Guadalupe Plata: "Hay un esclavismo a la cultura del pelotazo que es terrible"
Mientras la escena nacional repite f¨®rmulas, Guadalupe Plata siguen a su rollo. La banda de ?beda publica nuevo disco (como siempre, hom¨®nimo), reivindica lo viejo y se atreve a hacer una gira por Inglatera
En una sevillana casa-chalet, con las lega?as asomando, el calzoncillo de ayer o el pijama que a¨²n te sigue comprando tu madre y las zapatillas de andar por casa de Toni, el m¨¢nager de la banda, comienza la jornada de grabaci¨®n de Guadalupe Plata.
Pedro de Dios (guitarra y voz), Carlos Jimena (bater¨ªa) y Paco Luis Martos (bajo) acaban de publicar su cuarto ¨¢lbum, de nuevo llamado como el grupo. En los anteriores discos, grababan el repertorio y lo pul¨ªan y mutaban en el directo. En esta ocasi¨®n, le han proporcionado m¨¢s espacio a las canciones. El resultado final son diez temas con m¨¢s mimo, m¨¢s vueltas y mayor atm¨®sfera. "Otro m¨¦todo pero sin perder la impronta", dicen.
El tr¨ªo se lo tomaba con calma: "Grab¨¢bamos en pijama, no nos duch¨¢bamos, no recog¨ªamos nunca los platos ni los vasos, y tampoco nos pein¨¢bamos. Alg¨²n d¨ªa nos daba el arrebato de decir 'esto no puede ser' y nos pon¨ªamos medio elegantes, pero conforme pasaban las horas te ibas transformando en un hombre de estar por casa".
"Cuando las cosas se hacen con sinceridad eso se puede transmitir a cualquier parte del mundo"
El comienzo de este nuevo Guadalupe Plata est¨¢ determinado por un viaje a Chile, donde el grupo descubri¨® a Violeta Parra. All¨ª, Pedro sinti¨® c¨®mo se le erizaba el pelo cuando escuchaba a la cantautora, "no solo por su m¨²sica al filo de la oscuridad, sino por esa angustia y lamento que vemos reflejado en muchos blues". A medida que nos adentramos m¨¢s en el ¨¢lbum, destaca una carga hacia el pasado, hacia el folclore y lo maldito. Una lectura en la que "se podr¨ªa decir que el disco en s¨ª es una canci¨®n entera. Si lo escuchas al rev¨¦s dar¨¢ otra sensaci¨®n. La que se qued¨® no fue por azar".
Igual de importante en el tr¨ªo es lo evocador de su imagen de presentaci¨®n. "Cada portada indica algo de la vida de ese disco, son experiencias. En este caso, inconscientemente, estamos reivindicando la figura del perro de vieja, el pekin¨¦s, que se est¨¢ perdiendo completamente. Cuando era lo m¨¢s t¨ªpico, una abuela con su pekin¨¦s. Todo plagado de pekineses. Es una forma de reivindicar los animales, los pueblos, el lenguaje...".
Con el perro a cuestas, en junio emprenden una gira por Inglaterra donde entienden que el castellano no es un impedimento. "Cuando las cosas se hacen con sinceridad eso se puede transmitir a cualquier parte del mundo. El lenguaje de blues y el rock es universal. Es f¨¢cil de mover". Pero antes, durante abril y mayo, estar¨¢n por nuestro pa¨ªs lanzando el veneno.
"Grab¨¢bamos en pijama, no nos duch¨¢bamos, no recog¨ªamos nunca los platos ni los vasos, y tampoco nos pein¨¢bamos"
Donde la escena alternativa es cada vez m¨¢s confusa y uniforme, ellos siempre se han movido a contracorriente. Cualquiera puede fijarse en esos carteles repetitivos hasta la saciedad. "Hay un esclavismo a la cultura del pelotazo que es terrible. No solo las bandas, es el humanismo mismamente que est¨¢ pensado m¨¢s en el 'c¨®mo' que en el 'qu¨¦'. La m¨²sica debe ser una cosa de necesidad, casi terap¨¦utica, m¨¢s que una especie de medio para algo. Pero es normal que a la gente le gusten esos grupos influenciados por alg¨²n tipo de moda, lo raro es que les gustemos nosotros". Grupo atemporal, como un n¨®mada en constantemente en movimiento, tienen claro que el tiempo libre del que disponen "hay que usarlo en la constancia. El trabajo es, al final, el que hace los resultados, no la fantas¨ªa".
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