Corrupci¨®n por un tubo

Esperanza Aguirre debi¨® incorporarse al elenco de Supervivientes, que se estren¨® este jueves. Porque si alguien ha sobrevivido a cosas es ella. Super¨® el c¨¢ncer. Sali¨® fortalecida del accidente de un helic¨®ptero que cay¨® a una plaza de toros y del que Mariano Rajoy, su ferviente rival, result¨® m¨¢s magullado que ella. Esquiv¨® salpicaduras de corrupci¨®n y tambi¨¦n sobrevivi¨® a un atentado islamista en Bombay, donde todos recordamos aquel momento estil¨ªstico suyo, combinando sandalias con calcetines deportivos blancos. Y ahora, cuando dos de sus m¨¢s queridos colaboradores en la presidencia de Madrid ya est¨¢n entre barrotes, el cerco se cierra de nuevo sobre ella.

La noticia de que Ignacio Gonz¨¢lez se despertaba en un calabozo me pill¨® desayunando y de inmediato record¨¦ haber compartido un almuerzo que los Reyes ofrecieron a Juan Goytisolo tras ganar el Premio Cervantes. Fue uno de los ¨²ltimos actos de Gonz¨¢lez como presidente no electo de la Comunidad de Madrid y para algunos fue palpable cierta incomodidad del Rey por la manera en que Gonz¨¢lez se aferraba a su brazo y sosten¨ªa una conversaci¨®n que parec¨ªa exceder lo aceptado por el protocolo. En esas reuniones, los Reyes te hablan, t¨² no les hablas tanto a ellos y hay que entender que su tiempo sea limitado porque deben fluir entre todos los invitados de manera cordial pero, afortunadamente, sin profundizar.

Gonz¨¢lez ya estaba bastante ahogado por todo lo de su ¨¢tico en Marbella y sab¨ªa que no ser¨ªa candidato, quiz¨¢s por eso se pegaba tanto al Rey, porque ya no ser¨ªan tan frecuentes el saludo y la foto. Pero observando las im¨¢genes de c¨®mo agarraba a Esperanza cuando nadaban juntos, se percibe que esa es su manera normal de anclarse a algo. Aferrando, apretando, qued¨¢ndose, hasta que el tiempo o una orden judicial le obligue a cambiar de actitud.

De cualquier manera, ya sabemos que al caudal de votos del Partido Popular no le afecta mucho ni esto ni las visitas de Aguirre y de Rajoy a los juzgados y probablemente esa certeza es lo que sostiene la supervivencia de Esperanza. El d¨ªa que Ignacio Gonz¨¢lez despertaba encarcelado, Mariano Rajoy se declaraba dispuest¨ªsimo a colaborar en el juicio de G¨¹rtel como testigo.

Aunque un poquito inc¨®modo, el jueves ya fue todo m¨¢s normal, quiz¨¢s porque el caso G¨¹rtel lleva tantos a?os en el prime time como un programa de televisi¨®n consolidado y que salga un presidente o una presidenta para decir que recuerda poco o nada mantiene la audiencia pero no la hunde. Y la supervivencia importa. En la telerrealidad lo hemos visto muchas veces, gana el que mejor estrategia mantenga frente a sus oponentes, desmejorados, agotados de tantas pruebas y convivencia. Rajoy sabe hacer eso como nadie o, al menos, como Esperanza Aguirre.

Cerr¨¦ el grifo, pendiente del Canal de Isabel II y del chorro de dinero que manejaba Ignacio Gonz¨¢lez. Me percat¨¦ de que hace a?os que no leo revistas de coraz¨®n en el ba?o porque conozco personalmente a cantidad de los que salen en ellas y me da verg¨¹enza ver sus caras en esa intimidad. Me pasa lo mismo con las operaciones anticorrupci¨®n, por una cosa u otra he conocido a muchos de los implicados, como les ha pasado tambi¨¦n a Mariano y a Esperanza. Y es que en ese Canal de Isabel II se bebi¨® m¨¢s champagne que agua. M¨¢s aliviado, pas¨¦ el mal trago gracias a la informaci¨®n sobre el reencuentro de Paula Echevarr¨ªa y David Bustamante por la primera comuni¨®n de su hija,pero sin olvidar que donde s¨ª hubo comuni¨®n fue en el Canal de Isabel II. Una aut¨¦ntica eucarist¨ªa financiera.

Mientras Paula y David exhiben enorme m¨²sculo medi¨¢tico en ?Hola!, Pilar Rubio practica el pole dance y kickboxing en su nuevo programa de televisi¨®n, Fit Life, con el que trata de orientar a las mujeres en como conciliar la vida laboral con llevar una vida sana. ?Y que mejor que hacerlo aprendiendo a dar patadas o con movimientos sexis? En esa misma necesidad de conciliaci¨®n anda la primera ministra brit¨¢nica, Teresa May, pero ella ha decidido recurrir al crossfit,ese entrenamiento agresivo e intenso que combina m¨²ltiples ejercicios con diferente intensidad cardiovascular. Se ha hecho muy popular entre j¨®venes forzudos pero la se?ora May, de 63 anos y pendiente del Brexit duro, lo ha incorporado a su estrategia de supervivencia porque te prepara f¨ªsicamente para lo imprevisto. Algo que por ahora Mariano Rajoy no necesita.