9 fotosEl gusano silencioso del AltiplanoLa fasciolasis es una enfermedad parasitaria que ha llegado a afectar a casi la mitad de la poblaci¨®n en algunas zonas de BoliviaPablo LindeBolivia - 03 may 2017 - 04:08CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEl objetivo de los investigadores es continuar con las medidas de control en las zonas de endemia humana coordinadas por la OMS para que as¨ª, paulatinamente. vaya decreciendo la morbilidad, sobre todo en nin?os, expandiendo su aplicacio?n hasta cubrir todos los pa¨ªses necesitados. En la imagen, alumnos del colegio de Cullucachi, en el municipio de Batallas (Bolivia).Estos peque?os caracoles son los hospedadores intermedios de la fasciola. A ¨¦l llegan de los huevos que est¨¢n en las heces de los animales infectados. El ¨¦l se desarrollan y salen al agua en busca de las plantas acu¨¢ticas.La fasciolasis se contrae por beber aguas contaminadas o por comer plantas acu¨¢ticas sin cocinar, algo muy frecuente en zonas con el ecosistema adecuado cuyas gentes carecen de recursos y formaci¨®n, como el Altiplano boliviano, que es la zona m¨¢s end¨¦mica de esta enfermedad en el mundo.El doctor Ren¨¦ Angles es el mayor especialista de Bolivia en fasciolasis. En un r¨ªo del municipio de Batallas, en el Altiplano boliviano, busca los caracoles que sirven al gusano como hospedador intermedio.Los ni?os son los m¨¢s vulnerables a la fasciolasis, ya que son los que m¨¢s a menudo comen plantas acu¨¢ticas crudas y a los que m¨¢s afecta: con frecuencia causa anemia y retrasos en el crecimiento f¨ªsico y mental.En primer t¨¦rmino de la imagen, totoras, una de las plantas acu¨¢ticas donde las cercarias, el estadio anterior a la fasciola, se acoplan, invisibles al ojo humano, a la espera de que alg¨²n mam¨ªfero se las coma para parasitarlo. La imagen est¨¢ tomada cerca del municipio de Batallas.Una vecina de la poblaci¨®n aymara de Huacullani. En el pueblo los mayores no hablan castellano, a lo sumo lo entienden, y tienen arraigadas una suerte de costumbres y tradiciones que, en ocasiones, complican la tarea de los profesionales sanitarios.La m¨¦dica Mar¨ªa Julia Rodr¨ªguez y el doctor Ren¨¦ Angles examinan los datos de fasciolasis en Huacullani durante los ¨²ltimos a?os. Cuatro de cada diez personas estaban parasitadas. El doctor Angles lo llama ¡°el pueblo antena¡±, puesto que estad¨ªsticamente es un indicador fiable de c¨®mo se comporta la fasciola en el resto de la regi¨®n. Hoy esta cifra ha bajado a un 2% de afectados, seg¨²n las encuestas ¡ªun an¨¢lisis aleatorio de muestras¡ª que realizan peri¨®dicamente.En Huacullani, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n no cuenta con agua corriente en casa, en ning¨²n caso potable. Las viviendas, normalmente de adobe o de ladrillo sin revestir, s¨ª suelen contar con electricidad y en ellas se realizan normalmente los partos por el peligroso m¨¦todo tradicional si no est¨¢ supervisado por un profesional de la salud.