A Isabel II no le aguanta el ritmo ni la familia
La soberana brit¨¢nica 'jubila' a su marido, el pr¨ªncipe Felipe de Edimburgo
Se suele decir que en el futuro solo quedar¨¢n cinco reinas en el mundo: corazones, picas, diamantes, tr¨¦boles... y la de Inglaterra. Probablemente es una afirmaci¨®n err¨®nea. Al paso que va, Isabel II tiene toda la pinta de ir a sobrevivir a las otras cuatro.
Ayer, la soberana brit¨¢nica anunci¨® la futura jubilaci¨®n de su marido en una ceremonia escenificada en el Palacio de Buckingham que env¨ªa significativas se?ales y dice much¨ªsimo de la personalidad y la falta de complejos de la reina. A sus 91 a?os, Isabel II ha llegado a la conclusi¨®n de que Felipe de Edimburgo, de 95, ya est¨¢ mayor para seguir representando a la corona y por tanto es mejor que se tome las cosas con m¨¢s calma. Felipe de Edimburgo ha asistido a unos 300 actos en el ¨²ltimo a?o. Recientemente, cada vez que acude a una inauguraci¨®n se presenta como ¡°el descubridor de placas m¨¢s antiguo del mundo¡±.
Por ser consorte de la soberana, el duque de Edimburgo juega un papel en el Estado brit¨¢nico. ?C¨®mo anuncia la reina la medida? ?Se lo comunica oficialmente a su primera ministra? ¡ªel Gobierno de Reino Unido es el ¡°Gobierno de Su Majestad¡±¡ª ?Mejor se lo notifica al Parlamento nacional en funcionamiento m¨¢s antiguo del mundo? ?O acaso se lo anuncia directamente al pueblo soberano en la era de la informaci¨®n instant¨¢nea? Como dir¨ªa Margaret Thatcher: no, no y no.
De madrugada y con urgencia la reina convoc¨® a palacio a todo el personal que trabaja en las dependencias reales. Naturalmente ¡°palacio¡± es el suyo. As¨ª llegaron a Londres empleados del castillo de Balmoral, en Escocia, del castillo de Windsor, en las afueras de Londres, y de la mansi¨®n privada de Sandringham, en el condado de Norfolk. Una vez reunidos ¡ªy en una escena que seguramente los guionistas de Downton Abbey o de Arriba y abajo habr¨ªan eliminado por ser inveros¨ªmil¡ª y a trav¨¦s de lord Chamberlain, el consejero real de m¨¢s alto rango, Isabel II comunic¨® su decisi¨®n en una especie de anuncio servi et orbe, al servicio y al mundo. S¨ª, s¨ª, la monarqu¨ªa brit¨¢nica ser¨¢ muy clasista, pero los palafreneros se enteraron antes que los ministros. En otras latitudes se hablar¨ªa de mensajes subliminales entre la jefatura del Estado y la del Gobierno. Aqu¨ª, Theresa May mand¨® un deportivo mensaje de agradecimiento y buena suerte al jubilando.
Ayer adem¨¢s se cumplieron 237 a?os del primer derbi de Epsom, para¨ªso de las apuestas en el pa¨ªs de las apuestas. Y aqu¨ª tambi¨¦n se admiten. Tras el Felipexit ?sobre qui¨¦n recaer¨¢n ahora esos cerca de 300 actos? Caben tres posibilidades. La primera, que finalmente Isabel II delegue algo en su hijo Carlos, pr¨ªncipe de Gales desde 1958, es decir, 17 a?os antes de que se restaurara la monarqu¨ªa en Espa?a. La segunda es que reparta juego al resto de la familia, especialmente ahora que otro de sus hijos vuelve a la prensa rosa junto a la cantante Kylie Minogue. Pero no hay que descartar que coja sombrero, bolso y guantes y ella misma asuma personalmente todo. Lo suyo es el rep¨®quer.
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