Un ¡®Brexit¡¯ y medio

Se dice que Europa respira aliviada, que un tal Macron la ha sacado de apuros y que Francia nos ha salvado. Justito y de momento, puede que s¨ª. Pero veamos qu¨¦ ha sido eso de la primera vuelta de las presidenciales francesas.

Hab¨ªa cuatro candidatos con posibilidades. Emmanuel Macron, de todo un poco, el pretendido fulcrum de la pol¨ªtica hexagonal francesa; un centro geom¨¦trico, ni aqu¨ª, ni all¨¢, m¨¢s que ni derecha o izquierda, a la vez derecha a e izquierda; ?oportunidad u oportunismo? Marine Le Pen, el voto del hast¨ªo; extrema derecha contra todo lo que no sea franc¨¦s ¡®usurpando¡¯ un lugar en Francia, y por ello partidaria de abandonar la UE. Fran?ois Fillon, derecha cat¨®lica que expresa tanto como la jefa del Frente Nacional el descreimiento de la pol¨ªtica, imputado por dar empleo sobre el papel a su tribu, una Francia hist¨®rica le sigue siendo, contra todo pron¨®stico, fiel. Y Jean-Luc M¨¦lenchon, la fe o si se prefiere el optimismo de la izquierda irrevocablemente dura, que ha obtenido un ¨¦xito en el que a priori cre¨ªan muy pocos.

Pasan, por supuesto, a segunda vuelta los dos jefes del estupor, Macron y Le Pen. Y esta ya ser¨¢ la segunda vez en que un candidato del Frente lo hace. El fundador, Jean-Marie Le Pen y padre de Marine, ya lo consigui¨® en 2002, cuando obtuvo el 23% de los votos, regalando al presidente Chirac su m¨¢s abultada victoria. Hoy todo pinta, sin embargo, mucho peor. Las encuestas le dan a Le Pen segunda generaci¨®n, hasta un 40% del sufragio, aunque nadie duda de que gane Macron. Y un 40% de franceses aparentemente dispuestos a dejar la UE es un medio Brexit, agazapado a la espera de su oportunidad que sumar a la espantada brit¨¢nica. El fin de la Uni¨®n Europea.

La respuesta pedestre es la de que las cosas van mal, que en 1985 el PIB franc¨¦s era de algo m¨¢s del 4% mundial y hoy ha ca¨ªdo a la mitad, que De Gaulle solo hubo uno, que el socialismo anda dando palos de ciego y as¨ª. Pero dir¨ªa que hay un ¡®desenchufe¡¯ franc¨¦s de fondo.

Un 40% de franceses aparentemente dispuestos a dejar la UE es un medio Brexit. El fin de la Uni¨®n Europea

Francia se convierte en la gran potencia intelectual de Occidente mediado el siglo XVIII; cuando Voltaire decide que Europa existe, habla franc¨¦s toda la aristocracia e ¡®intelligentsia¡¯ rusas, y la componen unos miles de internacionalistas. La Revoluci¨®n francesa no hace sino confirmar ese magisterio intelectual que llega, soportando colonialismos y derrotas militares estrepitosas, Sed¨¢n (1870), y la II Guerra. Francia le hablaba al mundo prohijando a Picasso y a Chagall, decidiendo qui¨¦n era qui¨¦n en el Gotha de la excelencia. Y entre ese ¡®enchufe¡¯ y ¡®desenchufe¡¯ del mundo ha habido una especie de vasos contra comunicantes, hasta el extremo de que la ca¨ªda del primero era la cat¨¢strofe del segundo. Y hoy Francia est¨¢ gravemente desenchufada del mundo.

Esa es la desconexi¨®n que deber¨ªa componer Macron; ese es el Fraxit que Le Pen quiere hacer suyo. Por eso solo se respira hoy en Europa lo justito.