es decir, un humor rabioso y desconfiado, le suger¨ª al director de la SER, Antonio Hern¨¢ndez Rodicio, esta idea: entrevistar por largo a Bastenier para esa novedad ya pujante de las ondas iberoamericanas, la plataforma Podium Podcast.

A Rodicio le pareci¨® bien. Mar¨ªa Jes¨²s Espinosa de los Monteros, la directora del proyecto Podium Podcast, arm¨® luego un programa que a partir de hoy est¨¢ al alcance de todos los radioyentes del mundo. Est¨¢ ah¨ª y est¨¢ para siempre, un milagro de las tecnolog¨ªas que nacieron despu¨¦s de que Bastenier y yo fu¨¦ramos viejos periodistas. Tuve el honor de ser el periodista que pregunta a Bastenier. Y ahora tengo el placer de anunciarles que si se lo pierden no se pierden lo que yo diga, que eso da igual: se pierden lo que diga Miguel ?ngel Bastenier, el periodista m¨¢s r¨¢pido del mundo (casi) y, de esto no tengo duda, el m¨¢s concienzudo y sabio de los que nos han ense?ado el oficio.