Contra el autoritarismo en Hungr¨ªa
El acoso de Orb¨¢n a una Universidad es intolerable y ya ha pasado la hora del apaciguamiento. ?Cu¨¢nto tiempo dejar¨¢ el centroderecha del continente que la formaci¨®n del presidente h¨²ngaro siga siendo parte del Partido Popular Europeo?
Ya est¨¢ bien. Basta de contemplaciones. Si el primer ministro de Hungr¨ªa, el nacionalista e intolerante Viktor Orb¨¢n, insiste en tratar de cerrar la mejor universidad del pa¨ªs, la Universidad Centroeuropea (CEU por sus siglas en ingl¨¦s) y en erosionar la democracia liberal en su conjunto, el Partido Popular Europeo (PPE), que agrupa a los partidos de centro derecha de la UE, deber¨¢ expulsar a su partido, Fidesz. Si no, las constantes declaraciones de fidelidad a unos valores universales del PPE ser¨¢n papel mojado. Y quedar¨¢ claro que la familia pol¨ªtica de Angela Merkel, Mariano Rajoy, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, entre otros, no quiere m¨¢s que apaciguar y ganar tiempo.
Orb¨¢n est¨¢ debilitando poco a poco la democracia liberal en un Estado miembro de la UE, tan poco a poco que sus socios europeos piensan que no merece la pena hacer nada m¨¢s que protestar. En una visita reciente a Budapest, comprob¨¦ que el pa¨ªs ha perdido los medios de comunicaci¨®n plurales que exige una aut¨¦ntica democracia y que su justicia est¨¢ muy debilitada, igual que en Polonia. Orb¨¢n, adem¨¢s de intentar cerrar la Universidad Centroeuropea, fundada por George Soros, est¨¢ tomando medidas contra las ONG y ha propuesto encerrar a los refugiados en contenedores, una clara violaci¨®n del derecho humanitario internacional.
En junio de 1989, en la Plaza de los H¨¦roes de Budapest, contempl¨¦ con admiraci¨®n c¨®mo el entonces desconocido Orb¨¢n, de 26 a?os, electrizaba a la muchedumbre con su llamamiento a que las tropas rusas se fueran de Hungr¨ªa. Hoy es uno de los mejores amigos de Putin dentro de la UE. Tambi¨¦n recuerdo c¨®mo, cuando Orb¨¢n era un joven entusiasta y aparentemente idealista, que estudiaba en Oxford becado por Soros, me iba a ver a mi despacho para hablar de la transici¨®n a la democracia liberal. Hoy quiere acabar con la universidad fundada por su benefactor. En aquel tiempo, Hungr¨ªa y Polonia encabezaban la marcha de media Europa hacia la libertad. Hoy, los nacionalistas y populistas est¨¢n alejando a ambos pa¨ªses de esa libertad.
Y con un lenguaje ponzo?oso. En su ¨²ltimo discurso sobre el estado de la naci¨®n, Orb¨¢n critic¨® a ¡°los globalizadores y los liberales, los que manejan las riendas del poder desde sus palacios... el enjambre de langostas de los medios y sus propietarios¡±. Y tambi¨¦n a los ¡°grandes depredadores que recorren las aguas... el imperio multinacional de George Soros¡±. En el congreso del PPE en Malta, despreci¨® abiertamente a Merkel y dijo que la inmigraci¨®n ¡°ha acabado siendo el caballo de Troya del terrorismo¡±. En cuanto a las intervenciones de Occidente en Oriente medio, ¡°solo digo que, si agitamos un hormiguero, no podemos extra?arnos de que las hormigas nos ataquen¡±. El sistema que est¨¢ erigiendo en Hungr¨ªa no es del todo fascismo ¡ªa diferencia de ¨¦l, nosotros debemos escoger nuestras palabras con cuidado¡ª, pero llamar depredador a un multimillonario jud¨ªo y califica a unos seres humanos de ¡°hormigas¡± es emplear un lenguaje fascista.
