Las pumas
Las mexicanas est¨¢n hartas de la impunidad de los cr¨ªmenes machistas y preparadas para enfrentarse al mundo

Rara vez dedico esta columna a discutir la realidad de mi pa¨ªs de origen. No porque M¨¦xico no me duela, ocupe y desvele. Pero en mis 33 a?os he vivido casi 25 afuera. ?Qu¨¦ derecho tengo a participar en la discusi¨®n p¨²blica? No me siento equipada. Hay temas, sin embargo, sobre los que tengo que opinar. Sin permiso ni perd¨®n.
El periodo m¨¢s largo que pas¨¦ en M¨¦xico fueron mis tiempos de ¡°puma¡±. Es decir, mis a?os estudiando en la UNAM. Como a tantas otras mujeres de mi generaci¨®n, la UNAM me dio lo que hoy tengo para sobrevivir como profesionista: rigor intelectual, disciplina, una comunidad, un t¨ªtulo. Y, sobre todo, un esp¨ªritu aguerrido ¡ªgarras de puma¡ª para enfrentarme a este pinche mundo tan adverso a las mujeres en profesiones dominadas por hombres (todas).
Hoy, en la UNAM estudian alrededor de 175.000 mujeres. 175.000 pumas, ejerciendo su derecho a una educaci¨®n gratuita que las prepare para la vida. 175.000 futuras abogadas, escritoras, arquitectas. Pero tambi¨¦n, 175.000 mujeres que no tienen derecho a sentirse seguras en sus espacios de estudio.
El mi¨¦rcoles pasado, una joven de 22 a?os, Lesvy Berl¨ªn Osorio, fue estrangulada frente a la Facultad de Ingenier¨ªa. Cuando le¨ª la noticia record¨¦, en un relampagueo y con una punzada de rabia a?eja, que a las alumnas de Filosof¨ªa y Letras nos sol¨ªan llamar ¡°las de Curtidur¨ªa y Tetas¡±. Lo que en 2002 era violencia verbal, de por s¨ª grave, contra el intelecto-v¨ªa-el-cuerpo de las estudiantes, tiene ahora, en 2017, el aura siniestra de un desprecio por la vida misma de las mexicanas.
Tras su asesinato, la Procurador¨ªa public¨® datos sobre Lesvy: ¡°Ten¨ªa problemas de alcohol¡±; ¡°No era estudiante¡±. Datos (falsos) luego reproducidos por otros, que singularizan y trivializan su caso. Que aten¨²an el delito del que fue v¨ªctima. Que la se?alan como culpable de su propia muerte. Datos semejantes a los que normalizan los asesinatos de miles de mujeres en M¨¦xico.
Se dice que la UNAM ¡ªpor su complejidad, diversidad, caos, intensidad pujante¡ª es un modelo a escala del pa¨ªs. Lo es ahora, tambi¨¦n, por la violencia contra las mujeres. Hay 175.000 estudiantes que no pueden sentirse seguras en la UNAM; y 64 millones de mexicanas que no se sienten seguras en su pa¨ªs.
La UNAM, como el pa¨ªs, una selva sin ley: sus mujeres ¡ªpumas agazapadas¡ª, esperando a que llegue la hora del cazador. Pero tambi¨¦n, M¨¦xico como posible reflejo de la UNAM: 64 millones de cabronas ¡ªgarras de puma¡ª hartas de la impunidad y preparadas para enfrentarse al mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.