La llegada del agua a Sinand��

Una vecina sale de su casa hacia una de las fuentes cercanas para recoger agua. ��El agua lo es todo para nosotros. Nos da la vida. Desde siempre en mi tierra so?��bamos con tener un agua limpia y abundante, y que nunca m��s nos faltase. Ahora por fin ese sue?o se ha hecho realidad��, reconoce Mam�� Rosse, una de las mujeres implicadas en el proyecto.?lvaro Fuente

El misionero riojano Juan Pablo L��pez ante uno de los primeros pozos de Fo-Bour��. Lleva veinte a?os como misionero en Ben��n y asegura que ��fueron meros mediadores para llevar a cabo la iniciativa de las mujeres de traer el agua al pueblo��.?lvaro Fuente

Un grupo de mujeres recoge agua para higiene y lavar la ropa en uno de los primeros pozos de la parroquia. Antes esa misma agua era utilizada tambi��n para consumo. ��La llegada del agua limpia ha cambiado nuestras vidas y, sobre todo, ha mejorado nuestra salud al evitar las enfermedades que el agua contaminada nos tra��a y que tantas muertes nos provocaba��, asegura una de las vecinas.?lvaro Fuente

Las propias mujeres son las que gestionan el recurso de las fuentes que son alimentadas por dep��sitos construidos por los misioneros con la ayuda de organismos como Solidaridad Con Ben��n, Manos Unidas, C��ritas Fo-Bour�� o la Agencia Asturiana de Cooperaci��n al Desarrollo. ?lvaro Fuente

Varias vecinas esperan para llenar sus utensilios de agua. Pagan a la responsable de la fuente una m��dica cantidad para su sueldo y el mantenimiento de las instalaciones. ?lvaro Fuente

Varias ni?as del pueblo beben agua al lado de la fuente. ��Ya no tenemos que elegir si ir a la escuela o ir a buscar el agua, la obtenemos en un grifo a 5 minutos de nuestro hogar, as�� que podemos ir a recogerla y asistir a las clases��, cuenta Denis, una joven de quince a?os. ?lvaro Fuente

Una mujer camina hacia su casa con una palangana llena de agua. Los dep��sitos se llenan gracias a la energ��a solar que se acumula durante el d��a. ��Poco a poco los dep��sitos de agua se han convertido en una parte muy importante del paisaje en nuestra comarca, que nos da vida y tranquilidad para disfrutarla��, comenta Mama Rosse. ?lvaro Fuente

Una alumna en la escuela de Fo-Bour��. ��Las ni?as son las que tienen que ir a por agua para su familia y dependiendo de donde la encuentren pierden muchas horas al d��a. Muchas no ven��an a las clases y las que lo hac��an llegaban agotadas��, indica el profesor Janvier Manhousi. ?lvaro Fuente

Una madre con su hijo en el centro de salud de Fo-Bour��. ��El consumo de agua contaminada tra��a consigo una alt��sima mortalidad por culpa de las fiebres tifoideas, c��lera y todo tipo de infecciones digestivas. Se ha constatado una mejora radical en la salud cuando se comenz�� a utilizar el agua potable. En la poblaci��n de Sinand�� se ha reducido significativamente la mortalidad en los menores de cinco a?os�� asegura la doctora Affouda Eleonore.?lvaro Fuente

��Aqu�� los caminos son muy dif��ciles, sobre todo cuando llevas m��s de 20 litros de agua sobre la cabeza porque pesa mucho y nos causa frecuentes dolores de cabeza y de espalda. Uno de los problemas que ten��amos las m��s j��venes era que al ir todos los d��as a buscar el agua tan lejos, apenas nos quedaba tiempo para ir a la escuela. Y cuando pod��amos ir, lleg��bamos muy agotadas y apenas pod��amos atender en clase��, cuenta Denis. ?lvaro Fuente

A d��a de hoy 25 pueblos se han beneficiado de los proyectos de los pozos de agua en la comarca de Sinand��, seg��n el ��ltimo censo de 2013 tiene 91.672 habitantes. ��Hoy podemos decir que toda la poblaci��n de Sinand�� tiene acceso a agua potable, pero a��n est��n muy lejos de poder disponer de 50 litros diarios por persona y d��a, m��nimo recomendado por la Organizaci��n Mundial de la Salud�� indica un voluntario de Solidaridad con Ben��n. ?lvaro Fuente

Inauguraci��n de una nueva fuente en Sinand��. Mama Rosse a��n recuerda cuando ��Fo-Bour�� era un pueblo sin agua. Ni para beber, ni para lavarse, ni para cocinar. Ya que por entonces no hab��a fuentes, y las mujeres y nin?as de esta aldea dedica?bamos muchas horas todos los di?as para buscar y transportar el agua para nuestras familias desde charcas y pozos lejanos. Era agotador. Cada viaje para buscarla supon��a unas dos horas de camino. Por la ma?ana iba tres veces, y por la tarde, dos. Diez horas al d��a para recoger agua significaba perder todo el d��a��.?lvaro Fuente

Una familia al completo se dirige al pozo para recoger agua. En el mundo, 1.100 millones de personas siguen careciendo de acceso a cualquier tipo de fuente mejorada de agua, por este motivo, 1,6 millones de personas mueren cada a?o de enfermedades diarreicas, incluido el c��lera, de los que un 90% son menores de 5 a?os. Es decir, casi un mill��n y medio de ni?os. El 36% de las personas que asisten a consultas m��dicas tienen problemas relacionados con el consumo de agua no potable.?lvaro Fuente