El mandatario h¨²ngaro emplea un lenguaje fascista para atacar a rivales y opositores
?Qu¨¦ reacci¨®n est¨¢n teniendo los l¨ªderes del centro derecha europeo, que presumen, con raz¨®n, de ser los herederos de los padres democristianos de la Uni¨®n Europea? Se retuercen las manos. Hacen gestos. Rega?an por tel¨¦fono a su amigo Viktor. Se agitan y tuitean. ¡°La libertad de pensamiento, investigaci¨®n y palabra son esenciales para nuestra identidad europea¡±, escribi¨® Manfred Weber, jefe del grupo popular en el Parlamento Europeo. Y a?adi¨®: ¡°@EPPGroup lo defender¨¢ a cualquier precio. #CEU¡± (cursiva m¨ªa). A cualquier precio menos el de perder a los 12 eurodiputados de Fidesz que dan al PPE una clara mayor¨ªa sobre el otro gran grupo ¡ªel del centro izquierda¡ª y, por consiguiente, acceso preferente a los cargos m¨¢s importantes. As¨ª que pasan la responsabilidad a la Comisi¨®n Europea, que el 12 de abril dijo que a finales de este mes har¨¢ p¨²blica su conclusi¨®n sobre si la ley universitaria y la ley de ONG propuestas en Hungr¨ªa son compatibles con el derecho comunitario. Pero no se trata solo del derecho comunitario; se trata de unos valores fundamentales que compartimos con muchos otros pa¨ªses del mundo pero que aqu¨ª denominaremos valores europeos. Y la decisi¨®n no debe tomarla la Comisi¨®n, sino cualquier pol¨ªtico europeo que proclama esos valores.
En Internet pueden ver a Jean-Claude Juncker recibiendo a los jefes de gobierno en una cumbre de la UE celebrada en Letonia en 2015. ¡°Aqu¨ª viene el dictador¡±, ironiza, y as¨ª saluda a Orb¨¢n en tono jovial: ¡°?Dictador!¡±, con un en¨¦rgico apret¨®n de manos y una palmadita en la mejilla. En la Europa actual, ese ¡°Hola, dictador¡± ha dejado de ser una broma; ahora es la imagen del apaciguamiento. Y la se?al de que los intereses y las amistades de partido ¡ªOrb¨¢n es miembro leal del PPE y un gran relaciones p¨²blicas¡ª est¨¢n por encima de los valores. ?Qu¨¦ ejemplo es ese para los j¨®venes? (Ahora bien, si es verdad que, como informa la web Politico, Juncker est¨¢ presionando para que los dirigentes del PPE debatan este mismo mes la presencia de Fidesz en el grupo, entonces demostrar¨ªa que hace caso a las cr¨ªticas y sabe aprender de sus errores).
La CEU es una instituci¨®n mixta, en la que Estados Unidos tambi¨¦n tiene algo que decir. Quiz¨¢s Orb¨¢n pensaba que la medida podr¨ªa captar la atenci¨®n de Donald Trump, cuya elecci¨®n celebr¨®, cuya hostilidad hacia los musulmanes comparte y cuyo apoyo desea para su candidatura a la reelecci¨®n el pr¨®ximo a?o. Pero tanto el gobierno estadounidense como los congresistas republicanos han reaccionado con fuertes cr¨ªticas. Ser¨ªa ir¨®nico que Donald Trump defienda los valores europeos con m¨¢s energ¨ªa que Donald Tusk.
Para muchos los 12 eurodiputados del Fidesz son un precio muy alto por condenar a Orb¨¢n
En los pr¨®ximos d¨ªas, el Parlamento Europeo celebrar¨¢ un pleno dedicado a Hungr¨ªa, y, a finales de mes, se reunir¨¢n los l¨ªderes nacionales del PPE. Y los europeos debemos interpelarlos. Al primer ministro espa?ol, Mariano Rajoy: ?Se ha olvidado de lo que es el fascismo? Al irland¨¦s, Enda Kenny: ?Cree sinceramente que debemos ser indiferentes a la suerte de ¡°pa¨ªses lejanos de los que no sabemos nada¡±? A Grzegorz Schetyna, de la Plataforma C¨ªvica polaca: ?C¨®mo puede luchar contra el orbanismo en Polonia y aceptarlo en su grupo europeo? Al l¨ªder b¨¢varo de la CSU, Horst Seehofer: ?Quiere que le consideren el tonto ¨²til de Orb¨¢n? A la canciller Angela Merkel: ?No ve que este hombre representa todo aquello contra lo que lucha usted?
Timothy Garton Ash es catedr¨¢tico de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford, donde dirige el proyecto freespeechdebate.com, e investigador titular en la Hoover Institution, Universidad de Stanford. Su ¨²ltimo libro es Free Speech: Ten Principles for a Connected World. En mayo recibir¨¢ el Premio Carlomagno.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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